Por: Roberto Garrone

El negocio del langostino entero, pilar que sostuvo el crecimiento de la pesquería en los puertos patagónicos desde principios del nuevo siglo, cruje por todos lados y muestra números en rojo que ya dispararon las alarmas en el sector.

Para ver la dimensión del negocio, la flota tangonera que captura, clasifica, congela y exporta el langostino entero es la principal dentro de la pesquería. Este año son 92 los barcos que están operando sobre el marisco en aguas nacionales. 92 unidades productivas con márgenes casi negativos.

Las capturas de esta flota en las primeras siete semanas de temporada en aguas nacionales, sumó 35.403 toneladas, 9% menos que lo pescado a la misma altura del año pasado. Nadie en el sector lo lamenta. Inyectar mayor cantidad de materia prima aceleraría la debacle.

Exceso de oferta. Cambios en los hábitos de consumo. Inflación por la guerra en Europa. Llegada del ilegal “José Américo” y su capacidad de faena que alteró la estructura de costos de producción. Desembarco de fondos de inversión que cotizan en Wall Street, cuya prioridad no es obtener grandes márgenes de rentabilidad sino garantizar flujo de caja que salve los costos. Competencia del camarón de cultivo a menor precio.

Los argumentos que intentan explicar el descalabro son múltiples y cada uno puede tener una parte de razón. Lo tangible son los números: en el primer semestre el volumen exportado cayó 7,8% y alcanzó las 17.380 toneladas. Y el tobogán donde subió el precio el año pasado parece el más largo del mundo. Cayó 18% y las divisas generadas por este producto mermaron 24,2%.

El precio promedio bajó mil dólares en el caso de España, de 6200 a 5200 dólares la tonelada. China duplicó sus compras pero pagó mucho menos. De 7200 a 5655 dólares la tonelada. La paradoja es que Rusia, un país en guerra, figura como tercer país de destino del langostino entero con 2390 toneladas comercializadas y convalida el segundo precio más alto: 5632 dólares por tonelada.

No son las únicas paradojas que regala la pesquería por estos días. Hace unos días se hizo público el pase de manos de los tangoneros Valiente l y Valiente ll de Pesquera Veráz a Estrella Patagónica.

En medio de semejante escenario, la “continuadora jurídica” de Pescapuerta Argentina SA, amplía su flota en el sector donde solo tenía al “Mara l” y cierra un mes inolvidable con el permiso para aguas provinciales que le otorgó el gobierno de Chubut, amparado en la nueva ley de pesca.

Hay que decir que Estrella no ha dejado de invertir desde los tiempos en que todavía se llamaba Pescapuerta. Hoy cuenta con un frigorífico modelo en Madryn donde emplea a más de 500 obreros del pescado bajo convenio donde reprocesa marisco. Pero una cosa no quita la otra.

La encierra un proceso comercial viciado de nulidad a partir de circular a contramano de la legislación argentina que le prohíbe a las empresas con permisos de pesca nacionales mantener relación con compañías que operan en Malvinas.

A principios de mes Pescapuerta fue noticia en Vigo a partir del anuncio de construcción de un nuevo buque, el “Prion”, un supercongelador de 89 metros y capacidad para almacenar casi 2500 toneladas de productos de mar.

El “Prion” va a reemplazar al “Capricorn”. Con 95 metros y capacidad de 2511 toneladas, se construyó en 1977 y representa la unidad de pesca más vieja de las que componen la flota que faena calamar en Malvinas.

Todo ha sido escrito y publicado. Estrella Patagónica es controlada por la empresa “Merkent”, que a su vez forma parte de la viguesa Pescapuerta. Todo claro menos para las autoridades de la Subsecretaría de Pesca y Cancillería.

Lejos de quitarle los permisos de pesca, la autoridad de aplicación ya ni siquiera le pone un freno como para no quedar tan evidencia la maniobra ilegal. Con su pasmosa y llamativa pasividad, sigue estimulando un crecimiento completamente a contramano de la ley.

De dónde saldrá el financiamiento para adquirir –en cuotas- a los dos “Valiente” y su posterior renovación. Uno de ellos ya tiene aprobado el reemplazo. Esos nuevos tangoneros se construirán en “Armón” o “Nodosa”, como acostumbra la casa matriz, o ya les parecería un exceso en la violación de la soberanía y ocuparían gradas y obreros navales argentinos.

¿Los pagará Buenaventura Lafuente Matos? El CEO español que llegó al país como gerente de Pescapuerta y ahora preside Estrella Patagónica, siguiendo el modelo Platinium Equity con Iberconsa?

Ese esquema hoy flaquea tanto como el negocio del langostino entero y la calificación de la deuda de Iberconsa está por descender al Argentino A.

¿O lo pagará directamente Pescapuerta con la rentabilidad que obtiene al pescar con el “Capricorn” en Malvinas?. El buque figura a nombre de “Petrel Fishing Company Limited”, la joint venture de la que forma parte la viguesa.

Por qué nunca desde el interior de la industria fueron a la carga por las irregularidades del caso. Entiendo que porque todos tienen algún muerto en el placard. O el miedo de sufrir represalias por patear el tablero.

En el mundo de la pesca se rajan las vestiduras por el daño que genera la flota extranjera operando en la milla 201 sin ningún tipo de controles, pero miran para otro lado con la multiplicación de los barcos de Picco. ¿Pescar el doble de lo autorizado, no es pesca ilegal?. ¿Lo de Estrella Patagónica tampoco lo es?

Algunas cámaras piden explicaciones por el reparto del fondo de langostino para quien estuviese dispuesto a pagar mil dólares la tonelada porque ya fue algo escandaloso. Y porque quedaron algunos afuera.

El que en la pesca esté libre de pecados, que arroje la primea piedra. Por eso los barcos de Buenaventura están impecables, con la suerte agregada que las autoridades nacionales tienen un doctorado en eso de hacerse los boludos.

La doble vara incluye funcionarios o legisladores. Es el caso de Rosana Bertone quien esta semana se mostró indignada por las nuevas inversiones que proyecta Gran Bretaña en Malvinas. La ex gobernadora de Tierra del Fuego aseguró, en declaraciones a “Parte de Pesca”, que el proyecto de construcción de un nuevo puerto en las Islas es “una provocación y un agravio institucional”.

Permitir que Estrella Patagónica continúe operando con su flota y siga sumando activos dentro del caladero como una empresa controlada por un grupo empresario que a su vez opera en Malvinas, diputada Bertone, canciller Cafiero, subsecretario Liberman, presidente Fernández, ¿qué carajo es?

Buen domingo


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