Por: Roberto Garrone

La trasnochada idea de vender la pesca argentina al mejor postor, resumida en el Capítulo III de la Ley Ómnibus, murió antes siquiera que terminasen de conformarse las comisiones que le darán tratamiento. Queda instalado lo más dañino: el 15% unificado de derechos de exportación para todos los productos de la pesca espanta cualquier idea de sumar divisas y valor agregado, toda una contradicción del manual libertario.

“Si algo de esto se mantiene me voy a encargar de que no les aprueben ningún otro proyecto”, le dijo Ignacio Torres a Guillermo Francos en la previa a la reunión que mantuvieron junto al intendente Montenegro, donde quedó sellada la suerte del proyecto.

El Jefe Comunal tal vez no piense mucho en el 2027, cuando ya no podrá renovar mandato en General Pueyrredon, pero esa foto con Torres le cayó del cielo para alimentar sus sueños de trascender las fronteras de Mar del Plata.

Al ponerlo en el mismo nivel que Torres el gobierno nacional le sube el precio para ningunear a Axel. Montenegro se ha cuidado de criticar publicamente la reforma. Quizás el próximo permiso de girar en descubierto para pagar sueldos quizás sea del Banco Nación.

Igual la postura de Montenegro hizo ruido en el mundillo pesquero, y no porque haya invitado solo a gremios a la reunión del viernes en el COM. La excusa fue que ya había hablado con algunos empresarios y que el lugar no era muy grande para todos. Terminaron yendo todos y las caras a la salida no eran de mucho entusiasmo.

“Pidió que se descargue en los puertos nacionales y por la mano de obra argentina. Nada dijo de la licitación internacional de la cuota. Sin empresas no hay laburo para nadie”, resumió uno de los asistentes.

El gobernador de Chubut jugó un rol clave en esta historia e hizo pesar los 18 diputados que conforman el bloque de provincias patagónicas. Antes de hablar con Francos, promovió por intermedio de Gladys González, ex diputada nacional del PRO, un encuentro entre un grupo reducido de los referentes empresarios más importantes del sector con legisladores nacionales en la Casa de la Provincia del Chubut.

Ahí quedó definida la hoja de ruta: Conformación de una mesa multisectorial desde donde brotarán las ideas para reformar la ley de pesca pero dentro de las sesiones ordinarias del congreso y sin ningún apuro ni corridos por ninguna emergencia.

Ya Torres se había reunido con el padre de la criatura de las reformas. Allegados al gobernador aseguran que el tono y el lenguaje fueron otros para con Federico Sturzenegger. “No tenés ni la más mínima idea de lo que representa la pesca argentina”, le suavizaron el mensaje.

Desde Chubut apuraron el comunicado que hilvanó a todos los gobernadores patagónicos contra el proyecto de reforma, apenas con un logo hecho a las apuradas. Kicillof tardó más de 24 horas en subirse a la misma ola. Su desconexión es la que sufrió el sector pesquero en sus primeros 4 años de gobierno. Prometió corregirlo cuando pase la tormenta.

Igual, el gesto del gobernador bonaerense fue mayor al esperado. Su tropa en Mar del Plata esperaba al menos un tuit de acompañamiento al rechazo que aglutinaba y había puesto en pie de guerra a la comunidad pesquera, portuaria y naval de la ciudad. La casualidad hizo que Axel estuviese en Chapadmalal ese martes y por eso fue más fácil organizar la reunión en el Provincial.

Cómo el gobierno nacional digiere la salida del proyecto pesca del ómnibus reformista y lo comunica a la sociedad, es un tema aparte. Hasta ahora eligió el camino de la ambigüedad, casi una especialidad del vocero Adorni. Es que reconocer la reculada en chancletas de las fuerzas del cielo estimula a otros sectores que van tras el mismo objetivo.

Si no se apuran, los mensajes críticos seguirán cayendo en Casa Rosada. Para esta semana se prevé que quede terminado el documento elaborado por la multisectorial local en que pedirán que el Capítulo III abandone el Ómnibus. Eso acordaron en la reunión con el Intendente de la que también participó el senador Abad, ya empapado de la problemática, aunque postee en X una foto de una banquina chica que ya no existe.

La otra iniciativa elucubrada es más audaz: Una marcha multitudinaria por las calles del puerto, todos vestidos de negro, en señal de luto por la condena a muerte para la industria argentina que representa el avance del proyecto de reforma, tendría un gran impacto con todos los medios nacionales cubriendo el verano marplatense.

Mientras se va encauzando la aberración de Sturze que regaló un fin e inicio de año muy entretenidos, al menos desde lo periodístico, la industria tiene el ancla del 15% en los derechos de exportación. Entre todas las bombas que tiran, una explota y genera un daño inconmensurable.

“Vendemos cola de langostino pelada y desvenada, fraccionada en bolsas de medio kilo, un kilo, cajas de 5 kilos… puede tener un valor de 10 dólares por kilo y ahora el estado se queda con 1,50. Inviable desde donde lo mires”, graficada un industrial en la semana en tanto advertía de otros insumos con altísima inflación en dólares. Un botón de muestra: el rollo de cinta de embalar pasó de 1 dólar a 1,50.

La pesca nacional no fija precios ni de los commodities ni de los productos terminados con alto valor agregado. Tener como socio al Estado que se queda con un 15% es un ancla que promoverá la desindustrialización del sector y afianzará la venta de productos enteros.

“Aportamos más que los productores de soja cuando ellos exportan granos y nosotros valor agregado”, dijo Antonio Solimeno en la radio el jueves pasado.

El gobierno también reculará en chancletas con esta imposición que si bien no entró en vigencia ya marca referencias en el movimiento de la industria?. Es un interrogante que hoy no tiene respuesta pero casi preocupa tanto como el proyecto de reforma.

En el fondo todos sabían que esa alternativa era inviable; dejar de entregar el 15% de los valores declarados de exportación será más difícil. Hubo devaluación del 100% del tipo de cambio, sí, pero el gas oil subió en la misma medida. Y ahora se viene de vuelta la discusión con tripulantes por la cláusula gatillo de diciembre que dejaron para después de Reyes.

A los tripulantes los afecta también ese 15% porque se los restan del valor dolarizado de la producción. Hasta el precio conformado del langostino entero en Rawson incluye esa retención cuando llega al muelle.

Mientras dure la conciliación obligatoria el SUPA no tendrá otra opción que descargarlo de las bodegas de los costeros. Si no se presentó el viernes, posiblemente ocurra esta semana. La Provincia, a través de la Secretaría de Pesca, formaliza una denuncia en Fiscalía de Estado por “delito ambiental”, tras el último paro del gremio que provocó la pérdida de casi medio millón de kilos de langostino.

Florencia Gómez, la fiscal Jefe, es la misma que lleva adelante la causa por los sobornos pedidos/cobrados entre agosto y octubre del año pasado por la cúpula del SUPA en Rawson, denuncia impulsada por parte de los empresarios de la estiba que no acordaron el reajuste paritario que pidió el gremio.

La conciliación es por 15 días hábiles más otros 5 si es necesario extenderla. Esas fechas vencen el 23 y 30 de enero. En febrero termina la feria judicial y tras ella, podría haber novedades en la causa por los sobornos que preocupan a Gutiérrez. Tanto que se mostró dispuesto a firmar por el 138% de reajuste si retiraban la denuncia. Tarde. Hasta fueron corroborados todos los movimientos bancarios de los dirigentes implicados.

En Rawson mentirían si dijeran que no se ilusionan con un SUPA intervenido en los próximos 45 días

Buen domingo


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