Por: Martín Funes Balza – DNI 21909518.
En Mar del Plata @munimardelplata los políticos quieren regular la actividad de los trapitos (cuida coches) Tres proyectos y una discusión que gira entre una cuestión de seguridad y una realidad de la economía popular. Consenso, si, en crear un registro.
https://www.lacapitalmdp.com/consensos-y-diferencias-entre-eloficialismo-y-la-oposicion-por-la-regulacion-de-los-cuidacoches/
El Ministerio de Desarrollo Social da una definición: “Los trabajadores y trabajadoras de la economía popular son protagonistas del desarrollo de nuestro país. Crean su propio trabajo a partir de sus saberes y oficios, en unidades productivas individuales o colectivas que están inscriptas en relaciones asimétricas en el ámbito financiero, comercial o fiscal”.
https://www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/renatep
Serían trabajadores que crean su propio trabajo.
La OIT define al trabajo como el “conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos.”
https://www.ilo.org/americas/sala-de-prensa/WCMS_LIM_653_SP/lang–
es/index.htm#:~:text=El%20Tesauro%20de%20la%20Organizaci%C3%
B3n,sustento%20necesarios%20para%20los%20individuos.
¿Qué bienes o servicios produce la actividad de cuida coches?, ¿qué necesidad satisfacen?
Resulta entonces un poco forzado llamar trabajadores a los cuida coches, o considerarlos miembros de la economía popular. Una vez más, ¿qué producen, que necesidad satisfacen?, ¿en qué contribuyen al desarrollo del país?
Un tema no menor es el estorbo que provocan a los automovilistas al circular, pues parece inherente a la actividad situarse sobre la cinta asfáltica interrumpiendo, demorando o complicando el tránsito vehicular.
En este sentido incumplen el art. 38 de la ley de tránsito que dispone que los peatones, en zona urbana, circularán únicamente por la acera.
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-
4999/818/texact.htm
Los trapitos, está a la vista, ejercen intimidación o, en los términos del Código Penal, extorsión, no sólo contra los automovilistas, sino en ocasiones, también contra los peatones. ¡Resultando el colmo del descaro ofrecer cuidar autos en zonas de estacionamiento medido!
Asimismo, el consumo de alcohol u otras sustancias sólo empeora sus conductas. Sin dejar de lado la usurpación del espacio público adueñándose de espacio en el cordón de la acera, no permitiendo el libre estacionamiento sino a través de su “gestión”, moviendo los baldes (latas
de pintura) dispuestas para reservar el lugar.
Aquí se produce un segundo incumplimiento a la ley, ya que el inciso c)
del art. 49 de la ley de tránsito dispone que “no habrá en la vía espacios reservados… salvo disposición fundada de la autoridad y previa delimitación y señalamiento…”
Con respecto a los baldes, además de la reserva de lugar, cumplen un rol en el lavado de vehículos, incurriendo en un tercer incumplimiento por ser una actividad prohibida según ordenanza 21573, abrogada por la 22078 (General Pueyrredón), que en su artículo 110, prohibe “… Lavar vehículos en la vía pública durante las 24 horas del día”.
https://concejomdp.gov.ar/biblioteca/docs/o21573.html
No causa sorpresa que se asignen significados caprichosos a ciertas palabras o conceptos (quien no produce ni ofrece bienes o servicios es un trabajador; el político que incumple su función no es demandado por Dios ni por la patria)
No niego que la actividad sea una fuente de ingresos, pero no es validando una actividad asi como se fomenta el empleo genuino y el desarrollo de los más vulnerables.
Quienes recurren a diseñar, reglamentar e implementar “registros de cuida coches” recurren a soluciones faciles por no saber o no querer implementar un cambio que no sea sólo maquillaje. Se entiende asi, que estas interpretaciones de la realidad y las medidas tomadas en consecuencia, repetidas con mayor frecuencia de lo conveniente, y replicadas en los distintos niveles y jurisdicciones de la administración pública causen sólo desánimo en los cientos de miles de ciudadanos que anhelan dejar este hundimiento constante, a los emprendedores que deben triplicar su esfuerzo para desarrollar sus proyectos, en los jubilados que amargamente sobreviven con menguados ingresos, y – tristemente – en los jóvenes que no ven en Argentina una tierra fértil y se ilusionan con Ezeiza.
- ¡Te lo lavo, pa!
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