Boca y Palmeiras se enfrentaron en la vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores, los 90 minutos finalizaron 1 a 1 en empate. Luego la definición fue 4 a 2 en penales y la victoria fue para el club argentino.

Con un primer tiempo con posesiones divididas entre ambos equipos, pero más superioridad del equipo brasilero con varios remates al arco, Boca logró el gol a los 23 minutos de la mano de Edinson Cavani. Este es el segundo gol que consigue el uruguayo con la camiseta azul y oro -el más deseado-, y es el primero en un torneo internacional.

Los mejores del primer tiempo de Boca fueron: Edinson Cavani; Nicolás Figal en la defensa; Pol Fernández, que estuvo sólido en la recuperación; Valentín Barco y Cristian Medina, que ambos se adueñaron de la pelota en los primeros 45 minutos. Luego, de Palmeiras fueron: Rony da Silva, el 10; Artur Guimaraes, estuvo muy presente y generando jugadas; Gustavo Gómez, clave en la defensa y media cancha.

Lo más emocionante se vivió en el segundo tiempo. El equipo de Abel Ferreira logró empatarlo recién a los 73 minutos con gol de Piquerez, pero su dominio fue constante y desacomodaron a un Boca que venía cómodo del primer tiempo. La entrada del joven Endrick Felipe revolucionó el partido, generó muchos sustos y le hizo daño al equipo argentino, que se encontraba debilitado y casi a punto de perder el partido por el alto nivel que había comenzado a tener Palmeiras.

Para los dirigidos por Almirón el segundo tiempo fue el más difícil. Lo que desacomodó al equipo fue la salida de Merentiel por Valdez (quien había tenido un mal desempeño en el clásico) y luego la expulsión de Marcos Rojo a los 66 minutos por una barrida a Endrick, esa amonestación generó el cambio Barco por Valentini. El objetivo pudo ser una estrategia más defensiva, pero estos cambios debilitaron a Boca y lo complicaron.

La salvación de los bosteros del segundo tiempo fue el arquero Sergio Romero. Tapó dos pelotas en los 58 minutos, otra más desde afuera del área a los 71 minutos, también una a los ’76 y otra a los ’89. Pero la que más paralizó a los hinchas fue la chilena de Endrick en los 91 minutos adicionales, que terminó en el cuerpo de Romero y pudo controlar. El resultado hubiera sido otro si esas atajadas no hubieran aparecido, así que gran parte de la responsabilidad y el triunfo fue de él.

Tras el empate todo quedaba por definirse en los penales. Los responsables de los tres palos eran Weverton y Romero, quienes debían hacer correctamente su trabajo para poder cambiar la situación a su favor y lograr la clasificación final de sus equipos. El arquero brasilero solo pudo tapar el primer penal pateado que fue el de Cavani; Valdez, Valentini, Figal y Pol Fernández convirtieron. El arquero argentino tapó la mitad de los que le patearon, atajó los dos primeros a Veiga y Gómez, pero los otros dos fueron convertidos por Macedo y Piquerez.

Gracias a las dos salvadas del Chiquito, Boca sacó ventaja y pudo definir rápidamente en la primera tanda. Quien coronó el pase a la final fue Pol Fernández pateando último, con un zapatazo difícil de atajar al palo derecho del arquero Weverton. Boca festeja su añorado pase a la final de la Libertadores y ahora tiene un gran encuentro el 4 de noviembre contra Fulminense en el Maracaná para definir quien se queda con la copa.


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