Por: Roberto Garrone

Después de mucho insistir y presionar a las autoridades pesqueras, portuarias y hasta al propio Gobernador bonaerense para que incluyan al personal marítimo y portuario como prioritario en el plan de vacunación que llega adelante la Provincia de Buenos Aires, los gremios marítimos tuvieron la posibilidad en las últimas horas de figurar en la agenda de las autoridades sanitarias.

Desde el Ministerio de Salud bonaerense los incluyeron, no en una Resolución ministerial sino a través de una simple nota interna para que “se lleven a cabo las gestiones necesarias a fin de posibilitar la vacunación de todas aquellas personas que pertenezcan a la tripulación de barcos o naves que zarpen de puertos de la Provincia de Buenos Aires…”

En puertos patagónicos, en un operativo conjunto monitoreado por el Subsecretario de Pesca y del que participaron funcionarios provinciales, los sindicatos y cámaras empresarias, las tripulaciones de la flota que operan desde Santa Cruz y Chubut ha podido vacunarse a medida que fueron ingresando a puerto desde hace veinte días.

En Mar del Plata el aval llegó con esa nota un tanto ambigua firmada el martes pasado por Salvador Giorgi, Jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires que autorizaba la vacunación de primeras dosis.

Ambigua porque si se respetaba a rajatabla lo que decía la nota solo podía vacunarse el personal efectivo. Los relevos, que son muchos más que los efectivos y esperan que surja algún lugar para enganchar viaje, hubiesen quedado a fuera de la vacuna.

La ambigüedad fue hija cierta urgencia. El rumor, siempre hay rumores, que circuló entre los gremios es que la decisión de emitir la luz verde de la vacuna para los marítimos surgió luego que quedara al descubierto una maniobra que buscaba vacunar entre gallos y medianoche a un par de tripulaciones de un par de barcos congeladores de Moscuzza y Solimeno.

Descubierta la intención, los sindicatos habrían puesto el grito en el cielo y ante el planteo, “todos o ninguno”. Finalmente las autoridades sanitarias bonaerenses decidieron ampliar la nómina y generar el pase libre para los que todavía no habían sido vacunados y se embarcan en barcos pesqueros.

No dejó de llamar la atención que a diferencia de lo que ocurrió en puertos patagónicos, acá no asomaron actores de peso. Una simple nota interna del Jefe de Gabinete. Ni autoridades de la Dirección Provincial de Pesca, cámaras armadoras… nadie. Solo algunos referentes sindicales promoviendo la jornada vacunatoria.

Desde el SICONARA, el sindicato de conductores navales, apuntaron que ellos habían pasado una lista de 120 oficiales de máquinas. Los marineros del SIMAPE deben haber duplicado esa cifra y otro tanto pueden haber sido los afiliados del SOMU que entre el viernes y ayer acudieron al predio de Aldosivi, libreta de embarque en mano.

Pero hubo un intento de aprovechar la ocasión y ampliar la lista e incluir a otros trabajadores de otros oficios. Porque casi en simultáneo con la nota del Jefe de Gabinete de Salud hubo otra firmada por sindicatos marítimos y también portuarios como el SUPA, obreros navales del SAON y el personal de Aduana, y parecía que el plan de vacunación los alcanzaba también a ellos.

El miércoles en algunos grupos de whatsapp de marineros circuló un audio del propio Pablo Trueba. El Secretario General del SIMAPE informaba la novedad de la vacunación entre los marineros y también contaba que estaban incluidos estibadores y obreros navales.

En su nota, los gremios aclaraban que para determinar la nómina exacta del padrón, entregarían listados de afiliados y se sumaría, de respaldo, la lista del Consorcio Portuario con su personal habilitado a ingresar a las terminales portuarias.

Ese intento por sumarse a los tripulantes no prosperó. O algo pasó entre la nota de Giorgi y el inicio del plan de vacunación. Las vacunas no alcanzaron para todos los que habían dicho los gremios. Solo fueron libres para los tripulantes, como también el jueves había confirmado el presidente del Consorcio, Gabriel Felizia.

Durante las dos jornadas de vacunación hubo referentes de sindicatos marítimos en el predio de Aldosivi. Pero más allá de que parecía haber quedado claro que la vacunación libre era solo para marítimos, también hubo versiones, surgida del riñón sindical portuario, que indicaron lo contrario, que todos tuvieron que sacar de la fila a los menores de 40 años, incluso marineros.

Queda saber qué pasó con los tripulantes en otros puertos con flota pesquera como Quequén donde operan barcos que se alejan más allá de las 24 horas, o Ingeniero White que recibe algunos tangoneros. Habrán vacunado como en Mar del Plata o sin la promoción de los sindicatos, la nota de Giorgi pasó sin pena ni gloria y solo se pudieron vacunar los mayores de 40 años, como el resto de los bonaerenses.


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