Por: ingeniero ambiental Juan Di Iorio
En la Gestión Integral de Residuos la etapa de Tratamiento o Recuperación contiene la importancia de valorizar los residuos y reducir aquellos destinados a disposición final, a la vez de posibilitar la inclusión de los trabajadores del reciclaje en condiciones de dignidad laboral.
En el caso local, el Tratamiento es definido como el conjunto de operaciones destinadas a preparar los residuos para su reinserción en la industria –reciclado– al aplicar procesos físicos sobre los mismos. Considerada como etapa, ocurre previamente al confinamiento de los residuos y encuentra dos circuitos de recuperación de materiales, el formal y el informal.
El Circuito Formal, contiene una Planta de Separación y Clasificación de Materiales, que trata los residuos de la recolección diferenciada, de los grandes generadores y del Programa Selección y Reciclado Interno Municipal.
El Estado Municipal tiene la propiedad de la planta de Recuperación de Materiales y sus maquinarias. La operación y comercialización es aportada por la cooperativa “Común Unidad de Recuperados Argentinos” (CURA). Ambos actores se rigen por el Convenio Marco acordado previamente y convalidado por Ordenanza 22538.
En la Planta -ubicada en cercanías del predio de disposición final, metros antes de la intersección de la Avenida Antártida Argentina con la calle 515- trabajan 26 recuperadores pertenecientes a la Cooperativa CURA extrayendo los materiales recuperables de los residuos.
La instalación es para tratamiento mecánico de los residuos secos con separación y clasificación manual y reducción de volumen por compactación- enfardeladura, en un sistema de prensado del material.
El procedimiento consiste en colocar los residuos mediante pala mecánica en la tolva de recepción. Volcar los residuos en la cinta de elevación para trasladarlos a la cinta de selección y separación. Ubicados a los lados de la cinta, los operarios abren las bolsas y recuperan las distintas fracciones de materiales. Los materiales recuperables siguen diferentes recorridos de prensado y enfardado o el acondicionamiento para ser comercializados a intermediarios, acopiadores o mayoristas.
En el último año los materiales recuperados fueron en mayor cantidad en kilogramos de vidrio y papel, la lista ubica al cartón y al PET cristal en un grupo medio de cantidades y en menor peso recuperado el PET color, metales y PEAD.
La relación entre la cantidad de residuos que son recuperados con la cantidad que ingresan a la Planta – denominada tasa de recuperación- desde el año 2012 ha oscilado entre valores del 5% hasta valores del 8% anual.
La cantidad total anual recuperada -circuito formal- comparada con el total de residuos transportados al predio de disposición final es menor al 1%.
La Cooperativa plantea problemas de roturas repetidas de la maquinaria por desgaste propio y por recibir residuos húmedos no aptos para el tipo de maquinaria presente, afectando la continuidad del trabajo y la capacidad de procesamiento de la planta. Reclaman en general la falta de interés por parte del municipio e incumplimiento del convenio marco.
El Gobierno Municipal por medio de su ente EMSUR expone problemas con la inclusión social de los recuperadores -la Cooperativa no cuenta con la cantidad de recuperadores esperada en Planta-, reconoce el estado de deterioro de las maquinarias y evidencia problemas económicos con el presupuesto de mantenimiento y operación de la planta.
El tiempo entre las roturas de maquinaria y la acción de reparación por parte del EMSUR suele ser demasiado extenso. Los ritmos de respuestas y actuaciones municipales resultan inversos a la situación productiva de la Planta -necesidad de sostener la recuperación de materiales y presentar motivos para incorporar nuevos asociados del circuito Informal. Los trabajadores terminan prefiriendo desempeñar las labores de recupero en la Planta Social, aunque las condiciones de esta sean muy precarias y denigrantes.
LA PLANTA SOCIAL
El Circuito Informal, opera dentro del predio de residuos municipal, en el sector denominado Planta Social, donde recibe la mayor parte de los residuos, con cantidades estimadas en 60% de la recolección diferenciada transportada al predio.
El Estado Municipal tiene la propiedad de la Planta Social. La operación y mantenimiento es realizada por la empresa CIAGESER S.A. por contrato directo del Ente Municipal EMSUR. La empresa actúa sobre los sectores de descarga, servicio de control de acceso y permanencia en la Planta, mantenimiento de caminos de circulación interna y accesos e instalaciones auxiliares.
La instalación consiste en un tinglado sin paredes laterales y piso de cemento. Contiene un sector de acopio de piso suelo-cal y un sector de refugios precarios. El sector está cercado con alambre perimetral, control al ingresar, policías, guardias de seguridad y asistentes sociales entre montículos de tierras, residuos esparcidos, quemas y carros.
El trabajo de recuperación de los materiales es realizado por recuperadores informales que se acercan al sector de la Planta Social. El proceso de recuperación de los materiales es precario y manual.
Los registros oficiales del Municipio establecen 418 personas censadas nuevas con foto y carnet, que participan de las actividades en algún momento del mes. El informe ambiental 2021-2022 -también oficial del EMSUR- expresa una mayor cantidad de personas con un registro de 600 personas mensuales que desarrollan la actividad. Diariamente suele haber aproximadamente 120 personas, con un máximo en verano de 180 personas por día.
En el playón del mismo, los camiones recolectores vuelcan la carga en el piso de cemento. Los recuperadores informales seleccionan y recolectan los residuos del piso en forma manual, los colocan en un bolsón que sostienen con una de sus manos, hasta que deciden acercarlo al Sector de Acopio cargándolo sobre sus espaldas.
En general, hay diferentes grupos conformados según las descargas que atienden – camiones cola de pato o contenedores- y según materiales que juntan. Trabajan en forma familiar o individual. El método adoptado es seleccionar por objeto los materiales, el tute o botellas de PET – siendo el material más recuperado separados por transparencia y color-, bidones de colores, los objetos de bazar (PP, PE, baldes), el soplado (bidones de PEAD), además de sachet, cartones, metales y recientemente comenzó la recuperación de vidrio, donde combinan con la Cooperativa CURA para el molido.
La observación de los asistentes sociales, determinan que el predio para los recuperadores es proveedor además de muchos bienes útiles, ropas, elementos escolares, etc.
La venta suele ser a intermediarios autorizados por el Municipio presentes en el Sector de Refugios o son transportados por fletes contratados por el recuperador para ser comercializado fuera del predio.
A diferencia con el Circuito formal, no hay estadísticas de las cantidades recuperadas en la Planta Social. Existen estimaciones que acercan un valor del 5% de residuos recuperados sobre el total generado, considerando las Plantas CURA, Social y el circuito informal de los recuperadores urbanos.
Los problemas de la Planta Social no son comunicados y permanecen en hermetismo de “estado municipal”. Los trabajadores informales simplifican la angustia haciendo su labor de sobrevivencia en silencio en un ámbito hostil desde lo humano y desde lo laboral.
El Gobierno Municipal busca evitar conflictos -en especial con referentes ubicados en los refugios- y la visibilidad de la realidad a la ciudadanía.
La observación de campo, resulta perturbadora, penosa y cercana a un modo de esclavitud moderna y determina la falta de condiciones de infraestructura, de tecnología y de seguridad e higiene, para recibir el vuelco de más de la mitad de los residuos de la ciudad.
El Municipio opta por atender las necesidades de contención de las personas, desplegando su Equipo técnico profesional Social GIRSU (integrado por Asistentes Sociales, Operadores Sociales con especialidad –Salud, Educación y Adicciones – y personal administrativo) en la misma Planta Social y continuar -según el nuevo pliego presentado- sin resolver aquello elemental del sitio, su falta de condiciones operativas y tecnológicas.
Resulta una tarea menos eficiente, costosa y con un esfuerzo mayor para los asistentes sociales y el personal del EMSUR. ¿De qué sirve la atención profesional de contención, si a la vez, las personas deben arrojarse entre los residuos? Los trabajadores en ese ambiente laboral sufren accidentes continuos, situaciones de violencia física y psicológica, insalubridad e indignidad personal.
A pesar de lo expresado por el Presidente de la Comisión de Ambiente del HCD, de que ocurre en muchas localidades el problema social en los rellenos sanitarios, dando la Comisión la conformidad a favor de la continuidad de las mismas acciones operativas, existen localidades que han querido y sabido resolver la situación de inclusión generando un conjunto de plantas sociales con distintos niveles de tecnología – CABA- o Parques de Reciclaje – ciudades de San Juan y Rafaela-, mientras nuestra ciudad, continúa impasible a pesar de la constante voz de la Mesa del Diálogo por la Dignidad de las Periferias y la acción de la Pastoral Social.
Para concluir, el sistema de Gestión Integral de residuos urbanos presenta dificultades en todas sus fases, resultando mayormente expresadas en sus dos últimas etapas, la Recuperación y el Confinamiento.
El EMSUR recibe demandas constantes por parte de los trabajadores de la Cooperativa CURA, dando el Ente Municipal intenciones de pronta solución, que sin embargo no suceden o lo hacen muy lentamente.
Sobre la Planta Social el Gobierno Municipal ha logrado cierta disposición con acuerdos con referentes y asume juntamente una posición de aval y organizador de una situación degradante para las personas que allí trabajan.
El EMSUR presenta en las Plantas CURA y Social acciones muy temperadas, con ritmos de soluciones alejados de las necesidades productivas del sistema y del agobio de la situación laboral de los trabajadores.
La tarea del Gobierno Municipal es alcanzar en forma urgente -en instalaciones que le pertenecen- las condiciones operativas, tecnológicas y laborales dignas para los trabajadores, que al mismo tiempo, devengan en mejoras de las tasas de producción de las plantas.