Los productos de «Precios Cuidados» acordados por el Gobierno con supermercados y otros canales de comercialización están subiendo por encima de la inflación, alertó un informe difundido hoy por el Instituto de Desarrollo Social Argentino (IDESA).

   El trabajo advierte incluso que los incrementos son «difíciles de seguir por parte de los consumidores, por la permanente renovación de marcas y presentaciones».

   El estudio señala que mientras en abril la inflación de los últimos doce meses relevada por el INDEC arrojó 46,3% anual, en el caso de los «Precios Cuidados» fue del 53,4%.

Mientras la inflación se mantiene por encima del 4% mensual, el Gobierno decidió intensificar los acuerdos y controles de precios para tratar de frenarla. 

   La Secretaria de Comercio Interior llegó a un nuevo acuerdo por el precio de la carne y mantiene negociaciones con las cadenas de electrodomésticos.

   También convenció a fabricantes de alimentos para que aporten rebajas en ese rubro clave.

   Y para intentar que la estrategia dé algún resultado, les pidió que los precios estén impresos en el envase del producto, para evitar que los comercios puedan venderlos a un precio mayor.

   «La Argentina tiene una larga historia de acuerdos y controles de precios que en la mayoría de los casos fracasaron», advierte el informe de IDESA. 

   Y explica que, «cuando funcionaron, fue porque estuvieron acompañados de una batería de medidas consistentes de combate a la inflación, y por corto tiempo».

   Precios Cuidados es un listado de productos con presencia en supermercados de todo el país sobre los cuales se fija el precio al que se comprometen vender. 

   «Estos datos muestran que los productos del principal programa de acuerdos de precios impulsados por el Gobierno, tuvieron aumentos superiores a la inflación general y también a la de alimentos», sostiene el reporte. 

   IDESA sostuvo en su informe que «esto muestra que los acuerdos de precios, por sí solos, no bajan la inflación».

   El instituto consideró que «lo más importante para atacar la inflación es adoptar un plan creíble para reducir sosteniblemente el déficit fiscal a fin de generar confianza en que la emisión monetaria se va a morigerar». 

   «Con expectativas de que se dan las condiciones para bajar la emisión, los acuerdos de precios podrían ayudar a contener los precios», indicó.

   Si bien la emisión monetaria (efectivo, cuentas corrientes y cajas de ahorro) sólo aumento 4% en abril, la inflación «se mantiene muy alta por efecto de la enorme emisión que se hizo durante el 2020», alertó.

   El estudio consignó que desde diciembre 2019, el dinero líquido en poder del público «se duplicó, mientras que la producción se contrajo un 10%». 

   Y puntualiza que «como la inflación desde diciembre 2019 fue de sólo 66%, queda aproximadamente un tercio de la emisión que no fue licuada por los aumentos de precios». 

   «Hay más billetes circulando y menos bienes en la economía», explica. 

   Y alerta que «a esta presión inflacionaria se suman las señales que emite el gobierno con relación al futuro, como la reducción del impuesto a las ganancias de las personas humanas -reducirá la recaudación- y aumentar subsidios para controlar las tarifas». 

   «Como si fuera poco, el endeudamiento del Banco Central con pases y Leliqs generan intereses que obligarán a más emisión monetaria en el futuro», anticipa IDESA.

   En esa línea, advierte que programas como Precios Cuidados «tienen sentido si son acompañados con un plan anti-inflacionario consistente, que dé señales claras y creíbles de mayor austeridad fiscal». (NA)


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