Ucrania y Rusia reanudarán este martes conversaciones en persona para tratar de poner fin a la guerra, en medio de persistentes combates y bombardeos y luego de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se manifestara dispuesto a aceptar o evaluar algunos de los reclamos centrales de Moscú.

Antes de las nuevas negociaciones en Turquía, Ucrania informó de continuos enfrentamientos en localidades de la periferia de Kiev, la capital ucraniana, y la sureña ciudad de Mariupol, una de las más destruidas y martirizadas por la invasión lanzada por Rusia hace más de un mes.

En Moscú, el Ministerio de Defensa ruso dijo en su parte diario, al caer la noche, que las fuerzas terrestres y aéreas que actúan en Ucrania derribaron tres aviones de combate y un helicóptero militar y destruyeron 41 instalaciones militares en provincias del norte, este y sur del país vecino.

Se estima que miles de personas, civiles y militares, han muerto en el conflicto, que también ha acarreado enormes pérdidas materiales a Ucrania -que su Gobierno cifró hoy en más de 500.000 millones de dólares- y a Rusia, cuya economía sufre el peso de duras sanciones de Occidente en respuesta a la invasión.

Ucrania y Rusia han mantenido ya varias rondas de negociaciones para tratar de poner fin a las hostilidades, y la que comenzará mañana en Turquía será la primera en persona entre delegados de ambas partes en unas tres semanas, luego de varias celebradas por videoconferencia.

Antes de las negociaciones, Zelesnki dijo ayer que estaba dispuesto a declarar a Ucrania como un Estado neutral y a considerar algún tipo de compromiso respecto al Donbass, la región del este de Ucrania de mayoría rusoparlante, donde el Ejército ucraniano combate a separatistas desde hace ocho años.

Aunque abrió la puerta a posibles concesiones, Zelenski también subrayó que la «soberanía e integridad territorial de Ucrania están fuera de toda duda», aunque no quedó claro cómo podría cuadrar el mantenimiento de la integridad del territorio del país con un compromiso respecto del Donbass.

Rusia exige desde hace tiempo que Ucrania renuncie a ingresar a la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos, algo que Moscú considera una amenaza y que Washington impulsa. El Kremlin quiere que Ucrania no aspire a desarrollar armas atómicas e incluso, que se desmilitarice.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que el otro gran objetivo de la ofensiva en Ucrania es proteger del Ejército ucraniano a los habitantes de las dos provincias separatistas del Donbass, Lugansk y Donetsk, donde más de 14.000 personas han muerto en ocho años de combates.

Zelenski pide además garantías de seguridad futuras para Ucrania.

«Garantías de seguridad y neutralidad, estatus no nuclear para nuestro Estado…estamos listos para ir por ello», dijo Zelenksi ayer en una entrevista con medios de Rusia.

Es la primera vez que el presidente ucraniano se refiere tan directamente a la disposición de aceptar la neutralidad de Ucrania en el marco de una negociación para poner fin a la guerra. Ya había dicho que Ucrania debía asumir que no ingresaría a la OTAN, pero porque países de la alianza no lo querían.

En la entrevista, el mandatario reiteró la necesidad de mantener un encuentro en persona con Putin para poder llegar a un acuerdo.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo hoy que los dos presidentes podrían reunirse, pero solo luego de que se negocien los puntos de un potencial acuerdo.

«El encuentro es necesario una vez que tengamos claridad respecto a soluciones a todos los asuntos clave», dijo Lavrov en una entrevista con medios de Serbia.

El ministro acusó a Ucrania de querer «crear una apariencia de que se llevan a cabo negociaciones, y dijo que Rusia espera resultados concretos de las nuevas negociaciones en Turquía, cuyo inicio anunció para mañana en Estambul. (Telam)


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