(Por Leila Torres) Con 280 litros de pintura y junto a un equipo de ingenieros y arquitectos, los artistas Fernando Lerena y Maximiliano Ledesma completaron la primera etapa de lo que será el mural más grande de la ciudad de Mar del Plata, en un edificio que cuenta con 10 pisos de altura, ubicado en la calle Colón y San Juan, que por ahora sorprende con una imponente gaviota pero espera ampliarse para mediados de marzo.

Bautizado como «Mensajeras» y visible a ras del suelo desde casi un kilómetro de distancia, el mural de Lerena y Ledesma, dos jóvenes de 34 y 32 años respectivamente, está situado en el edificio de Cuarzur V, perteneciente a una desarrolladora inmobiliaria de la ciudad costera bonaerense. Mide 10 pisos de altura y 8 metros de ancho y se trata de un regalo gigante para Mar del Plata con motivo de sus 150 años.

«La oportunidad de pintar el mural supuso un hecho bisagra en nuestra carrera. Como artistas, siempre habíamos soñado con dejar una huella trascendente en la memoria colectiva. Creo que es algo que, en mayor o menor medida, todos los artistas, sean del lenguaje que sean, lo sienten así. Y hacerlo en el marco de los 150 años de la ciudad es mucho más significativo. Todos los días nos llegan historias, mensajes y fotos de la obra. Ya la gente está construyendo su relación personal con ‘Mensajeras'», cuenta Lerena a Télam sobre la importancia de este nuevo mural.

En la conclusión de la primera fase de la obra se puede ver una gaviota en primer plano, con otras más pequeñas en el horizonte, volando sobre un mar azul. Esta imagen representa a la flora, fauna y naturaleza de la ciudad y busca celebrar la conexión entre los seres humanos y la naturaleza.

Para el grupo artístico, esta fase era la más desafiante: «La primera etapa creo que, a nivel de desafío, era la más difícil porque tiene las dos figuras más protagonistas del mural (la gaviota y la gran ola). En ellas dos se va a centrar, a primera vista, la atención de los espectadores. Y uno siempre que empieza una obra nueva, al no haber pintado algo similar antes, tiene que ir trabajando hasta dar con aquello que busca: los colores, el realismo, las formas exactas y los tratamientos», explica Lerena.

La gaviota tiene una mirada penetrante y su plumaje se acerca al realismo de una fotografía. El color, la forma exacta y los distintos tratamientos del soporte, según el artista «en algunas ocasiones cuesta y a 30 metros de altura, algunas veces cuesta más».

Esta nueva obra pictórica de gran tamaño ecualiza con la creciente creación de intervenciones urbanas en la ciudad. La semana pasada quedaron listos una serie de murales emplazados en una manzana en el corazón de la ciudad, entre la histórica Playa Grande y los nuevos barrios del sur. Se trata del nuevo Distrito de Arte y Diseño (DAD), un polo artístico con 20 muralistas de distintos puntos del país al estilo del colorido distrito Wynwood de Miami.

De esta forma, algunos paredones de la ciudad de Mar del Plata se transforman, adoptan nuevas formas y colores y cuentan historias. En pocas semanas, en Colón y San Juan, se podrán descifrar los mensajes de las gaviotas que trae la obra que están terminando ahora Lerena y Ledesma.

Los artistas forman parte de Sismo, un grupo de intervenciones urbanas que desde su creación, hace diez años, ha concretado varios hitos. ¿Qué recuerdan de sus comienzos en 2012? «En aquel entonces, Massi (Maximiliano) y yo estábamos cursando el último año de profesorado en Artes y con otros amigos estábamos muy entusiasmados por hacer y producir arte. Íbamos de acá para allá con exposiciones, intervenciones y poco a poco fue apareciendo el muralismo como lenguaje», cuenta Lerena.

El grupo Sismo fue adquiriendo reconocimiento paulatinamente: «Una cosa fue llevando un poco a la otra, y las ganas de hacer esto como forma de vida siempre fueron un motor muy grande para seguir intentándolo. En el año 2014 nos fuimos a México como invitados de varios eventos de Arte urbano y aprovechamos para viajar por toda Latinoamérica pintando. Eso nos dio una visión muy profunda y comprometida de lo que queríamos hacer como artistas en este mundo», dice el artista.

Uno de los murales que les otorgó más visibilidad fue «De otra galaxia y de mi barrio», un trabajo dedicado a Messi. «Cuando nos enteramos de que Messi se había sacado una foto con nuestro mural en Rosario, no podíamos creerlo. El mejor jugador del mundo en nuestro mural. Fue un sueño cumplido y la confirmación de que había salido todo bien», recuerda Lerena.

Este trabajo fue declarado en junio del 2021 «Patrimonio cultural de la ciudad de Rosario». También se destacaron como artífices de otras obras con temática deportiva. Además de inmortalizar a Messi, eternizaron a Maradona en la obra «Cinco de copas» y fueron los encargados de realizar el primer mural del marplatense Emiliano «Dibu» Martínez.

Sobre pintar ídolos populares, Lerena cuenta que implica una gran responsabilidad. «Si bien todas nuestras obras son una gran responsabilidad, pintar a los máximos ídolos de la gente supone no dar puntada sin hilo. La gente los conoce como si fueran un familiar. Muchas personas han visto más fotos de Messi o del Diego que de algún hermano. Y ni hablar de lo que los quieren. Por eso no podemos equivocarnos», explica.

El grupo volvió a llamar la atención con el mural «Okupas» que referencia, con cuatro carpinchos, a Ley de Humedales y los llevó a estar en la escena mediática nacional. Durante este último año, realizaron más obras que tuvieron como eje al medio ambiente como «Divino Tesoro». (Télam)


Loading...

Something went wrong. Please refresh the page and/or try again.

Deja un comentario

Deja tu comentario