Por: Roberto Garrone

Vestida como pre candidata a Intendente más que como directora ejecutiva de ANSES, esta semana la visita de Fernanda Raverta al muelle 2, acompañada por autoridades de Lamb Weston, y la reunión en las oficinas de TC2, el operador del servicio logístico de la carga exportable, tuvo todos los condimentos de un acto de campaña.

Lamb Weston exportará sus papas fritas desde el puerto de Mar del Plata”, dijo la candidata como una sentencia efímera en un comunicado enviado a las pocas horas.

Los antecedentes en esto de hacer anuncios desde los muelles del puerto no ayudan a la funcionaria/candidata. En enero del 2021 desde la banquina chica, junto con el entonces ministro Martín Guzmán, anunciaron la construcción del muelle 9 con una inversión de 17 millones de dólares que brotarían del Fondo de Garantías de ANSES.

La inflación castiga a las falsas promesas… Fijada en pesos, y sin haber tirado una sola piedra al lado de “puerto piojo”, hace un mes desde el Consorcio Portuario pidieron una actualización presupuestaria. Ha sido una suerte el fracaso del proyecto. El puerto no necesita un muelle nuevo cuando tiene el 30% de los ya existentes tapados por chatarra flotante.

Lamb Weston ya comenzó a levantar la planta fabril en el Parque Industrial, desde donde piensan comenzar a producir y exportar papa frita pre congelada a partir del segundo semestre del año que viene.
Serían algo así como 4500 contenedores anuales -cuando la planta funcione a pleno- que la firma piensa sacar por Mar del Plata. Más que consustanciada con la logística local, Lamb Weston debe cumplir compromisos ambientales referidas a la huella de carbono.

Lo mismo que más temprano que tarde comenzará a presionar a las pesqueras que siguen exportando por el puerto porteño ubicado a 400 kilómetros cuando pueden hacerlo por el que les queda a 20 cuadras y que genera el goteo de cargas por la autovía 2. El 80% de los contenedores que llena la pesca no salen por Mar del Plata.

Lo dijo la propia Raverta/candidata en el comunicado tras la visita. Es una puja constante con la realidad. La Raverta/funcionaria ha sido incapaz de promover el cambio de tendencia que tanto lamenta la Raverta/candidata. Fundamentalmente porque el Presidente del Consorcio llegó a ese sillón por decisión de la titular de ANSES.

¿Qué se ha hecho en estos tres años y medio para frenar el goteo?. Poco y nada más allá de declaraciones, como la de Axel allá por octubre del 2020, cuando abrazó el sentido común y mencionó la necesidad de que las cargas exportables salgan desde los puertos donde se generan.

TC2, que debería recibir el aluvión de contenedores, ocupa las plazoletas con un permiso de uso precario por un par de años. La promesa de licitar el servicio logístico va a encontrar a Felizia prendiendo velas a la suerte de Axel en octubre.

El Presidente del Consorcio dijo que se licitaría antes de las elecciones de medio término. Después. A mediados del 2022. A fin de ese año. “Estamos trabajando…”, decían en ese momento. “Tenemos que terminar redacción y especificaciones del pliego”, dicen ahora.

Ya estamos con un pie en las PASO y allegados a Felizia reconocen que no llegan para agosto y como tiene que atravesar la auditoría de los organismos de la Constitución, pocos piensan que pueda estar lista en diciembre. Quizás los marineros del “Holmberg” cobren el remolque del “Angelescu” o pueda completar la Global de Merluza, lo que ocurra primero, y el pliego todavía siga siendo una deuda pendiente.

El argumento por la demora es que se pusieron a evaluar qué tipo de grúa debe adosarse al muelle para poder atender barcos sin grúas propias como las que tienen los buques que entran hoy al puerto. Más de dos años después de haber asumido, digamos todo.

Sería un error pensar que la grúa en muelle puede cambiar el paradigma. El puerto debe defender la carga que genera y encarar un dragado para profundizar su canal de acceso de modo de poder recibir barcos más grandes. Sin cargas ni barcos la grúa será un objeto de decoración como el edificio de la Terminal de Cruceros.

El esquema de la licitación sería similar al aplicado a los astilleros. El tiempo de contrato atado al plan de inversiones y el permisioanrio con derecho de preferencia. Si bien son varios los puntos de discordia entre las autoridades y el operador –puerta de ingreso propio y exclusivo-, el principal es la privatización o no de la sección octava en el muelle 2.

El privado considera vital el muelle para generar un desarrollo y promoción con la carga que le permita ser rentable en su estructura del negocio. Hoy pagan más de 6 millones mensuales de costos fijos y la caída en el movimiento de contenedores fue de más del 60% en el primer semestre. Nadie resiste mucho tiempo con esos números en rojo mientras ven pasar la carga arriba de camiones.

Qué hará Felizia con el muelle es un misterio. Los operadores dicen que les ha dicho que se los entregará pero en el programa “Desde el Muelle” dijo que siempre será público aunque el operador puede disponer cuando lo necesite. En esa nebulosa entra otro factor en escena: la falta de espacio en los muelles interiores.

Más allá de mostrar una política mucho más activa que la de Merlini a la hora de retirar chatarra flotante -con Felizia el puerto se ha desechado de algunos barcos- pero son tantos los inactivos que operativamente no se siente la diferencia.

Donde no hay chatarra hay barcos en reparaciones en áreas vitales. Ahora el Stella Maris se pondría en seco en agosto.
Esta semana estuvo en rada el “Ocean Crown”. El buque de 190 metros de eslora hizo víveres, subió algunos caños y recursos humanos para hacer una reparación. Todo a pocos metros de la costa, sin entrar a puerto.

En el Consorcio aseguran que el barco no pidió giro. Y que hubiesen tenido lugar para el amarre si así lo hubiesen solicitado.

Difícil saber dónde hubiese amarado porque eso no ocurrió. Tal vez el barco no quiso sumar más costos: si entraba hubiese tenido que correrse unas horas para darle lugar al “London Trader” que amarró el lunes. ¿Así funcionará la industria off shore; desde lejos?

En esta realidad portuaria con poco espacio, chatarra flotante por doquier, barros contaminados, elevador de granos enclenque, silos abandonados, muelle 2 detonado por una obra de cloacas que también necesita del reajuste presupuestario para tapar la zanja y con poco interés en apurar la licitación que le daría previsibilidad al operador de la carga de Lamb Weston,

Raverta/candidata, salió a repartir un título para los medios. Ojalá un día estos títulos de campaña sean verdaderas políticas públicas como las que necesita el puerto.

Buen domingo

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