Desde la autorización por parte del municipio para que más rubros y actividades queden exceptuados del Aislamiento Social y Oblgatorio, el movimiento en las calles de Mar del Plata se ha ido incrementando considerablemente.
Aunque uno de los pedidos hechos por las autoridades gubernamentales es la de desalentar el uso del transporte público, cada vez se observa una mayor demanda del servicio.
Sin embargo, las frecuencias de las distintas líneas no se han modificado y eso conlleva a que mucha gente deba esperar en una parada hasta 40 o 45 minutos de espera y si tiene la suerte que el colectivo tenga asientos desocupados.
Cabe recordar que, los choferes no están autorizados a llevar pasajeros parados, aunque en los últimos días se pudo apreciar cierta flexibilización de esa medida.
Mario Vásquez es un habitual usuario del servicio de colectivos en Mar del Plata compartió con PUNTONOTICIAS su profundo malestar por lo que se está viviendo con el transporte público.
«Hay un decreto del municipio que dice que los colectivos no pueden llevar gente parada. A pesar de eso, las empresas juegan con los usuarios y se ríen, porque la frecuencia de las unidades es realmente vergonzosa, línea 531/532 más de 40 minutos de espera, línea 715/720 más de 65 minutos de espera, por poner algunos ejemplos de lo que tiene que vivir una persona para poder ir a trabajar o volver a su casa. Nadie controla nada, y en plena pandemia siempre ganan los mismos y pierden los usuarios», manifestó Mario.
Como muchas personas, Mario está exceptuado desde el día 1 de la cuarentena, para ayudar a que todo funcione lo mejor posible, «pero hoy está claro que a veces se hace muy difícil cumplir la función si el municipio no asegura como mínimo el transporte público para poder ir a trabajar, transporte que uno utiliza porque no tiene otro medio u otra opción».
«Si bien siempre el transporte público deja mucho que desear, está claro que esta situación está siendo usada para seguir perjudicando a los usuarios. ¿Es normal esperar 65 minutos un colectivo y cuando pasa, tener que esperar otro porque está lleno y no lleva gente parada?», se preguntó.
Mario reconoció haber realizado varios reclamos al municipio, sin encontrar solución. «¿Quién debe controlar estos abusos? No puede ser que una empresa no respete la frecuencia en plena pandemia con decreto de no viajar parado, las unidades no van llenas, y para bien de ellas, alargan la frecuencia», concluyó.