La Diócesis de Mar del Plata realizó este sábado la 52ª Marcha de la Esperanza, bajo el lema “Madre, danos amor para caminar con esperanza”, en lo que fue —según destacaron desde la organización— una de las ediciones más multitudinarias de su historia.

Miles de fieles caminaron desde la Gruta de Lourdes del Puerto hasta la Catedral, renovando una tradición iniciada en 1975 durante el episcopado del entonces obispo Eduardo Pironio, hoy beato.

El recorrido incluyó las tradicionales paradas en las parroquias San Antonio, Jesús Obrero, San José y Asunción de la Virgen, donde cada comunidad preparó gestos propios y recibió la bendición de sus párrocos.

En esta última se vivió un momento especialmente significativo con la bendición de una nueva imagen del beato Pironio. Allí se recordó el milagro atribuido a su intercesión —ocurrido en el Hospital Materno Infantil que rodea la parroquia— y estuvo presente Juan Manuel Franco, quien recibió esa gracia en la infancia y marchó junto a su familia.

La peregrinación culminó con la misa presidida por el obispo diocesano, Mons. Ernesto Giobando sj, quien invitó a abrir el corazón al mensaje de Dios en este tiempo de Adviento. Recordó que es necesario “dejar que el Ángel de Dios llegue a nuestra casa, a nuestra tierra, a nuestra ciudad de Mar del Plata, tiene una buena noticia que traernos, abramos nuestras puertas: el corazón, la conciencia, nuestra misma casa y dejemos entrar al mensajero de Dios”, y destacó la actitud de María, de quien dijo que “estaba preparada para ese encuentro, el Ángel Gabriel no la encontró distraída ni dispersa, ella estaba con su lámpara encendida aguardando la llegada de la salvación.”

Además, subrayó su fortaleza interior afirmando que en el corazón de María “cabía la esperanza de un Pueblo que no se rendía a los vaivenes de los poderosos, ella confiaba como los humildes de la tierra, sabía poner sus ojos y sus sueños en el Dios todopoderoso y rico en misericordia, que hace grandes cosas cuando lo dejamos obrar.”

En continuidad con ese llamado a caminar en fe, el obispo expresó que “‘Alégrate María, llena eres de gracia’, benditas palabras que resuenan en esta Marcha de la Esperanza: ¡Alégrate María! ¡Alégrate Iglesia de Mar del Plata, el Señor está con nosotros! Nadie nos quitará la esperanza, esa esperanza que no defrauda, la que nos hace caminar como Pueblo de Dios en este Año Santo, paso a paso, a veces con dolor, otras veces corriendo al encuentro y al abrazo.” A su vez, recordó que “una Iglesia que camina es una Iglesia en salida, como nos decía el querido Papa Francisco, un caminante, un callejero de las periferias, allí tenemos que ir, en esas encrucijadas debemos estar: esa es nuestra misión.”

Finalmente, Mons. Giobando llamó a cultivar una cultura de paz y diálogo, señalando que “estamos acostumbrados a los monólogos, a las palabras huecas y sin respaldo ético. ‘Desarmar las palabras’ nos pide el Papa León, porque estamos acostumbrándonos a la violencia y a la descalificación, hay que habitar las redes y transmitir palabras de aliento y cercanía: ‘donde haya odio, pongamos amor’, rezamos con San Francisco de Asís.” Invitó también a vivir la reconciliación dentro de la comunidad, recordando que “aprendamos el lenguaje de la reconciliación: no sólo disculpas, sino perdón. Perdón por la falta de comunión, perdón por no ser artesanos de la unidad. Que María nos conceda la gracia de la unidad en el amor.”


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