Por: Roberto Garrone
La primera semana completa del año nuevo tampoco parió el documento que buena parte de la industria pesquera anticipaba como respuesta a la luz verde que emitió el gobierno nacional para la exploración off shore en los tres bloques de la Cuenca Argentina Norte.
El silencio también es un mensaje, una forma de comunicación y es la que parece haber adoptado la pesca nacional. Parecen haber elegido la vía administrativa antes que la mediática.
José Esain, abogado que patrocinó a la Intercámara de la Pesca en su impugnación ante Medio Ambiente a los estudios de impacto ambiental presentados por Equinor, anticipó en “Desde el Muelle” que pedirán acceso a los informes que le permitieron a Juan Cabandie rubricar la Resolución 436.
Si por estos días hubo un mayor respaldo mediático a la iniciativa oficial que habían iniciado desde el sector energético, ahora del propio gobierno que más allá de las dudas persistentes sobre los controles y su eficacia con que fiscalizarán el posible desarrollo off shore. No hay que perder de vista eso: todo ahora es potencial.
Ya habrá tiempo de que se profundice la grieta en caso de algún hallazgo interesante. Luego quedará ver cuánto el gobierno está dispuesto a subsidiar a las petroleras. Si ya lo hace en Vaca Muerta, que es una explotación digamos convencional, lo que costará producir en alta mar. Pero no nos adelantemos.
La última jugada fue la presentación de un amparo ambiental colectivo desde la Casa del Trabajador ante el Juzgado Federal de feria en Mar del Plata para que suspenda la Resolución. Ya veremos cuánto hilo tiene en el carretel.
El que se movió con soltura por las calles del puerto fue Daniel Scioli en la mañana de Reyes Magos. Como si el fracaso estrepitoso, o negocio colosal, de la Terminal de Cruceros se hubiese evaporado del horizonte. De su interés seguro. Ya no camina tan seguido por la Escollera Norte como cuando era Gobernador y acompañado por Gustavo Pulti vanagloriaban la industria de cruceros. Hermosos…
El embajador estrella de la diplomacia argentina, quien logró que Brasil levante la barrera para el langostino patagónico, paseo su discurso optimista y esperanzador por algunas reconocidas empresas del puerto. Igual la prensa que le hizo guardia en SPI no le preguntó por la Terminal sin cruceros ni por la exploración off shore.
Siempre acompañado por su fiel ladero “Manino”…¿Dónde quedaron esos guardianes ambientales todos vestiditos de naranja línea Aire y Sol que salían a limpiar playas y espacios públicos? Hoy serían aliados invalorables de los ambientalistas. Claro que, posiblemente, Rodolfo se haya parado del otro lado de la grieta, ahora que también es “Albertista”. Los beneficios de la versatilidad ideológica.
Daniel Embajador recorrió la conservera Marechiare, una de las cinco que quedan todavía en pie en Mar del Plata. Tal vez inmerso en ese discurso pro exportador tuvo un pifie cuando dijo que la caballa era uno de los productos que podía incrementar su exportación.
Puede que haya escuchado mal o no entendido bien. Argentina no exporta conservas en lata, sí anchoíta, que es una especie pelágica como la caballa, pero con sal y en barriles de 400 kilos. Nuestro país sufre con la importación, a veces indiscriminada, de latas importadas, en muchos casos ingresan al país con cero aranceles.
En la conservera, como en todas las industrias y hasta en la flota pesquera donde cuesta conformar tripulaciones para salir a pescar, le están haciendo frente a la falta de trabajadores como consecuencia de la tercera ola de covid.
De un 3% de ausentismo saltaron a un 20% por estos días entre contagiados y contactos estrechos, mientras las lanchas amarillas todavía entregan materia prima fresca. Con la mayoría de los frigoríficos inactivos y con el personal de vacaciones, habrá que ver cómo se da la vuelta al trabajo. O cuántos vuelven.
La agenda indoor del Embajador incluyó otro contacto con la industria pesquera. De local en el Hermitage recibió a referentes del sector y las trabas a las exportaciones de merluza a Brasil estuvo entre los temas de conversación.
El organismo sanitario brasileño ha extremado controles para sus importaciones de pescados desde el segundo semestre del 2021 y ha detectado un alto nivel de parásitos en algunos envíos desde Mar del Plata. El trabajo conjunto del Agregado Agrícola en la Embajada, SENASA y los propios frigoríficos locales que mejoraron sus procedimientos internos, generaron que la situación mejore un poco pero no tanto como para que deje de ser una preocupación.
Dany resaltó cada vez que pudo un crecimiento en las exportaciones argentinas a Brasil y un saldo favorable en la balanza comercial con el principal socio del Mercosur. En términos pesqueros hasta los primeros 10 meses del año se observa un crecimiento tanto de los volúmenes como de las divisas generadas. Pero creo que tiene más que ver con la merluza que con el langostino.
En el 2020 entre enero y octubre se despacharon 23067 toneladas a Brasil que generaron 60,5 millones de dólares. En el mismo período, de este año, los números crecieron un poco: 25460 toneladas y 67,5 millones de dólares.
Este crecimiento ocurre a pesar que el mes de octubre fue negativo para las exportaciones pesqueras, justamente por estas trabas que aducen los frigoríficos nucleados en Cafrexport, desde donde refieren rechazos hasta por cajas mal rotuladas. Ese mes se exportaron 2 mil toneladas a Brasil cuando en octubre del 2020 habían sido 2945 toneladas.
Para suerte de los exportadores se ha venido recuperando el precio de la merluza hubbsi. Y de las 23 mil toneladas de productos pesqueros que compró Brasil, 19270 toneladas fue merluza común en filetes. Lo demás se reparte entre abadejo, pescadilla y langostino.
El filete de merluza tuvo un valor promedio de 2811 dólares la tonelada, un 3,4% más que el año pasado. El problema es que la variación del dólar oficial, al que se liquidan las exportaciones, fue del 25% el año pasado y la inflación en pesos roza el 50%. Con esta inflación es dólares es muy difícil cumplirle los deseos al Embajador e incrementar las exportaciones pesqueras a Brasil.