Por: Roberto Garrone
A pesar que el capítulo de la pesca que contenía el proyecto reformista a la 24.922 se bajó del Ómnibus y su próximo intento de ser aprobado en Diputados, el sector pesquero no debería bajar los brazos y mantenerse en alerta.
El caso TAI AN exhibe de manera tangible y como botón de muestra, hasta donde llega el intento desregulatorio que el gobierno libertario busca aplicar a la economía en general y a la pesca en particular.
No importa pescar 163 mil kilos de merluza negra sin tener cuota para poder pescarla. No importa registrar antecedentes de pesca dirigida a merluza negra y capturarla como pesca incidental. No importa que más de la mitad de la captura hayan sido ejemplares juveniles, que no llegaron a madurar sexualmente como para poder reproducirse.
La primera reacción de la autoridad de aplicación ante el caso, que salta por fotos que un marinero compartió en redes sociales con merluza negra en la línea de producción, no fue ordenar que el buque vuelva a puerto. Juan Antonio López Cazorla le ordenó abandonar la zona de pesca donde estaba operando pero lo dejó seguir pescando una semana más.
Fuentes extraoficiales en las últimas horas aseguraban que la carga de merluza negra sería interdicta, el buque quedaría 45 días amarrado en muelle con el despacho a la pesca suspendido y se le aplicaría una multa de 300 mil UP. 1 UP tiene el valor de un litro de combustible al valor de octubre pasado. Una ganga. Encima podría allanarse y pagar la mitad y estar la mitad de días sin salir a pescar.
Hay que tener cuidado dónde va la carga interdicta porque no hay mucha disponibilidad para almacenarla en Ushuaia. Hay cosas más preocupantes como declaraciones de López Cazorla sobre caerle con todo el peso de la ley a la empresa. El Subsecretario de Pesca es el juez en esta historia. La imputación debería hacerla el área de control y fiscalización pero ahí no hay nadie.
Renunciado Julián Suárez, el único con un rango similar es Juan Buono, como Director Nacional de Administración Pesquera, a los 74 años, “Pepino”, debería llevar adelante el sumario y presentar todas las pruebas en contra del buque de Prodesur para que el Subsecretario decida la sanción. Sanción que ya le anticipó a distintos actores de la industria.
Pero los motivos de indulgencia para el TAI AN exceden a López Cazorla. Pablo Ferrara, el sobrino de corazón de Diana Mondino, renunció a su cargo en Cancillería luego que se filtrara que había presionado a Julián Suárez, otro de los renunciados de la semana, para que el ahora ex Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera no intervenga en el caso. ¿Ferrara actuó solo o en nombre de alguien?
Habrá que esperar si Diana finalmente le acepta la renuncia a su sobrino del corazón tras el regreso de Vietnam. Tan querido que ya lo había designado para ocupar una de las sillas del Consejo Federal Pesquero.
Para semejante latrocinio del TAI AN, en un país normal se le debería sacar el permiso de pesca. Pero no somos un país normal. En un país normal Prodesur no hubiese hecho lo que hizo. Lo llevó a cabo porque en algún resorte del estado, provincial o nacional, hubo quien le garantizó un blindaje administrativo e impunidad jurídica para salir airoso del robo y matanza de juveniles de merluza negra.
Hoy el caso del arrastrero surimero se ha nacionalizado mediáticamente y los focos sobre el TAI AN iluminan con mayor potencia. Lo que no alcanzan a iluminar quizás sea la debilitad política de López Cazorla y del propio secretario de Agricultura, Fernando Vilella, quien esta semana por poco tuvo que pedir disculpas a un referente del ejército de trolls libertarios por un “me gusta” equivocado en Twitter.
La Secretaría está cooptada por el Ministerio de Economía y no hay margen para decisiones propias que no cuenten con el aval de Toto Caputo y su equipo. Por eso dan ternura las explicaciones de los directivos del INIDEP cuando dicen que no saben de ninguna lista de contratos que no se renovarán a partir del 31 de marzo. Lamentablemente esta semana tendremos desagradables noticias.
Al punto es el interés del Ministro por intervenir en la actividad pesquera que ya había designado como representante del Poder Ejecutivo en el CFP a Juan Pazos, secretario de Coordinación del Ministerio de Economía.
Pazos viene del mundo textil, no tiene idea de la pesca pero eso no es problema. El objetivo, con o sin consejo funcionando, será desregular la actividad, que cada uno pueda hacer lo que le parezca aunque eso implique llevarse puesto de sombrero la sustentabilidad de los principales recursos. Si lo que pretender para el resto es el desastre que hizo el TAI AN, arrancaron dejando la vara muy alta.
En las últimas horas se conoció el segundo representante que designará Milei para ser su representante en el Consejo. Era la silla que había pedido Nacho Torres cuando todavía decía influir en las decisiones políticas del nuevo gobierno. Que tiempos aquellos…
El lugar se reservó para Martin Fernández, un nombre y apellido que cuesta mucho distinguir al buscar sus antecedentes entre tantos homónimos. Hay que adosarle el apellido del ministro de Economía y brotan señales.
Fernández es otro hombre de estrecha confianza de Caputo y a diferencia de Pazos, ya conoce los pasillos de Agricultura. Se desempeña en rol de comisariato administrativo y presupuestario de la Secretaría, Fernández hace que las figuras de Vilella y López Cazorla formen parte del decorado. Puro cartón pintado.
Buen domingo