Cristina Fernández de Kirchner se refirió por primera vez a la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, realizada por la ex primera dama, Fabiola Yañez.
En un largo posteo publicado en sus redes sociales, sostuvo que las fotos que reflejan las agresiones «delatan lo más sórdido y oscuro de la condición humana«.
A su vez, aseguró que Fernández —dirigente que ella misma postuló para ser Jefe de Estado y a quien acompañó en la fórmula en las elecciones— «no fue un buen presidente».
Con relación a la denuncia, sostuvo que «la misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos».
Por otro lado, hizo un comentario autorreferencial y sostuvo que ella fue y sigue siendo objeto «de las peores violencias verbales y políticas». «Hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1 de septiembre del 2022«, recordó.
«Expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia», indicó.
El texto completo
«Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando De La Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología.
Pero las imágenes que vimos ayer por la noche transmitidas por los medios de comunicación en virtual cadena nacional, en lo que constituye una verdadera revictimización de la denunciante, SON OTRA COSA.
Las fotos de la Sra. Fabiola Yañez con hematomas en su cuerpo y rostro junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el ex Presidente, no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana. Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle ésta en un palacio o en una choza.
La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos.
En lo personal y como mujer que ha sido objeto (y lo sigue siendo) de las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1 de septiembre del 2022, expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia, sin olvidar las palabras que Francisco me dijo al día siguiente de aquel hecho: ‘Toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal'»