Mar del Plata, 1 de febrero de 2025. En un contexto de creciente incertidumbre y crisis sin precedentes para la flota fresquera de altura, el Astillero Naval Federico Contessi y Cía. S.A. llevó a cabo su botadura número 151 con la incorporación del buque pesquero «MARLENE DEL CARMEN».
Lejos de ser una celebración sin matices, el evento estuvo marcado por la preocupación y la inquietud de los actores del sector ante el crítico panorama económico que atraviesa la industria pesquera y naval.
El buque, que operará desde el puerto de Comodoro Rivadavia, Chubut, fue bautizado por Karina Haydee Tascon, madrina de la embarcación, en presencia de autoridades y referentes del sector.
Diseñado para reemplazar al veterano «María Rita», esta nueva embarcación simboliza no sólo la modernización de la flota, sino la lucha desesperada de los armadores por sostener sus operaciones en medio de condiciones económicas cada vez más asfixiantes.
El B/P “Marlene del Carmen”, construido en acero y aluminio naval, es un fresquero multipropósito de 25,50 metros de eslora. Su tecnología avanzada lo hace un ejemplo de eficiencia y seguridad, pero su puesta en marcha no está exenta de enormes dificultades. Su armador enfrenta el desafío de operar en un mercado cada vez más desfavorable, donde los costos aumentan sin control y la rentabilidad es nula.
La Pesca Nacional a borde del colapso
En su discurso, Domingo Contessi, presidente del astillero, lanzó una fuerte advertencia: «La Pesca Argentina es una, pero no es toda igual. Y si bien la crisis afecta la rentabilidad de todos sus sectores, para algunos la situación ya es insostenible. La flota fresquera está al borde del colapso, con plantas procesadoras que cierran, barcos que operan a pérdida y una industria entera que lucha por sobrevivir».
En tal sentido Contessi no dudó en referirse a las políticas que han agravado la situación de la pesca: «Se nos prometió que aquellos que tuvieran una micro eficiente podrían subsistir, pero en la pesca esto no se está cumpliendo. Los ingresos dependen de un tipo de cambio oficial manipulado mientras los costos están completamente liberados. No sólo no se redujeron los Derechos de Exportación, sino que se aumentaron impuestos (DUE) y se creó una nueva tasa exorbitante.»
Pese a todo, Contessi insiste en la necesidad de diálogo y medidas urgentes: «Quiero creer que lo que nos está pasando NO es fruto de un plan premeditado y que estamos siendo víctimas del ‘fuego amigo’, por desconocimiento y prejuicio. Por ello no podemos seguir callando. Tenemos que explicarle a la sociedad y a la clase política qué es la pesca y qué es la industria naval. Necesitamos recuperar competitividad y se puede hacer con medidas de desregulación, pero para ello debemos ser escuchados antes de que sea demasiado tarde».
Y el empresario naval también remarcó: “No todo depende del Estado, por ello hoy vemos auspiciosamente que 6 cámaras pesqueras hayan sacado un documento conjunto donde no se quedan en la descripción de la crisis, sino que establecen una agenda de diálogo con todos los sectores. Si queremos que la rueda de la pesca fresquera siga girando todos deberemos ceder un poco para adaptarnos a esta nueva realidad”.
El presidente del Directorio del Astillero también mostró su preocupación por el futuro específico de la Industria Naval y del proceso de renovación de la flota pesquera, ya que además de la crisis de la pesca se suma otra amenaza latente con la posibilidad de que retorne la importación de barcos usados: “Hemos crecido haciendo productos de calidad internacional, financiándolos y compitiendo en inferioridad de condiciones con astilleros extranjeros que tienen economías estables, estructuras de crédito y subsidios. En el pasado, cuando solo sobrevivimos, fue porque se nos sometió a la competencia más desleal que existe: la del buque usado. Por ende esta industria lejos está de ‘cazar en el zoológico’ se defendió siempre en la selva más extrema. Derogar o flexibilizar en este contexto la Res. 909/94 no solo sería dejarnos desnudos y sin armas en el medio de la selva, sería el tiro de gracia para la Industria Naval Argentina”.
Esperanza en medio de la incertidumbre
El acto contó con la presencia de numerosas personalidades del ámbito público y privado, entre los que se destacan el Vicegobernador de la Provincia de Chubut, Dr. Gustavo Menna; la Diputada Nacional María Cecilia Ibañez; el Diputado Provincial Gustavo Pulti; el Secretario de Pesca de la Provincia de Chubut, Andrés Arbeletche. También acompañaron la botadura el Presidente de ADIMRA, Ing. Elio del Ré y el Presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina, Ing. Marcos de Monte.
El Vicegobernador de Chubut, Gustavo Menna, destacó la importancia de la botadura del astillero Contessi y el esfuerzo del Grupo Santander, afirmando: «Es importante también para el puerto de Comodoro, para la actividad fresquera, para la actividad pesquera en general de la provincia de Chubut». Subrayó que «hay que acompañar este esfuerzo de un sector que aporta tanto y que está en esta crisis». Además, sostuvo que «el Secretario de Pesca Provincial ha planteado formalmente la eliminación de los derechos de exportación, porque la pesca merece el mismo tratamiento que ha tenido la agroindustria».
Menna resaltó la necesidad de proteger la industria naval y evitar «la entrada irrestricta de embarcaciones usadas», mencionando la aprobación de una ley provincial de fomento de la industria naval que la exime de impuestos provinciales.
El acto culminó con el bautismo del B/P «Marlene del Carmen», pero el ambiente estuvo lejos de ser de júbilo. La incertidumbre sobre el futuro pesa sobre cada nuevo proyecto, y el temor a la paralización total de la Industria Naval y de parte de la pesca es cada vez más real. «Que Dios proteja a este barco, a su tripulación y a todos los que trabajaron en su construcción», cerró Contessi, con la esperanza de que no sea la última botadura de un fresquero en mucho tiempo.
Fotografías: Alfredo Cardozo
Drone: Pablo Funes