Con una instancia integradora y prácticas en simulación, se realizó el cierre del Curso Inicial de Socorrista Urbano, una capacitación gratuita que reunió a bomberos, personal de Defensa Civil, de la Dirección de Riesgos Especiales, estudiantes de medicina, enfermería, técnicos matriculados y vecinos interesados en adquirir herramientas para intervenir con seguridad en situaciones críticas.
Diecinueve personas recibieron sus diplomas y certificación internacional AIDER, tras haber completado cuatro jornadas intensivas de trabajo.
La actividad se desarrolló en la sede del Colegio de Técnicos del Distrito V quién la organizó de manera conjunta con Defensa Civil del Municipio de General Pueyrredon y el instructor Juan Hay.
“El objetivo es simple: salvar una vida”
A lo largo de los módulos se abordaron contenidos básicos y fundamentales como Reanimación Cardiopulmonar (RCP), desobstrucción de vía aérea (OVA), Soporte Vital Básico (SVB–BLS), uso de Desfibrilador Externo Automático (DEA), control inicial de hemorragias, manejo de lesiones en tejidos blandos, inmovilización en casos de fracturas y protocolos de actuación ante quemaduras, intoxicaciones, electrocuciones e incidentes cotidianos o viales.
“El objetivo de una capacitación de primeros socorros es simple: salvar una vida. Si estamos frente a un paro cardíaco o una hemorragia grave, la persona capacitada en cursos como este, tendrá el conocimiento para intervenir de manera segura y efectiva” destacó el instructor.
Además remarcó que una adecuada y rápida intervención es clave dado que hay casos en los que la diferencia entre la vida y la muerte es “cuestión de minutos”. En ese sentido explicó que “saber qué hacer en los primeros minutos de una emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En un paro cardíaco no podemos esperar a la ambulancia. Tenemos cuatro minutos para iniciar maniobras de RCP. Después de ese tiempo comienzan los daños cerebrales por falta de oxígeno y, a los diez minutos, la situación ya es prácticamente incompatible con la vida”.
Además de este ejemplo, los conocimientos son importantes en caso de toparnos con distintos tipos de incidentes viales, accidentes domésticos, entre otros. “Trabajamos hipotermia, hipertermia, intoxicaciones, quemaduras, fracturas, inmovilización y criterios para decidir si una persona debe o no ser trasladada. Es un abanico amplio de problemas que pueden aparecer en cualquier contexto, desde la cocina de una casa hasta la vía pública” apuntó Hay.
“Nadie espera enfrentarse a un accidente, pero son situaciones que pueden ocurrir de forma inesperada como un choque, una quemadura con agua caliente, una electrocución. Cuanto más preparados estemos, mayores serán las chances de minimizar daños”.
“Nuestro objetivo es continuar difundiendo estas herramientas. Esta es solo la introducción, un primer paso. Si las personas se enganchan, les gusta el tema, hay mucho para seguir profundizando” indicó para finalizar.
“Estamos muy conformes con la convocatoria y los resultados de esta capacitación y planeamos continuar ofreciendo estos espacios el año que viene” señaló la vocal del Colegio de Técnicos Yamila Riva.
Está es una de las acciones que el Colegio lleva adelante en el marco del compromiso institucional con la responsabilidad social, promoviendo espacios en los que matriculados y comunidad en general puedan involucrarse activamente en causas de bien común.