Luego de una jornada con triunfos opositores y oficialistas en la Cámara de Diputados, el Senado desafió con una nueva convocatoria al Gobierno, cuyos legisladores aludirán al equilibrio fiscal para intentar frenar la aprobación de proyectos que aumentan fondos para hospitales pediátricos y universidades nacionales.
En el inicio de la sesión, la oposición logró rechazar cinco decretos de Javier Milei oficializadas en la última semana de sus facultades delegadas. El Presidente ya no podrá volver a tomar esa medida este año.
El Senado se opuso a la intervención de organismos públicos autárquicos que fueron absorbidos por carteras del Ejecutivo. Esto implicó el rechazo a los decretos 351/2025 (Banco Nacional de Datos Genéticos), el 340/2025 (Marina Mercante) y el 345/2025 (Instituto Nacional del Teatro, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
También confrontaron contra decretos que ya habían sido judicializados, como el 461/2025 (Vialidad Nacional, Agencia Nacional de Seguridad Vial y Comisión Nacional de Regulación del Transporte) y el 462/2025 (INTI, INTA, INPI, ARICCAME, INASE e INV).
A la hora de votar el decreto 462/2025, 59 senadores votaron a favor de rechazarlo, 10 en contra y hubo dos abstenciones (Juan Carlos Romero y Carolina Losada: el salteño reiteró abstenciones, mientras que la santafesina votó como el oficialismo en los tratamientos restantes).
Todos los bloques peronistas, los provincialistas, la mayoría del PRO y el radicalismo avanzaron contra las decisiones del Ejecutivo. En tanto que el respaldo a Casa Rosada se distribuyó entre el bloque de La Libertad Avanza y la cordobesa Carmen Álvarez Rivero (PRO). La neuquina Lucila Crexell se ausentó de todas las votaciones.
El resultado tuvo similares resultados en el tratamiento del decreto 345/2025 (57-13-1, mayor respaldo del PRO a los decretos); decreto 351/2025 (58-12-1); decreto 340/2025 (55-13-3, se sumaron abstenciones misioneras); y el decreto 461/2025 (60-10-1). El oficialismo contó con Losada -representante del Senado en el Consejo de Mayo- como principal alineada y única fractura dentro de la UCR, además de Álvarez Rivero y las abstenciones de Romero (quien termina mandato en diciembre). El PRO lo acompañó de forma exigua.