Por: Roberto Garrone
“Por qué no habrá elegido al otro frigorífico”, reflexiona José Luis en la sala de espera del primer piso de la delegación Mar del Plata del Ministerio de Trabajo bonaerense. Lo que espera este filetero de 42 años y más de 15 cortando pescado en negro en la fasonera “San Francisco”, lo esperan casi 200 trabajadores ligados a Gaveteco. A esta altura aguardan por un milagro.
La que debería haber elegido el otro frigorífico entre las opciones de compra es Yoo Ki Soo, empresaria coreana de 47 años, “Estrella” entre las mesas de corte de la fasonera, la línea de envase de Gaveteco y los muelles del puerto donde manda a comprar pescado fresco.
O compraba, porque hace mucho que sus proveedores de materia prima ya no le venden. Entre los cheques sin fondo que libró Gaveteco hasta octubre del año pasado en que sus cuentas fueron embargadas por AFIP, y los que emitió “Ocean Star SA”, la empresa que también tiene a la coreana como socia principal, la deuda suma más de mil millones de pesos.
“Estrella” se decidió por Gaveteco porque procesaba y exportaba raya, un producto demandado en su país natal. Con el tiempo y sus desmanejos, esa puerta también se cerró para siempre.
La deuda de “Estrella” no incluye lo que debe a sus obreros ni en aportes previsionales ni de obra social y mucho menos la cuota sindical de los trabajadores que tiene bajo relación de dependencia. “Estrella” utiliza a las delegadas del personal efectivo para alimentar expectativas y bajar decibeles a la crisis social que puede generar su evaporación de Mar del Plata. Esta semana los obreros se hartaron de todos.
Las esquirlas del conflicto en Gaveteco al Secretario de la Producción de la comuna le llegaron direccionadas desde la propia cartera laboral bonaerense. “Exijan que intervenga”, les dijo Daniel Bussico. Muro se limitó a escuchar con cara de circunstancias. Fernando Muro ni siquiera pudo comprometerse con bolsones de comida.
¿Hay muchas Gaveteco a punto de estallar en Mar del Plata y regar a la calle cientos de obreros del pescado? Hay varias en dificultades, propias de un sector cuya rentabilidad se evapora con atraso cambiario e inflación en dólares.
Sin ir más lejos, Frigorífico del Sud Este hace más de un año pudo eludir la quiebra con gestión y cintura financiera de Ciro D´Antonio y la Cooperativa Del Norte, el aval del gremio y de la Sindicatura para salvar casi 120 fuentes laborales que hoy se mantienen ocupadas con el reproceso de merluza y langostino.
Los que luchan todos los días para conseguir pescado, cortarlo, congelarlo y venderlo al exterior o en mercado interno están en medio de la trinchera. Sobrevivir en este contexto es un desafío cotidiano.
No es el caso de “Estrella”, quien nunca se adaptó a Mar del Plata y maneja la empresa a distancia, desde sus oficinas en CABA. La intermediación en esta industria no es la mejor estrategia para seguir con vida en el negocio. Solo viene a apagar incendios. El de esta semana ya estaba fuera de control.
“La coreana no es boluda, sabe del negocio pero acá la recontra cagaron, la misma gente que tenía en Gaveteco. Pagó remitos de merluza y raya que nunca llegó a la mesa de corte”, cuenta un proveedor de pescado que la conoce hace años y siempre le vendió hasta que comenzaron a rebotar los cheques.
“Después de la pandemia hubo obreros que dejaron de ir pero igual les siguió pagando. A todos les pagaba por encima de lo que marca el convenio… Un desmanejo absoluto”, refleja otro allegado que conoce Gaveteco por dentro.
La fuente cree que el mayor acreedor es Red Chamber Argentina, la empresa que se quedó con los activos de Alpesca en Chubut. Su dueño, Marcelo Mou, nació en China pero se crió en Corea y mantiene una relación de amistad con “Estrella”.
Varias veces la bodega completa del “Cabo Vìrgenes” descargó en Mar del Plata para alimentar el circuito productivo de San Francisco y Gaveteco. En la empresa patagónica evitaron decir cuánto les debe.
“Estrella” a la distancia se maneja con los Gerentes locales a los que les baja instrucciones por video llamada, como a las Delegadas, y un jefe de personal que se ríe de la desesperante situación de los trabajadores.
Algunos obreros de Gaveteco que descuentan el cierre definitivo del establecimiento van por la vía judicial para reclamar la deuda. Ya se reunieron con abogados del estudio de María Inés Lopetegui, en su chalet frente al Colegio Stella Maris.
No es la primera vez que “Estrella” tiene en rojo sus cuentas corrientes pero les bajaba el tono tras volver de Corea, cada año nuevo. “Ella cree que puede levantarse, pide confianza pero la plata no aparece”, me dice otro de sus proveedores/acreedores de pescado.
Los obreros con el poco humor que les queda, aseguran que va a tener que ir a celebrar la Tormenta de Santa Rosa para poder saldar parte de la deuda. “No, en Corea ya no tiene tanta banca como antes”, aclara otro proveedor que ya le cerró la canilla de merluza hace tiempo y espera poder cobrar la deuda.
Mientras tanto los fileteros de San Francisco salen a renovar la precarización con changas de pago al finalizar. En Gaveteco el que no encuentra lugar en la industria desembarca en otros oficios como jardinero, chofer de uber, pintor…. Otra delegada, eligió un rubro un poco más audaz. Vende fichas de un casino ilegal.
Buen domingo
Foto: Que Digital