Por Rodolfo “Manino” Iriart
La industria 4.0 se consolidó como sector transversal para el desarrollo económico y social a nivel global, en América Latina y en Argentina. En materia de innovación, dicha industria se considera un nuevo paradigma productivo basado en las tecnologías digitales y la conectividad.
En el año 2015, los países miembros de las Naciones Unidas aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el fin de reducir de manera gradual y progresiva las desigualdades estructurales, cuidar el medio ambiente y mejorar la calidad de vida y las perspectivas de nuestra comunidad internacional.
Dentro de los 17 objetivos de los ODS, uno de ellos es construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación. Esta transformación tiene un impacto más profundo y amplio que la introducción de una tecnología gradual o radical, ya que cambia las matrices economías de las sociedades, la manera en que nos relacionamos entre sí, y al mismo tiempo, con el medio ambiente.
Un informe reciente del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas– “Industria 4.0 para el desarrollo inclusivo”– indica que unos pocos países y un número pequeño de firmas lideran el desarrollo de las tecnologías de las TICs .Las dos potencias mundiales, Estados Unidos de América y China, dominan en cuanto al número de publicaciones y de patentes, con aproximadamente el 41,26 % de las publicaciones relevantes y el 63,25 % de las patentes a nivel global.
Sin embargo, en nuestro país, esta industria cada vez ocupa un rol central para la generación empleos y oportunidades de negocio. La industria del software alcanzó los 130 mil puestos de trabajo en 2021, siendo una de las actividades que mayor crecimiento tuvo desde la pandemia, alcanzando un 16,5 %.
Al mismo tiempo, la economía del conocimiento se consolidó como el tercer complejo exportador de nuestro país y, en comparación con los demás sectores productivos, cuenta con todos los requisitos para aportar al crecimiento de Argentina: es intensivo en un tipo de trabajo bien remunerado porque exige un nivel medio o alto de calificación, produce servicios transables y competitivos para el mercado global; y aporta al aumento de la productividad en el resto de la economía gracias a la propia naturaleza de la actividad: generar y difundir conocimientos para hacer más eficientes otro tipo de actividades económicas.
Dentro de la nómina salarial, la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI) indicó que las trabajadoras y los trabajadores del sector se encuentran dentro del 10 % de los que más cobran en el país. Hasta agosto de 2021- último dato disponible- los sueldos del área de Software demostraban una mediana salarial neta de 130.350 pesos por mes.
A nivel nacional, dentro de los 37 polos y clusters que desarrollan actividades TIC, Mar del Plata ocupa el cuarto lugar de mayor relevancia y ya cuenta con más de 108 empresas y 5000 microempresas (emprendimientos y servicios profesionales independientes). La facturación anual es de alrededor $ 6.598 millones, siendo el 40 % fruto de exportaciones al NAFTA, Unión Europea, Mercosur y la ASEAN.
Dos ordenanzas municipales han sido pilares para nuestra comunidad local y el desarrollo de la industria”: la N° 25028 (Distrito Tecnológico del Conocimiento y la Innovación) y la N° 25093 (Mar del Plata Ciudad del Conocimiento).
La primera impulsó la creación de un espacio propio para fomentar las Tecnologías de la Información, la industria del conocimiento, el desarrollo de software y los servicios informáticos. Y la segunda la creación del “Plan de Desarrollo de la Economía del Conocimiento de General Pueyrredon” que tiene como objetivo contribuir a la transformación económica, social y cultural de nuestra ciudad, promoviendo el desarrollo y la innovación como fuerza impulsora y buscar la apropiación de este nuevo modelo por parte de la sociedad.
A su vez, la ordenanza 25093, prevé generar en la próxima década alrededor de 15.000 puestos de trabajo de calidad en la ciudad y la atracción de empresas de tecnologías, evitando así la fuga de talentos locales y potenciando el ingreso de inversiones.
El Estado Nacional, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, impulsó políticas públicas como Argentina Programa para capacitar de manera gratuita a quienes quieran acercarse al mundo de la programación y también a quienes tengan una experiencia previa, donde se inscribieron más de 700 mil personas en las dos ediciones que se realizaron.
Por lo tanto, la sinergia del sector público – privado, junto a las cinco universidades, resulta esencial para planificar la industria del conocimiento en nuestra ciudad a mediano y largo plazo. Del mismo modo, dicha articulación nos permitirá avanzar hacia un desarrollo inclusivo, con mayor oferta de trabajo y oportunidades, para quienes elijan a Mar del Plata para vivir y crecer, profesional y laboralmente.