Por: Roberto Garrone
Entre las últimas incógnitas que le quedan al 2021 por dilucidar asoma con mayor interés lo que sucederá a partir de mañana lunes cuando comiencen las elecciones en el Sindicato Obrero de Marítimos Unidos (SOMU).
El oficialismo de Raúl Durdos, el dirigente que reemplazó el virreynato de Omar “Caballo” Suárez hace 4 años llega a las elecciones generales dividido en dos facciones. La del propio Durdos que busca la reelección bajo el paraguas de la Lista 22 Naranja y la de Daniel Mereles, el actual secretario Adjunto que busca llegar al poder al frente de la Lista 18 Verde.
Entre la Junta Electoral Central y el Ministerio de Trabajo cancelaron la única opción que asomaba como una alternativa opositora a la lucha de poder entre los candidatos oficialistas. La falsificación de firmas y la renuncia de tres candidatos de una Seccional obturaron la posibilidad de participación de Rubén Manno por la Lista 10 Turquesa.
La Junta ya había anticipado que el camino de Manno hacia la conducción del gremio sería empinado desde el momento en que no los dejaron presentar la histórica Lista Celeste y Blanca y tuvieron que apelar a un color alternativo. Desde el sector aseguran que la lista de Durdos también tuvo falsificación de algunas firmas pero el caso no llamó la atención de la Junta Electoral.
Oposición porque Manno en la anterior elección corrió con el caballo de Suárez aunque ahora sus discípulos en Mar del Plata, aseguran que ya cortaron lazos con el ex Secretario General y hablan de proscripción, en el oficialismo lo vinculan directamente con el dirigente que terminó procesado y condenado por los desmanejos en el gremio.
“Presentamos todos los papeles que nos pidieron, tanto en la Junta como en el Ministerio, pero era claro que no querían que la lista de Rubén participe porque nos pusieron todas las trabas posibles”, contaba Pablo Ochagavia a algunos allegados días pasados.
Ochagavia fue el delegado en Mar del Plata hasta que estalló la pandemia el año pasado y el gremio en Mar del Plata cerró la paritaria en el fresco en un porcentaje o esquema que hizo ruido en Buenos Aires. Algo se rompió con la conducción nacional en ese momento; el dirigente pidió licencia y fue reemplazado por Damian Basail.
El referente de Latitud 38, que llevó la militancia al extremo de pintar las piedras de la Escollera Norte con el color negro que caracteriza a la agrupación, ahora va por un cargo en la conducción nacional de Mereles. No está en los planes por ahora limpiar el enchastre de la escollera. Y los problemas que le generó su hermano “Junior” y su incontinencia para agredir reporteros gráficos se alejaron a Puerto Madryn.
Es curioso el comportamiento de la Junta Electoral y el Ministerio porque a Manno y la Lista 10 Turquesa no la dejaron jugar por la elección general pero sí pueden participar los candidatos en las diez seccionales diseminadas por el litoral marítimo y fluvial.
Todo es curioso en la política interna del gremio. En la elección pasada Manno y Basail iban por la misma lista. Trabajaban juntos cuando el ahora marginado era el referente de la Seccional y respondía a Omar Suárez.
Cuatro años más tarde Damián sigue saltando de vereda. Hace un tiempo fue absorbido por la conducción de Durdos que lo erigió en la cara visible de la conducción en Mar del Plata. Pero ahora juega para Mereles y va como candidato a Secretario de Interior en la comisión directiva nacional. Parece que Mar del Plata le queda chica. Acá ubicó a Oscar Bravo.
Para la lista Turquesa pelear en las seccionales parece un premio consuelo pero no deja de ser una chance de mostrar si efectivamente es real el nivel de representatividad que dicen tener entre los afiliados. En Mar del Plata el padrón se aproxima a los 2 mil tripulantes en condiciones de votar.
La otra incógnita que queda por dilucidar es el nivel de caída en los desembarques que evidenciará Mar del Plata en comparación con el año pasado. Hasta el 3 de diciembre llevaba recibidos 331.674 toneladas cuando en todo el 2020 habían sido 404.523.
La participación del puerto local en el total de descargas pesqueras se reduce en relación al año pasado. Mientras que ahora no llega a aportar ni la mitad de las descargas. Las generales ascienden a 719.737 toneladas cuando en el 2020 fueron 789.745.
Si la flota que opera en Mar del Plata repite el diciembre del 2020 y aporta 20 mil toneladas, la industria pesquera local habrá terminado el año con 350 mil toneladas, un 12% abajo. Al menos del pescado en blanco que aparece en la estadística. Del negro, del pescado que no figura en los partes de pesca ni en los kilos declarados de los cajones, es imposible calcularlo.
Lo bueno de este año es que hubo más merluza fresca entre las descargas y eso tuvo un impacto mayor en la cadena de reprocesamiento en tierra. Salvo casos aislados que estallaron cuando la flota fresquera migra hacia el langostino y la materia prima en las mesas de corte comienza a escasear, no fue un año de alta conflictividad social
El año pasado los números en verde los había dibujado la zafra superabundante de calamar, que como sabemos, mayoritariamente viaja entero desde la bodega de los poteros hacia los contenedores en la previa de la exportación.
Foto: Revista Puerto
Muchos errores y falta de información. La lista 22 no concursa en mar del plata.
Y claramente se ve un ataque personal a Damián basaill siendo que el no golpeó a ningún periodista, y vincularlo a su hermano por este echo es vergonzoso. Siendo que cuando esto «paso» basaill estaba dentro del simape en una junta y junior estaba afuera. Es tendenciosa la vinculación. Y tiene el objetivo de ensuciar a basaill.
Muchos errores y falta de información. La lista 22 no concursa en mar del plata.
Y claramente se ve un ataque personal a Damián basaill siendo que el no golpeó a ningún periodista, y vincularlo a su hermano por este echo es vergonzoso. Siendo que cuando esto «paso» basaill estaba dentro del simape en una junta y junior estaba afuera. Es tendenciosa la vinculación. Y tiene el objetivo de ensuciar a basaill.