“Esta aceleración de casos nuevos de contagios, se podía preveer que iba a repercutir en los comedores y merenderos barriales. Algunos ya están dejando de funcionar normalmente, con lo cual la cuestión para muchos se va a complicar.”
Francisco “Paco” Senno, referente del Humanismo, fuertemente ligado a lo social en muchos barrios de nuestra ciudad muestra su preocupación frente al cierre de algunos comedores.
“La realidad, es que no se quiere dejar de asistir a los vecinos, pero hay dos cuestiones a atender. Por un lado, la cuota de responsabilidad de la gente de estos espacios, de cuidarse y cuidar a los demás; y por el otro, cierta “presión” del municipio para que dejen de cocinar unos días, lo cual es razonable. El punto es: ¿qué va a hacer esa gente que por una o dos semanas no tendrá la ayuda de estos lugares? ¿Los va a asistir el municipio? ” se pregunta Senno.
Desde el incremente de la curva de contagiosidad en nuestra ciudad, era previsible que los comedores y merenderos barriales se verían fuertemente afectados. Ya en algunos barrios, y debido a la cercanía de una de las fabricas pesqueras afectadas con casos positivos, desde los barrios Cerrito y Juramento, creció la preocupación y la incertidumbre respecto a su funcionamiento.
“Esto lo veníamos hablando incluso desde antes del último brote. Nos preocupaba sobre todo la ausencia del municipio y la no respuesta para una coordinación. En realidad, desde el 11 de marzo venimos advirtiendo la necesidad imperiosa de coordinar el Estado con las organizaciones sociales de todo tipo, desde comedores, hasta escuelitas de fútbol, cooperativas, iglesias, etc. Afortunadamente, y aunque no participo de los comités barriales de emergencia, hay que decir que contuvieron todo lo posible hasta ahora. De ahora en más hay que ver como se sigue. Con el cierre de muchos comedores, lo social va a estar jodido. ¿Dónde va a ir a comer esa gente? Ya vimos lo que pasó con el caso de los bolsones de mercadería que en muchos casos fue un suplicio para acceder a los mismos. ¿Van a salir a repartir viandas de un sanguchito para cada familia como ya hicieron?”, exclamó con notoria preocupación quien hoy por hoy colabora con comedores de 6 barrios de la ciudad.
-¿Por qué no participas de los CBE?
-Desde Humana Ciudad no tenemos comedores a cargo. Los espacios con los que colaboramos, tiene su dinámica propia y cada uno se integra o no a esos comités, ellos sabrán que hacer. No nos interesa el paternalismo. No estamos en esa lógica que muchos hablan de “construcción”. Colaboramos con lo que podemos y en base a las donaciones de la misma gente. No nos bajan absolutamente nada ni del municipio ni de provincia ni Nación. Todo son aportes de vecinos y vecinas de Mar del Plata. Si un comedor está con un partido, una iglesia o con ninguno, a nosotros no nos interesa. Lo único que miramos es que no se lucre con las donaciones. Que las cosas lleguen. Hasta ahí llega nuestra acción.
-Hoy es como mínimo extraña esa forma de colaborar, cuando en realidad, sabemos que muchos aprovechan la situación…
-No sé si son tantos… Hay una creencia generalizada apuntando a desmovilizar a las personas. De ahí viene el “todos son iguales” y esas cosas del famoso sentido común. Lo concreto es que, si no fuera por muchísimas organizaciones y muchos que se pusieron en marcha a partir de la cuarentena, más allá de los movimientos políticos, esto estallaba.
-¿Realmente considerás eso?
-Por supuesto. No olvidemos que estamos en una ciudad con una desocupación tremenda. Con el parate económico del país, con un IFE que no te soluciona nada cuando la canasta básica está muchísimo más alta. Y eso, siempre y cuando lo hayas cobrado.
¿Por qué crees que finalmente se dará un tercer pago?
Se siguen cerrando puestos de trabajo y no sabemos qué pasará con la temporada. La incertidumbre es mucha, y encima las cosas siguen subiendo…
-Se aprobó un nuevo aumento del boleto de colectivos…
Son unos insensibles, pero esto no es nuevo. Pasan las gestiones y el servicio es pésimo. Y esto más allá de la cuarentena. Son insensibles y serviles. Encima, con los hechos de hace unos días. ¿Qué pasó que se tirotearon entre choferes? ¿Eran choferes? ¿Quién los mandó? ¿Qué sucede con Inza donde se lo ve en un video asumiendo su participación en los hechos? ¿Dónde está la oposición? Nunca ví un costo político tan menor para el oficialismo y para la oposición frente a un aumento del pasaje.
Ustedes también son oposición
-Sí, claro; pero no cobramos lo que cobran los demás, ni tenemos asesores, ni siquiera tenemos un local. No se puede comparar. Hacemos lo que está a nuestro alcance para paliar esta situación
¿Qué hubiera hecho un concejal humanista en este caso?
-Primero, denunciar la complicidad política con el poder económico, porque acá hay que ser claros: llegan con el apoyo de estos grupos. Y por otra parte y más importante, colaborar en la creación de una masa crítica para que los que luego votan en el concejo deliberante no se sientan en solitario frente a ese poder. Hay que explicar claramente que dice el pliego de concesiones, que es lo que no se respeta y, sobre todo, porque se sostiene esta situación. Crear conciencia de que es un servicio público y que debe funcionar dignamente, lo mismo que la salud, la educación y todas las áreas del municipio donde tiene injerencia. Crear conciencia de cómo son las cosas es el primer paso para que la gente actúe en consecuencia.
¿Crees posible eso?
-Absolutamente. Creo que es lo que pide y necesitan las personas… el problema es que luego elijen a los complacientes. Y ya eso escapa a nuestras manos. Por eso apelamos a la coherencia de cada uno. Si usted piensa que son todos iguales, ¿para qué los elije?