El Obispado de Mar del Plata comunica que, en consideración a la actual emergencia relacionada con el coronavirus (COVID-19), el Obispo Monseñor Gabriel Mestre, en diálogo con el Obispo auxiliar Darío Quintana y con el Colegio de Consultores, ha establecido una serie de disposiciones que tendrán vigencia desde el domingo 15 de marzo hasta el 31 de marzo en toda la diócesis de Mar del Plata.

La primera de ellas es la de observar las normas nacionales, provinciales y municipales, así como la suspensión de las clases en todos los niveles de las instituciones educativas católicas y los encuentros de catequesis en todas las parroquias, capillas y comunidades de la diócesis.

También se dispuso la suspensión de todas las reuniones y encuentros de grupos, movimientos o pastorales.

Sin embargo, las Misas se seguirán celebrando normalmente teniendo en cuenta todas las medidas ya establecidas: omisión del saludo de la paz y comunión en la mano. Se procurará la distribución de los fieles a fin de evitar aglomeraciones, la ventilación de los templos, la omisión del saludo antes y después de la celebración, se retirarán los aguamaniles o recipientes comunes de agua bendita. Se evaluará agregar alguna misa de fin de semana donde sea posible.

En tanto, se recomienda a la población más vulnerable, personas mayores de 65 años y aquellos que tengan indicaciones de cuidado especial, que no asistan a misa y se unan desde sus casas siguiendo la misa por radio, televisión o por internet. Cada parroquia informará los horarios de transmisión en sus respectivos ámbitos. Estos grupos de riesgo y quienes razonablemente consideren no conveniente participar de la misa quedan dispensados de precepto dominical. 

Las secretarías parroquiales seguirán funcionando de manera habitual, sin embargo, se ruega a los fieles que recurran a sus servicios por vía telefónica o por mail evitando las consultas o servicios presenciales, a no ser en caso de urgencia.

En el caso de las Cáritas organizarán guardias en orden a atender las necesidades más urgentes de los hermanos evitando la concentración de personas. Dentro de lo posible, el Servicio Sacerdotal de Urgencia y la Noche de la Caridad, según las directrices gubernamentales, buscarán atender los casos más urgentes.

BAUTISMO Y CASAMIENTOS NO SE SUSPENDEN

Para la celebración del sacramento del bautismo se evitará la aglomeración de personas por lo que se habrán de espaciar las celebraciones o reducirlas a la participación del núcleo familiar.

Mientras que para la celebración del sacramento del matrimonio se recomendará a los novios convocar la menor cantidad de personas posibles teniendo en cuenta el carácter extraordinario de la situación que vivimos. 

«Exhortamos a todos los fieles a asumir con seriedad la responsabilidad de cuidarse y cuidar a los hermanos. Aprovechemos esta cuaresma como una oportunidad para vivir con ejemplaridad el amor al prójimo. Que el Señor sea nuestra esperanza y nuestra fortaleza», concluyeron las autoridades del obispado. 


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