La carrera de Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo (CPA) del CONICET es uno de los cuatro pilares que conforman al organismo, junto con la Carrera de Investigación Científica (CIC), los programas de Becas y el Personal de Gestión. Quienes se desempeñan como CPA brindan asesoramiento técnico a grupos de investigación, colaboran con la puesta en marcha de los programas de investigación y desarrollo y realizan trabajos técnicos de apoyo.
Vanesa Fuchs es Química y trabaja en el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, CONICET-UNMDP) como CPA, donde es responsable de dos equipos que permiten identificar qué elementos forman un material y en qué forma se encuentran. Ambos equipamientos son indispensables para la investigación de materiales: el Difractómetro de rayos X y el Espectrómetro de Fluorescencia de Rayos X.
La especialista explica que el equipo de fluorescencia de rayos X hace un análisis elemental, es decir identifica qué elementos de la tabla periódica están presentes en la muestra que se evalúa. “Si queremos saber si hay determinado elemento, la fluorescencia nos dice qué hay pero no sabemos en qué forma está. Por ejemplo, una muestra puede tener azufre, y el equipo lo confirma, si queremos saber si está en forma de sulfuro o de sulfato nos vamos al otro equipo, el difractómetro y hacemos un análisis que nos permite saberlo”, señala Fuchs.
Lo que hace el Difractómetro es identificar las fases que tienen los materiales analizados, pero para ello es necesario que las sustancias estén en estado cristalino, porque cuando la materia se encuentra en este estado las moléculas que lo componen tienen un orden que se repite en tres dimensiones, es decir, un patrón. De esta manera, el equipo emite un rayo X que incide en la muestra e interacciona con los electrones de sus moléculas y eso produce una señal que el equipo registra. Como cada cristal tiene un orden diferente dan una señal distinta, que se dibuja en un difractograma que luego es analizado por Fuchs.
El difractograma se compara con una base de datos, que muestra las estructuras probables que se pueden asociar a cada compuesto. “La señal es como si fuese una huella digital de la sustancia. Si analizamos una reja oxidada sospecho que hay óxidos y entonces busco en la base de datos si el difractograma de mi muestra coincide con algún óxido de hierro. A veces pueden ser varias y entonces el análisis se vuelve complejo. En ocasiones las señales se superponen y eso dificulta el proceso, pero el estudio previo con el espectrómetro nos da una pista que nos ayuda a encontrar su identidad”, añade Fuchs.
Además, el difractómetro puede refinar una estructura cristalina, con una técnica llamada Rietveld en la que Vanesa se capacitó y que permite calcular cantidades de esas fases. Si bien ese análisis de datos lleva bastante más tiempo que el análisis convencional, es algo bastante solicitado por los grupos de investigación, remarca Fuchs. Ambos equipos son utilizados por los diferentes integrantes del INTEMA, pero también pueden solicitar turno para evaluar muestras desde cualquier otro laboratorio o empresa a través del Sistema Nacional de Rayos X, del cual son parte.
“Todos los días hay un desafío y no es un trabajo rutinario. Lo que más me gusta de mi trabajo es la libertad para capacitarme, crecer y buscar nuevas variantes del uso de los equipos. Dentro del trabajo estoy en contacto con la gente, pero también hago trabajo más técnico, es un equilibrio entre los dos mundos, el de los números y el de las personas”, cuenta Fuchs. Además, la científica participa de las comisiones de Género y Diversidad y de Personal del INTEMA, es docente de la Universidad Nacional de Mar del Plata y está realizando el doctorado en la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Vanesa estudió química en la Universidad Nacional de La Plata y se mudó a Mar del Plata hace once años. En ese momento no tenía un trabajo formal y recuerda que durante mucho tiempo se dedicó a dictar clases particulares. Justamente esta práctica fue la clave para volver al mundo de la ciencia. “Una alumna universitaria que tomaba clases particulares conmigo me comentó que estaba trabajando en las prácticas para su tesina, me cuenta sobre el grupo y lo interesante de su trabajo y del lugar. En ese momento yo extrañaba mucho el laboratorio y si bien amo la docencia quería volver. Entonces esta alumna me comenta ¿por qué no probás?”, recuerda Vanesa.
Al momento de acercarse al INTEMA para conocer las posibilidades de formar parte se entera de una convocatoria para ser CPA, se interiorizó del mecanismo de ingreso y se inscribió. El trabajo implicaba el uso del difractómetro y ella había manejado un equipo de este tipo durante su tesina. Eso le dio la posibilidad de ingresar al instituto y ser parte del organismo, administrando y compartiendo el conocimiento con otros especialistas.
Para conocer las convocatorias a cargos de personal de apoyo podés consultar la página: https://convocatorias.conicet.gov.ar/profesional-y-tecnico-de-apoyo/
Por Daniela Garanzini para el CONICET Mar del Plata