La Unidad de Pronta Atención (UPA) de la provincia de Buenos Aires, está enfrentando un aumento sin precedentes en la afluencia de pacientes a su guardia, un fenómeno que parece ser un eco directo de las dificultades en el primer nivel de atención.
No obstante, en medio de este desafío, la unidad ha logrado una mejora significativa en la eficiencia de su servicio, acortando los tiempos de espera para los vecinos de la zona.
La UPA Alende, ubicada en Rodriguez Peña 6802, de Mar del Plata es parte del sistema de salud de la provincia de Buenos Aires y realiza centenares de consultas diarias, convirtiéndose en un efector clave para la salud de la ciudad.
Las estadísticas propias revelan una transformación radical en el volumen de atención desde la segunda mitad de 2024 cuando también se implementó el uso del triage de graves a leves que permitió descomprimir la guardia del Hospital Regional.
Los datos históricos de 2022 y 2023 mostraban un flujo mensual de entre 2.100 y 2.900 ingresos a la guardia. Sin embargo, hoy el panorama se disparó:
-En agosto de 2024, la cifra ascendió a 3.737 pacientes.
-En septiembre de 2024, superó los 4.400 ingresos.
-El pico se registró en enero de 2025, con 5.157 pacientes.
La dra. Alejandra García, directora asociada del Hospital Alende, de quien depende la UPA, contó que “este crecimiento explosivo —que en solo dos años casi ha duplicado el volumen de atención— no solo se debe a mejoras en el registro, sino que también sugiere una creciente presión sobre el sistema de salud, donde el UPA Alende actúa cada vez más como un ‘colchón’ ante la falta de respuesta de los centros de salud de atención primaria.”
Y agregó: “De hecho, la unidad atiende mayoritariamente a la población más vulnerable, con un 80% de los pacientes sin Obra Social, lo que subraya su rol esencial en la salud pública.”
Más pacientes, pero menos demora
Lo más destacable de este panorama es que, a pesar del enorme incremento en la demanda, el UPA ha conseguido optimizar sus procesos para responder más rápido a los vecinos.
“Uno de los factores claves de esta mejora en la atención tiene que ver con un aumento de profesionales específicos, que gracias al acompañamiento del Ministerio de salud de la provincia, nos permitió llegar a estos resultados” resalta García.
Los tiempos de espera, un indicador clave de la calidad de la atención, muestran una clara tendencia a la baja en el inicio del circuito: el tiempo promedio entre el Ingreso y el Triage (la primera clasificación de gravedad) se ha reducido de manera notoria.
Mientras que en el primer semestre de 2024 la espera oscilaba entre 40 y 54 minutos, las cifras del segundo semestre y comienzos de 2025 revelan una baja a un rango de 26 a 37 minutos.
Si bien la espera total (Ingreso hasta la Atención Médica) todavía presenta variaciones, con promedios que van de1 hora a 1 hora y 30 minutos en momentos de máxima demanda, la tendencia general de 2025 sugiere una mejora en la fluidez de todo el circuito de atención, especialmente en las horas de la mañana, indicando que las iniciativas de gestión implementadas están comenzando a dar sus frutos para mejorar la experiencia del paciente.