Mar del Plata.- Este año, la Unidad Obstétrica y Ginecológica celebra cinco
décadas de trayectoria en Mar del Plata. Fundada en 1974 con una visión
innovadora, esta institución fue pionera al introducir un modelo de trabajo en equipo, optimizando recursos y mejorando la atención en las especialidades de obstetricia y ginecología. Hoy, esa apuesta al trabajo colaborativo sigue siendo el corazón de la Unidad, que además se destaca por su atención integral y el uso de tecnología de vanguardia.
El equipo, compuesto por 29 médicos especialistas y 23 empleados administrativos y de maestranza, lleva adelante más de 100.000 prestaciones anuales, entre consultas ambulatorias y cirugías. Este volumen de atención es un reflejo de la confianza de varias generaciones de mujeres de Mar del Plata y la región, quienes han encontrado en la Unidad un espacio de salud integral y profesionalismo.
Con más de 60.000 nacimientos atendidos y una historia que ya refleja varios casos
de acompañamiento a tres generaciones de mujeres, la UOG continúa
evolucionando, adaptándose a los desafíos actuales sin perder su esencia: un equipo dedicado a la salud integral de la mujer, las 24 horas del día, los 365 días
del año.
Además, el enfoque interdisciplinario ha sido una pieza fundamental. “En la
Unidad, distintas disciplinas confluyen para garantizar una atención médica
completa, abordando no solo aspectos ginecológicos y obstétricos, sino también
nutricionales, dermatológicos y clínicos. Esta visión integral permite una respuesta
personalizada a las necesidades de cada paciente, siempre en manos de
profesionales altamente capacitados”, indicó uno de los 7 socios de la institución,
Julio Amestoy.
A lo largo de estos 50 años, la institución no solo ha priorizado la actualización en
técnicas médicas, sino también en tecnología. La incorporación de herramientas de diagnóstico avanzadas, como la cirugía laparoscópica y la cirugía robótica, han marcado hitos en la medicina local y posicionan a la Unidad como un referente en Mar del Plata y sus alrededores. En la última década, la implementación de subespecialidades como embarazo de alto riesgo, oncoginecología y mastología
también ha ampliado su alcance en la atención médica.
La Unidad Obstétrica y Ginecológica también ha sido pionera en medicina
reproductiva en Mar del Plata: hace 33 años, en colaboración con otras
instituciones, cofundó «Crecer,» el primer centro de medicina reproductiva de la
ciudad. Esta institución es también un espacio de formación y desarrollo profesional.
Desde 2011, su residencia de tocoginecología ha capacitado a 18 residentes, y desde 2013 es subsede de la Cátedra Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad FASTA. Además, recientemente se lanzó un fellowship en áreas como cirugía laparoscópica y uroginecología. Esta labor educativa consolida el rol de la institución como formadora de futuras generaciones de médicos, reforzando su compromiso con la comunidad y la salud pública.
Su ámbito de referencia abarca no solo Mar del Plata, sino también otras zonas
como el Partido de la Costa, Tandil, Balcarce y Necochea, fortaleciendo su rol de líder en la atención de salud femenina en la región.
Un vínculo genuino con la comunidad
Durante la pandemia de COVID-19, la fortaleza del trabajo en equipo y la flexibilidad organizativa que lo caracteriza fueron esenciales. La Unidad pudo organizar a su personal en grupos que alternaban días y turnos, garantizando así la atención ambulatoria y de internación, mientras se mantenían equipos de backup para cubrir posibles contagios.
“Esta estrategia, imposible de implementar para profesionales
que trabajan de forma individual, fue fundamental para asegurar la continuidad del servicio y la seguridad tanto del personal como de las pacientes en un momento crítico y es algo de lo que también estamos muy orgullosos”, comentó Amestoy.
“Todos estos acontecimientos reflejan el vínculo cercano entre la Unidad y sus
pacientes, un vínculo que ha traspasado generaciones: hoy, muchas mujeres
atendidas por el equipo continúan esta relación de cuidado a lo largo de la vida,
trayendo a sus hijas e incluso nietas”, detalló Amestoy.
A lo largo de su historia, la Unidad ha sido protagonista de momentos únicos. Uno
de ellos ocurrió en 1980, cuando se atendió el nacimiento de los primeros
cuatrillizos de la ciudad de un embarazo espontáneo, sin fertilización asistida. La
anécdota cobró tal repercusión, que la popular presentadora televisiva, Pinky, se
ofreció a ser la madrina de uno de los bebés.
Por último, Amestoy señaló que “este aniversario marca medio siglo de innovación, dedicación y, sobre todo, de un compromiso genuino con la comunidad”, que hace que la Unidad Obstétrica y Ginecológica se mantenga como un referente neludible en el cuidado de la salud en la región.