Por: Roberto Garrone

Ahora que el dragado terminó y el puerto recuperó la operatividad plena de sus canales de acceso y espacios interiores tras extraerse unos 800 mil metros cúbicos de sedimentos, la terminal marítima de Mar del Plata se aboca a resolver otros temas, no tan urgentes, pero trascendentes para su futuro.

La renovación por tres años de los permisos de uso de los predios destinados a la operación logística vinculada al comercio exterior que esta semana anunció el Consorcio Portuario en sus redes sociales marca un paso,

corto, pero paso al fin, hacia un puerto que prioriza actividades colaterales a la pesquera como instrumento para generar empleo y aumentar el movimiento de cargas.

Hace ruido que la renovación haya sido apenas por tres años –un plan de ahorro para sacar un 0km tiene más plazo de extensión- pero hubo urgencias que atender detrás de la resolución especial que avaló el Directorio del Consorcio Portuario y rubricó Alberto Ovejero en representación de Terminal de Contenedores 2, el concesionario en el muelle 2.

Más allá que el permiso de uso de las tierras vencían en mayo próximo, la habilitación del predio de TC2 como “Depósito Fiscal” ante Aduana y SENASA vencía por estos días y urgía renovar la habilitación como permisionario para que no se cayeran las del organismo sanitario y tributario.

El punto es por qué se llegó a esta fecha límite para activar la renovación automática y no se pudo llamar a licitación el año pasado, cuando el operador presentó su proyecto de inversión para ampliar servicios en el muelle 2, que incluía el uso del muelle y entrada propia a sus instalaciones, aledaña al acceso a las Terminales 2 y 3.

En TC2 valoran la buena relación que tienen con la actual administración y recuerdan que Merlini ni siquiera les dio el derecho de preferencia en el llamado a ocupación de las tierras en el 2019.

Esto ocurrió luego que quedara desierto el llamado a ocupación de un predio para el servicio logístico en el predio de los silos para el que se había tentado al grupo Murchindson, el cual desistió de participar.

En el Consorcio siempre hubo buena recepción con la idea de ampliar la vigencia del permiso de uso según el nivel de inversión proyectado. Pero el llamado a licitación para cristalizarlo, con TC2 con derecho de preferencia, se sigue dilatando.

Primero la pandemia, luego las elecciones, que hay que convencer al Directorio, que a fines de enero… En el Consorcio siempre dijeron lo mismo: “seguimos trabajando”. Pero pasó el tiempo y ese llamado a licitación de ofertas nunca vio la luz. Llego marzo y las urgencias de renovar las habilitaciones devinieron en esta otra renovación automática por otros 3 años.

Completar el proceso licitatorio implicaría resolver otra vieja deuda pendiente del puerto. Mar del Plata necesita incorporar grúas móviles para ampliar la oferta de navieras que pueden ingresar al puerto a levantar la carga. Hoy cada dos semanas solo entra el feeder al servicio de Maersk (Hola Angélica), un buque con grúas propias y el costo del flete casi que se triplicó durante la pandemia y ahora la invasión de Rusia a Ucrania.

Las grúas no garantizan que el muelle de ultramar se atore de buques portacontenedores, pero es un elemento más, como los canales de acceso dragados, que incrementan las posibilidades de que lleguen nuevas navieras, haya una pelea por la carga y el costo de flete, aunque sea un poco, se reduzca.

Porque lo importante esta, que es la carga, y una nueva naviera implicaría más trabajo para estibadores, transportistas, despachantes de aduana, prácticos, remolcadores, amarradores, inspectores de aduana y hasta mejora la recaudación del propio Consorcio que le cobra a los grandes buques cada vez que amarran en la sección octava.

En el Consorcio aseguran que la flamante renovación forma parte de una estrategia que se desarrolla paso a paso. “Necesitábamos que mantuvieran las habilitaciones de los predios para llamar a licitación. Seguimos convencidos con la idea; lo haremos antes de fin de año y tendrán la preferencia porque han cumplido con todo. Si la hacíamos antes corríamos riesgos y no esta en nuestra intención perjudicarlos”, explicó Gabriel Felizia

Veremos en este tiempo qué queda del proyecto original de TC2 en el pliego. El Presidente del Consorcio asegura que los actores de la pesca acompañan la iniciativa y no objetan la entrega de la sección octava dentro de un esquema donde se liberará muelle con la remoción de buques inactivos y se amplía la oferta con la construcción del muelle 9.

A 4 años de la firma del acuerdo para darle uso al varadero de la Base Naval como escenario del desguace no se ha desguazado uno solo en dicho lugar. A 13 meses del anuncio de la construcción del nuevo muelle por parte del Ministro de Economía, el proyecto mantiene su condición en una carpeta que deambula por el Congreso de la Nación.

Si la suerte de la licitación para consolidar el servicio logístico vinculado al comercio exterior esta ligado a la suerte de ambas iniciativas, costará mucho contagiarse de optimismo.


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