Un millón de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio chino Sinopharm llegarán el jueves desde Beijing y para esta semana también se espera la llegada de un nuevo lote de dosis de la vacuna Sputnik V, creada por el Instituto Gamaleya de Rusia.
El millón de dosis de Sinopharm permitirá inmunizar a 500.000 personas, ya que este fármaco, como la mayoría de las vacunas contra la Covid-19, requiere dos aplicaciones.
Se espera que en los primeros días de la semana la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) emita la autorización para el uso de la vacuna Sinopharm, cuyo nombre científico es BBIBP-CorV, en condiciones de emergencia.
Esa modalidad de aprobación está prevista en el marco de lo previsto en el Anexo I, ítem 5, de la disposición ANMAT 705/05, que autoriza el registro y la utilización de vacunas en este tipo de situaciones.
En el caso de la vacuna Sputnik V, el sábado por la noche partió a Moscú la asesora presidencial Cecilia Nicolini, quien en los próximos días analizará con las autoridades del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) los contratiempos que surgieron en las últimas semanas y que afectaron el suministro de dosis hacia la Argentina.
La flamante ministra de Salud, Carla Vizzotti, ratificó hoy en declaraciones radiales que la aprobación para el uso de emergencia de Sinopharm de China se encuentra «en la última instancia», ya que el ANMAT recibió «la información del ensayo de fase 3, de análisis interino, como para todas las vacunas».
Además, la funcionaria detalló que el organismo de contralor «realizó consultas puntuales y han sido respondidas», un proceso que en el caso de Sinopharm se vio favorecido porque el laboratorio estatal chino realizó estudios de fase 3 simultáneamente en varias partes del mundo (Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Bahrein, Serbia, Perú, Pakistán, Marruecos) pero también en la Argentina.
En efecto, en el país los ensayos se realizaron sobre una población testigo de 3008 voluntarios que participaron de un «estudio aleatorizado» (reciben al azar vacuna o placebo) a partir de la asociación del grupo farmacéutico chino con la red Vacunar y la Fundación Huésped más el laboratorio ELEA (del Grupo Insud) como patrocinador local.
El responsable de los ensayos de Sinopharm en la Argentina fue el infectólogo Pedro Cahn, fundador de la Fundación Huésped.
«Es extremadamente segura, en los ensayos no hemos registrado eventos adversos serios relacionados a la vacuna, así que desde la punto de vista de la seguridad le puedo dar garantía», aseguró Cahn ante la consulta de Télam, y agregó: «Desde el punto de vista de la eficacia, ellos (por el laboratorio que la produce) han informado una eficacia similar a la de otras vacunas».
«Es una buena noticia que lleguen estas vacunas, porque nos permitirán ampliar el menú de ofertas y acelerar el proceso de vacunación», completó Cahn.
Por otro lado, y más allá de lo inmediato, la llegada de este millón de dosis de Sinopharm podría ser el primer lote de una serie de nuevas compras, aseguraron a Télam fuentes que siguen en detalle la negociación.
De hecho, el grupo farmacéutico que desarrolló el fármaco, China National Pharmaceutical Group, ya avisó que a partir de marzo estará listo para suministrar periódicamente cantidades significativas, bastante por encima del millón.
Según pudo saber Télam, el contrato comercial para la adquisición del millón de dosis se terminó de suscribir entre el miércoles y el jueves. Fue una de las últimas decisiones de Ginés González García al frente del ministerio de Salud.
En diálogo con radio 10, Vizzotti confirmó esta mañana que en el marco de las conversaciones con el «laboratorio Sinopharm, de China», en alusión al grupo CNPG, «se firmó el acuerdo por un millón de dosis».
El acuerdo se gestó, entre otras cosas, luego de que la compañía farmacéutica con sede central en Beijing aceptara bajar el precio de cada unidad, de 30 dólares a 20 dólares, como adelantó hace dos semanas el propio jefe de Estado.
«Les propusimos hacer un contrato inicial y quiero aclarar que han mejorado el precio para nosotros, y quedamos en 20 dólares cada dosis», afirmó hace quince días en la entrevista con el diario Página 12.
Otra de las particularidades de esta vacuna es que está basada en el propio virus inactivado de la Covid-19 (la versión muerta del germen que causa la enfermedad) y no utiliza vectores adenovirales (virus que al no poseer el gen que lo reproduce puede transportar material genético de otro virus).
Además, el desarrollo de Sinopharm tiene una particularidad que puede ser considerada una ventaja logística: no requiere una refrigeración menor a 0 grados centígrados y se puede mantener con temperaturas de entre 2 y 8 grados, que puede suministrar una heladera común.
De todos estos detalles, como también de las cuestiones operativas implicadas en el traslado por avión desde Beijing al aeroparque de Ezeiza, conversaron en las últimas semanas el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, y el titular de Sinopharm, Liu Jinzhen.
Por otro lado, en relación al suministro de dosis de Sputnik V por parte de la Federación Rusa, en el Gobierno confían en que la visita de Nicolini a Moscú permitirá establecer con un cronograma de entregas que se sostenga con cierta previsibilidad en el tiempo.
En este punto, el problema que surgió en las últimas semanas está vinculado, por un lado, a la ampliación de la demanda que recibe el Fondo Ruso de Inversión Directa.
Países que inicialmente no habían transmitido interés en la compra de la vacuna de origen ruso, o que esperaban recibir dosis de otros proveedores internacionales, ahora se contactan con Moscú.
El otro inconveniente está ligado a la transferencia de tecnología que el Instituto Gamaleya realizó sobre laboratorios de terceros países que tienen tradición en el campo de la investigación farmacéutica, como India.
En el caso de Argentina, en el primer tramo de la negociación se acordó que tras las primeras provisiones de vacunas (entregadas directamente en Moscú), los lotes subsiguientes serían suministrados por esos laboratorios asociados, emplazados fuera de Rusia.
Por lo que se sabe, hubo retrasos en el segundo control de calidad que Gamaleya realiza sobre la producción de vacunas en esos lugares y eso alteró los planes.
En su tercer viaje a Moscú -los dos primeros los realizó junto con Vizzotti-, Nicolini tendrá como misión despejar dudas y prever claramente lo que vendrá.
«Nicolini viajó a la Federación Rusa para poder seguir de primera mano y bien de cerca el avance de la transferencia de tecnología, la producción y el cumplimiento del cronograma», aseguró ayer Vizzotti en relación a la vacuna Sputnik.
«La idea es armar un cronograma para las próximas entregas», remarcó. (Télam)