La Mesa Interinstitucional contra la Trata de Mar del Plata/Batán emitio un comunicado al conmemorarse el día Mundial contra la Trata de personas.

Hablar de trata de personas a veces parece hablar de realidades distantes. “Yo vi Búsqueda implacable”, dicen muchas veces les jóvenes de las escuelas secundarias cuando preguntamos en las charlas que acercamos al aula qué saben de la trata. Después surgen palabras sueltas: explotación, prostitución, violencia, esclavitud, engaño, secuestro.

Escuchan con atención cuando les contamos que, si bien la mayoría de las víctimas son trasladadas desde provincias y países empobrecidos hasta la turística Mar del Plata, hubo en la ciudad una causa donde las víctimas eran marplatenses y fueron llevadas engañadas hasta España. Que las complicidades estatales en el delito nos revelan que en la ciudad un ex policía fue condenado porque regenteaba su prostíbulo en La Perla. Que también existe la trata laboral y que algunos campos linderos en el camino a Sierras de los Padres pueden estar siendo investigados porque familias enteras son traídas desde Bolivia, y allí viven en absoluta precariedad, por el techo y unos pesos que nunca saben bien cuánto suman, ni cuántas horas acumulan cada día. Que la captación incluso se puede dar a través del convencimiento de que la prostitución es “un trabajo más”, pero parte el dinero que se gana se entrega y la violencia está allí, en el sexo sin deseo y las caricias que dan asco. Las únicas que sufren son las mujeres, travestis y trans prostituidas, las que ponen el cuerpo y su psiquis al servicio del prostituyente, que no es un cliente, es un cómplice más de la explotación y la cosificación de personas.

Se conmemora hoy el día mundial contra la trata de personas, un delito que es penado en Argentina desde el año 2008, cuando se sancionó la primera ley que fue modificada y mejorada en 2012 luego del fallo escandaloso que dejaba en libertad a los secuestradores y explotadores de Marita Verón. Desde entonces, en el país suman más de  150 condenas, y Mar del Plata se  mantiene como la jurisdicción con mayor cantidad con más de 40 fallos condenatorios.

La trata de personas implica la captación, el traslado y/o el acogimiento de personas con fines de explotación. La captación puede ser por medio de un secuestro, de un engaño, de un aprovechar situaciones de vulnerabilidad económicas, emocionales y sociales; puede ser a través de un aviso de trabajo falso, o un enamoramiento ficticio a través de redes sociales. El traslado no siempre cruza fronteras. Y el acogimiento no implica necesariamente que las mujeres y travestis duerman en las mismas camas de los prostíbulos como se veía más frecuentemente años atrás; aunque sí la realidad en campos y quintas implica vivir allí donde  los dueños/arrendatarios de la tierra explotan las fuerzas laborales.

La finalidad de explotación, a grandes rasgos, puede ser sexual o laboral. También, en nuestra región, en pleno siglo XXI, existen casos de niñas que son vendidas para matrimonios serviles y de mujeres tratadas para tareas domésticas.

Y cuando hablamos de trata de personas con fines de explotación sexual, hablamos también de prostitución, como arista de la misma problemática. Graciela Collantes, sobreviviente del sistema prostituyente, quien fuera fundadora de Ammar y actualmente preside la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos, planteó claramente en una actividad organizada desde esta Mesa Interinstitucional que no son asuntos separados. “Mujeres, travestis y trans son captadas por las redes de trata para la prostitución”, sostuvo.

Esto, claro está, no implica que deba perseguirse a las personas en situación de prostitución. Al contrario, hay que trabajar para que no haya derechos vulnerados y que el ejercicio de la libertad no esté condicionado por el hambre o la falta de oportunidades. Si algo hemos aprendido es que resulta necesario escuchar a las mujeres, travestis y diversidades cuando denuncian una violencia. Sobrevivientes y personas desocupadas en situación de prostitución nos dicen que la prostituciónes violencia. Porque más allá del estigma social y la persecución policial, laviolencia es intrínseca a la prostitución, que daña sus cuerpos ysubjetividades.

Cuando hablamos de trata con fines de explotación laboral marcamos la importancia de que el Estado tenga presencia en el territorio. En el Partido de General Pueyrredón la mayoría los casos que se investigan en la Justicia Federal tienen asiento en el cordón frutihortícola de Sierra de los Padres y Batán: allí debe llegar, antes que el derecho penal, el control, la fiscalización y la información a las y los trabajadores por parte de los organismos administrativos del Poder Ejecutivo nacional, provincial y municipal, como forma de prevención con el objeto de evitar que los derechos sean vulnerados. Los trabajadores y trabajadoras del sector agrario aparecen invisibilizados/as por la lejanía de los lugares de explotación y por la naturalización de las condiciones laborales a la que son sometidos/as; aquellos/as que pueden ser víctimas de trata, aún mucho más.  

En este día, instamos una vez más a que los esfuerzos y acciones de los organismos del estado en su conjunto se dirijan a la prevención del delito, mitigando así, las situaciones de explotación que día a día sufren las y los más vulnerables de nuestra sociedad.


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