Por: Roberto Garrone
Los menos de 60 días que Juan Antonio López Cazorla lleva con el traje de Subsecretario de Pesca han sido suficientes para decodificar los trazos gruesos con que dibuja la política pesquera en tiempos del gobierno libertario.
Que se haya tomado vacaciones a un mes de haber asumido tal vez fue obra de la casualidad. Nunca imaginó que terminaría en el cargo y pudo haber reservado el fin de semana en Pinamar mucho antes de haberse convertido en funcionario.
Quizás por culpa, mientras estaba descansando entre médanos y pinares, se corrió 120 kilómetros hasta Mar del Plata para mantener la incertidumbre de los contratados monotributistas del INIDEP que por entonces completaban planillas y describían funciones para respaldar la renovación trimestral.
La renovación se consumó como se había comprometido pero por estas horas sobran las malas noticias para los trabajadores contratados. El viernes trascendió que el martes hubo una reunión de “desregulación” en la Secretaría de Agricultura y se viene un achique salvaje de la planta de personal en el área. López Cazorla pidió una lista de 50 trabajadores en la Subsecretaria y 80 en el INIDEP, lo que implica el 20% de su personal. Así funcionan las fuerzas del cielo.
El mismo López Cazorla puede hacer ambas listas ya que tiene la firma autorizada en el Instituto; la misma que no habilita horas hombre para que los talleres navales mantengan operativos a los buques de investigación, digamos todo. Igual es muy posible que le encargue la tarea insalubre a Claudia Carozza, la titular de la DNI. O al SIMAPE, en el peor de los casos, a quien le entregó la caja del Distrito Pesca pese a que hicieron campaña por Sergio Massa.
Mejor volvamos al ADN de la gestión del veterinario y productor ganadero como autoridad de aplicación pesquera. La administración López Cazorla parece caracterizarse por regalar impunidad a sus amigos. El perfil se expone con nitidez prístina en el caso del buque arrastrero TAI AN, una mole de 102,5 metros de eslora.
La especie merluza negra esta cuotificada y hay tres empresas que tienen el 100% de la cuota. El año pasado se declararon descargas por 3473 toneladas. El buque de “Prodesur” no tiene permiso para pescar merluza negra aunque la pesca como by catch: pesca incidental.
Para ponerle límites a la pesca encubierta de merluza negra que hacía el TAI AN, el año pasado desde Pesca bajaron el límite de captura a 5 toneladas de merluza negra por marea. La semana pasada el barco fue denunciado por las empresas tenedoras de cuota por haber pescado 142 toneladas.
La carga fue corroborada por la inspectora Norma Oszut, quien se encuentra a bordo del buque. En las últimas horas la propia empresa armadora comunicó que había pescado 163 toneladas. Un verdadero escándalo en cualquier administración pesquera, menos en la que conduce López Cazorla.
El dueño de “Prodesur” es Lui Zhijiang, taiwanes nacionalizado argentino y dueño de la casa de cambio más importante de Ushuaia. El buque opera desde el puerto fueguino. La pesca dirigida a una especie para la que no se cuenta con permiso viola claramente la ley federal de pesca.
La conducta del TAI AN no motivó más sanción que una orden emitida por el propio Subsecretario para que el barco se corra hacia otra zona. La tuvo que firmar el propio López Cazorla. El Director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera ya tenía preparada la orden para que regrese a puerto.
Por estas horas es una incógnita el futuro de Julián Suárez, quien ocupa el cargo desde la gestión pasada de Carlos Líberman, por una prórroga del contrato de 180 días y que Vilella no le aceptara la renuncia para mantener la administración más o menos en movimiento hasta que definían a quien podían convencer para ocupar la Subsecretaría.
Cuando llegó López Cazorla convenció a Suárez para que siguiera en el cargo. Luego de la novela del TAI AN y el ajuste que se viene en la Subsecretaría, por estas horas le estaría resultado complicado convencerlo para que no se vaya.
Hoy su figura quedó completamente desdibujada y no justamente porque no hayan designado a un Director de Control y Fiscalización. El TAI AN hace pesca ilegal dentro de la jurisdicción nacional y solo se le ordena correrse cuando en la anterior gestión Suárez ordenó que barcos regresen a puerto por pescar de noche o prolongar la marea de langostino más de 72 horas.
“Prodesur” aseguró que la operatoria del “TAI AN” se ajusta a la normativa, al tiempo que aclaró que las capturas incidentales “son declaradas y constatadas por los inspectores de pesca a bordo”, según reprodujo el portal Pescare.
En su extenso comunicado Liu no dice nada de las 140 toneladas, mucho menos de las 80 toneladas que habría levantado en un solo lance cuando su límite por marea son 5. “No efectuamos pesca ilegal”, aclararon en la empresa armadora. Parece pesca dirigida, y sin permiso para pescarla, es lo mismo que hacer pesca ilegal.
Todavía se está a tiempo de actuar y sancionar al buque. Desde CAPECA, la cámara que agrupa a las empresas con permiso para pesca merluza negra, pidieron la creación de una comisión de descarga fiscalizadora para cuando el buque descargue, posiblemente el 20 de marzo.
Si el que las hace las paga, tal cual reza el slogan liberatario, la merluza negra debería ser confiscada y al buque se le debería aplica una multa millonaria.
El pataleo razonable de tenedores de cuota no podrá canalizarse siquiera en la comisión de seguimiento de la especie que funciona bajo la órbita del Consejo Federal Pesquero. El órgano donde se define la política pesquera sigue siendo un tablero en el que faltan designar varias fichas.
Esta semana López Cazorla no recibió a representantes de las empresas Argenova, Pesantar y Estremar para escuchar sus quejas. En todo un mensaje de gestión, sí se reunió con el cambista Liu con quien compartió un encuentro en la sede de Paseo Colón.
A fin de cuenta fue el reencuentro con dos viejos amigos. Aunque residía en La Plata, Juan Antonio fue representante de Tierra del Fuego, de Liu y el TAI AN, durante 14 años, en el Consejo Federal Pesquero.
Buen domingo