Una nueva acción vandálica contra el arte para denunciar la crisis climática tuvo como escenario al Museo Madame Tussauds de Londres, donde activistas del colectivo Just Stop Oil lanzaron tortazos a las figuras de cera del rey Carlos y la reina Camila, y reclamaron que «el gobierno detenga todas las nuevas licencias y permisos de petróleo y gas».
Ayer, en el sur de Berlín, Alemania, activistas de la misma agrupación lanzaron puré de papas a un Monet valuado en 110 millones de dólares; días antes fue puré de tomate a los famosos girasoles de Van Gogh.
Este lunes, en el Día Internacional Contra el Cambio Climático, se trató de torta de chocolate y el objetivo fueron las representaciones de cera de los monarcas del Reino Unido.
En declaraciones a Télam, la artista Guillermina Grinbaum definió estas intervenciones como «acciones más de efecto, de impacto, que de vandalismo y de daño efectivo de la obra».
La acción que toma como objetivo el arte y museos muy reconocidos es utilizada como herramienta política por parte de los grupos ecologistas.
No sólo realizan la acción frente al público asistente, sino que la filman y la comparten en sus redes sociales, lo que les garantiza una viralización infinita. Pero ¿el mensaje llega?
Consultado hace unos días por la eficacia de estas acciones, el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat, respondió sobre el caso del Van Gogh: «Fue eficaz en su concepción práctica, pero fallida en su concepción simbólica».
En su cuenta de Twitter, el grupo Just Stop Oil se adjudicó esta mañana el tortazo en el rostro de los reyes. «Dos activistas de Just Stop Oil han cubierto un modelo de cera de Madame Tussauds del rey Carlos III con pastel de chocolate, exigiendo que el gobierno detenga todas las nuevas licencias y consentimientos de petróleo y gas», publicó.
Algo singular en este tipo de acciones es que los grupos ecologistas no ocultan la identidad del colectivo ni de los miembros que llevan adelante la acción, muy por el contrario, la comparten con nombre y apellido. Y en esta oportunidad fueron -según dieron a conocer- Eilidh McFadden de 20 años y Tom Johnson de 29.
«La ciencia es clara. La demanda es simple: hay que detener el petróleo y el gas nuevo. Es un pedazo de torta», señalaron en su red social. (Telam)