El porcentaje de personas con coronavirus por jurisdicción, que durante semanas concentró el 90% de los casos activos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), comenzó desde agosto a aumentar en forma creciente en el resto del país, con provincias que incrementaron más de 1.000% los enfermos en un mes; en tanto que otros datos como la edad promedio de contagios o la letalidad no tuvieron importantes variaciones en estos seis meses de pandemia.
«Por la dinámica de la transmisión viral, la pandemia comenzó en el AMBA, que es donde llegan la mayoría de las personas que viajan al exterior, y tuvo focos en algunos lugares de mucha circulación turística; pero cuando la transmisión pasó a ser por contacto estrecho y comunitaria se fue expandiendo de la Ciudad de Buenos Aires al Conurbano y ahora llegó al resto de las provincias por la circulación de las personas dentro del país», explicó hoy a Télam el médico infectólogo Martín Hojman.
El análisis de Hojman es fácilmente identificable en los gráficos que elabora Soledad Retamar, docente e investigadora en la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional, donde coloca con diferentes colores cuadrados de distinto tamaño según el porcentaje de casos activos (con enfermedad en curso) que tiene cada jurisdicción, de acuerdo a los datos oficiales.
Así, en un gráfico del 4 de mayo, el cuadrado más grande era de la provincia de Buenos Aires, que representaba el 36% de los casos activos, seguido muy cerca por la Ciudad de Buenos Aires con el 28%, y lejos se encontraba Chacho con 7%; Córdoba con 6%; Río Negro y Santa Fe con el 5% cada una; Tierra del Fuego con 3%, Neuquén y Mendoza con 2% cada una, y La Rioja, Corrientes, Tucumán, Entre Ríos, Santa Cruz y Misiones con el 1% cada una.
Varias de estas jurisdicciones lograron durante un tiempo controlar los brotes y para mediados de julio la pandemia se concentraba principalmente en AMBA, conformada por Ciudad de Buenos Aires y más de una treintena de partidos aledaños que representaban casi el 90% de los contagios.
Esa situación puede observarse, por ejemplo, en un gráfico del 12 de julio cuando el cuadro más grande era de la Provincia de Buenos Aires, donde estaban el 61% de los casos activos, seguida por la Ciudad de Buenos Aires con el 28% y muy lejos se encontraba Jujuy, con el 3%; Entre Ríos con el 2%; y Córdoba, Santa Fe, Chaco, Río Negro, Neuquén y Mendoza cada una con el 1%.
«A partir de agosto comienza un crecimiento acelerado de los contagios en muchas provincias. La mayoría de los casos se dieron por personas que viajaban al AMBA, se infectaban y cuando volvían, como no había restricciones, comenzaban los brotes y contagios que se hicieron inmanejables», describió Retamar a Télam.
La investigadora señaló que «esto no significa que haya un ‘desplazamiento’ de la pandemia porque los casos siguen creciendo en todo el país; incluso en CABA aunque el ritmo sea más lento, entre julio y agosto el total de casos acumulados aumentó un 60%».
Retamar indicó que la situación en el resto del país es hoy preocupante. «En Santiago del Estero, por ejemplo, el incremento de casos es superior al 3.100%, en Tucumán ronda el 2.300%, en Salta se acerca al 2.000% y en otras provincias como San Juan, San Luis y Santa Fe el aumento fue también de más de 1.000%».
Por eso, si se mira hoy el gráfico de distribución de casos activos, la provincia de Buenos Aires representa 52% de las personas que tienen Covid-19 (ya no sólo focalizado en el Área Metropolitana sino en todo el territorio bonaerense); la Ciudad de Buenos Aires tiene el 11% de los casos activos y pegado está Santa Fe con 9%; le sigue Mendoza con 6%; Córdoba con 4%; Salta con 3%; Tucumán, Jujuy, Río Negro y Neuquén con 2% y el resto de las jurisdicciones con 1%.
«El problema en las provincias es el sistema de salud porque es mucho menos robusto del de la Ciudad de Buenos Aires e incluso del de algunas localidad del Conurbano; esto está originando una tensión muy grave ya en varias provincias, a pesar de que el número de casos no llega a ser alto como en CABA», sostuvo Retamar
En tanto, otras variables de la pandemia no han sufrido cambios tan profundos en estos meses.
El físico y ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Jorge Aliaga, explicó a Télam que «la edad media de los casos bajó desde el inicio de la epidemia (en la semana 10 rondaba los 48,6 años) hasta la semana 21, cuando salió del grupo de viajantes original y entró en los barrios populares (esa semana llegó a los 36,9 años). Luego subió un poco y se estabilizó en alrededor de 40 años».
En este sentido, Hojman, que integra la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), señaló que «esto tiene que ver con la circulación, es decir que las personas entre 20 y 50 años son las que más necesidad tienen de salir por obligaciones laborales».
En la actualidad, según los datos de la sala de situación del Ministerio de Salud, la franja etaria comprendida entre 30 y 39 años representa la mayor cantidad de casos confirmados de Covid-19 (23,74%), seguida por la de los que tienen entre 20 y 29 (20,37%) y los de 40 a 49 (19,07%).
En referencia a los fallecidos, Aliaga analizó que la edad media «bajó entre la semana 19 y 21, al igual que la de casos, y luego oscila entre 72 y 74 años en cada semana».
«Aproximadamente el 60% de los fallecidos son mayores de 70 años, en tanto que de los mayores de 70 años contagiados fallece aproximadamente el 25%», detalló.
Según sus estimaciones, «la relación entre los fallecidos y los casos confirmados que se iniciaron en cada semana de síntoma (porcentaje de letalidad) varía siguiendo la edad media de los contagiados pero para las semanas estables es de 3 y 3,3 % aproximadamente».
Esta estadística supero en un punto del dato de letalidad oficial que se calcula como porcentaje del total de muertes sobre el total de diagnósticos y es del 2,1%.
Finalmente, otro dato interesante relevado por el físico es que «si se tomara en cuenta la cantidad de fallecidos en 2018 por cualquier causa, las personas mayores de 40 años que ya fallecieron por Covid-19 representan el 4% de todos los que murieron hace dos años». (Télam)