El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de la ciudad de Mar del Plata dará a conocer este miércoles el fallo del segundo juicio al exsargento de la Policía bonaerense Ricardo Panadero, cuarto efectivo imputado por el abuso sexual y el asesinato de la adolescente de 15 años Natalia Melmann, ocurrido el 4 de febrero de 2001 en la localidad balnearia de Miramar.
Panadero está acusado por el secuestro, la violación y el homicidio de la adolescente, y tanto la fiscal que intervino en el proceso y en la investigación como los abogados que representan a la familia de la víctima pidieron que sea condenado a prisión perpetua.
Su defensa, en tanto, solicitó la «libre absolución» del expolicía, quien ya resultó absuelto en un primer juicio, realizado en 2018.
El segundo juicio a Panadero se inició el último 2 de mayo, y luego de tres jornadas en las que declararon más de diez testigos, el viernes 5 se desarrollaron los alegatos de cierre y el tribunal fijó para mañana la fecha del veredicto y la eventual sentencia.
El fallo de los jueces Néstor Conti, Mariana Irianni y Juan Galarreta se conocerá a las 10.30 en el primer piso de los tribunales marplatenses.
Familiares y allegados de la menor asesinada anunciaron que se concentrarán en las inmediaciones del edificio desde las 9 para exigir «justicia por Natalia».
Para la fiscal Ana María Caro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar, a lo largo de este segundo juicio quedó acreditado que Panadero fue coautor de los delitos de «secuestro, abuso sexual y homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse la impunidad», por lo que pidió una pena de prisión perpetua.
La fiscal solicitó a los jueces que, aunque el femicidio no existía como agravante al momento del hecho, la prueba presentada en el debate oral y durante la investigación «sea valorada a través del prisma de la perspectiva de género».
Entre los elementos incorporados en el juicio, Caro destacó el examen de ADN de un vello pubiano hallado en el cuerpo de la víctima, que arrojó una compatibilidad del 97,05 por ciento con el perfil genético de Panadero.
Subrayó en ese sentido el testimonio brindado por un perito oficial de parte de la acusación, quien sostuvo que existían «33 veces más probabilidades» de que la muestra analizada perteneciera al imputado que a otra persona de la población en general.
A su vez, la fiscal destacó la declaración brindada en la primera audiencia del proceso por un testigo de identidad reservada de la causa, quien aseguró que en la madrugada de la desaparición de la adolescente había visto cómo era subida a la fuerza a un patrullero por cuatro policías, entre los que ubicó a Panadero.
Tanto la calificación del hecho como el pedido de pena de la fiscalía fueron compartidos por los abogados Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi, representantes en calidad de particular damnificado de los padres de la víctima, Gustavo Melmann y Laura Calampuca.
Paruolo y Castro Bianchi sostuvieron que «no hay ninguna duda de que Panadero participó en el crimen», y pidieron «no seguir dilatando que Natalia y su familia tengan justicia».
Castro Bianchi destacó que los padres «han dedicado su vida para lograr la condena de estos monstruos» y recordó las búsquedas que encabezaron «porque el Estado estuvo ausente».
La defensa particular del acusado, encabezada por Lautaro Resúa, rechazó en tanto la acusación y pidió la «libre absolución» del expolicía «en torno a todos los hechos imputados».
El defensor cuestionó la prueba pericial presentada en la causa como la testimonial, y dijo estar «convencido del estado de inocencia» del imputado.
Panadero llegó al juicio en libertad, y presenció todas las audiencias sin emitir ninguna declaración, y solo dijo al momento de sus últimas palabras ante el tribunal: «Que se haga justicia».
A partir de una pedido de la fiscal, los jueces del TOC 4 le prohibieron al acusado salir del país y alejarse de Miramar hasta que se dicte la sentencia.
Panadero es el cuarto policía acusado por el crimen que conmocionó al país en la temporada de verano de 2001, y llegó a juicio imputado por «privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por la participación de dos o más personas y homicidio agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa».
Si bien había sido juzgado por primera vez en julio de 2018 y absuelto por unanimidad, la fiscalía y la familia de la adolescente apelaron ese fallo, y en noviembre de 2019 la Sala III del Tribunal de Casación Penal bonaerense lo anuló y ordenó la realización de un nuevo proceso.
El exsargento no formó parte del juicio en el que los otros tres policías acusados -Oscar Echenique (63), Ricardo Anselmini (55) y Ricardo Suárez (60)- fueron condenados a prisión perpetua, en septiembre de 2002, porque había sido sobreseído antes.
El crimen de Melmann ocurrió el 4 de febrero de 2001 y según se estableció en el juicio de 2002, la víctima fue obligada a subir a una camioneta policial y llevada a una casa en el extremo sur de Miramar, donde «fue accedida carnalmente» y luego, «con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual», fue estrangulada con un cordón de sus zapatillas.
Los tres policías condenados a perpetua trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado semienterrado cuatro días después. (Telam)