Tres tortugas cabezonas (Caretta Caretta) regresaron al mar en las playas de San Clemente durante la mañana de este martes 20 de diciembre luego de atravesar un periodo de observación y estudios de entre una y tres semanas en la Fundación Mundo Marino.
Los reptiles fueron rescatados de las redes del pescador artesanal Roberto Ubieta quien, como otros pescadores de la zona, colabora con el centro de rescate ubicado en San Clemente, para contribuir a la conversación de éstas especies de tortugas marinas que llegan hasta las aguas costeras de la Provincia de Buenos Aires. En promedio, las tortugas pesaban 45 kilos.
Al ingresar al centro de rescate se les realizó un exámen clínico general y una extracción de sangre: “En los tres casos observamos que los animales tenían buena actitud. Incluso comenzaron a comer sólos a los pocos días, algo que en el caso de las tortugas, puede llevar más tiempo. Lo único que detectamos es que, a nivel de sus valores sanguíneos, tenían un bajo nivel de proteínas que pudimos revertir con una suplementación de vitaminas y aminoácidos. Eso se pudo haber generado porque no venían ingiriendo la cantidad suficiente de alimento”, explicó Candela Martelli, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino y el Parque Educativo Mundo Marino.
Por otra parte, Martelli agregó: “Al quedar enmallados en redes de pesca y al ser animales que tienen respiración pulmonar, el tiempo de observación en el centro de rescate es importante para observar que el animal no haya sido afectado por el síndrome de descompresión, un cuadro que podría ocasionarles una embolia pulmonar, al sufrir un cambio brusco en la presión del agua».
Hace casi 20 años que la Fundación Mundo Marino forma parte del Programa Regional de Investigación y Conservación de Tortugas Marinas de Argentina (PRICTMA) creado en el año 2003 para, en conjunto con otras organizaciones, trabajar en pos de la conservación y el aumento del conocimiento ecológico de estos reptiles marinos: “A través del seguimiento satelital corroboramos que estos animales eligen de manera estacional las aguas del Estuario del Río de La Plata y de la Bahía Samborombón para alimentarse. Ahí es dónde se genera la interacción con redes de pesca y es tan importante la colaboración de los pescadores para conservar estas especies. A todos ellos les estamos muy agradecidos”, sostuvo Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.
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