La Dra. Laura Schejter, del Programa Ecología Pesquera del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), detalla información sobre los arribazones que se produjeron en Mar del Plata y otras localidades de la costa atlántica.
Los arribazones se relacionan con las corrientes marinas y el arrastre de macroalgas ocasionado por fenómenos meteorológicos. Consisten en acumulaciones de algas y otros organismos en las inmediaciones de las playas.
En este sentido, una de las especies que podemos encontrar en las costas durante estos fenómenos son las volutas negras o volutas brasilianas, que es el nombre con el que se conoce a un caracol muy común que habita en la costa de la provincia de Buenos Aires y Uruguay, en la franja submareal y en profundidades de entre 5 y 20 metros.
Su nombre científico es Pachycymbiola brasiliana (sinónimo: Adelomelon brasiliana), y sus conchas son fácilmente reconocibles por su tamaño y forma. El color oscuro que puede observarse se debe a la presencia de una capa externa de la concha que es de material orgánico, que se degrada rápidamente luego de que el animal muere. De todos modos, turistas y bañistas están más familiarizados con esta especie —aunque no lo sepan— por el hallazgo de sus ovicápsulas que todos los veranos pueden aparecer en grandes cantidades en las costas, junto con otros organismos como algas o hidrozoos, luego de que sucedan eventos climáticos particulares, como cambios en las corrientes de fondo, fuertes vientos, mareas o una combinación de ellos.
Estas ovicápsulas, que popularmente se conocen como “huevos de pescado” o “huevos de tortuga”, son estructuras esféricas y libres que son depositadas por el animal durante su período reproductivo en el fondo marino, a diferencia de otras especies de la familia volutidae que tienen huevos semi-esféricos que se adhieren al fondo o a un sustrato. En el caso de la voluta negra, las ovicápsulas pueden contener hasta unos 30 embriones o mini caracoles en desarrollo. Cuando estos mini caracoles terminan su desarrollo embrionario emergen rompiendo la ovicápsula y se incorporan a la comunidad del fondo marino. Como la reproducción de esta especie se produce en primavera-verano, sólo encontramos estos curiosos “huevos” en la playa en arribazones que se producen justamente durante la época en que las playas tienen más actividad.
Este fenómeno de los arribazones de ovicápsulas en las costas se suele producir en diferentes sectores, siempre sorprendiendo al público, pero lo cierto es que se trata de un hecho que está documentado desde hace ya mucho tiempo, siendo uno de los primeros reportes de mediados del siglo XIX, en la zona de la Bahía San Blas, provincia de Buenos Aires.