El concejal del Frente de Todos Roberto Chucho Páez presentó un proyecto de ordenanza para que las autoridades del Ejecutivo local evalúen la apremiante situación de los acompañantes terapéuticos de la ciudad, agravada por la emergencia sanitaria producto del COVID-19 y analicen la factibilidad de coordinar acciones con el legislativo provincial a fin de lograr la pronta legislación de su actividad.
“Los y las acompañantes terapéuticos no se encuentran amparados por una ley provincial que regule su profesión y, producto de eso, manifiestan tener una gran dificultad para que su actividad sea reconocida en tiempo y forma por parte de las Obras Sociales, razón lamentablemente propia de su realidad profesional, agravada por la emergencia del COVID-19. Esta situación debe ser paliada de forma urgente, toda vez que la falta de reconocimiento y posterior pago de sus acciones profesionales los deja en una situación de profunda indefensión, vulnerabilidad y precariedad, expuestos al impacto de la pandemia”.
Páez fundamentó su presentación destacando la labor de los acompañantes terapéuticos, cuya actividad que permite sostener la continuidad de tratamientos siendo una actividad que tiene casi 50 años de tradición en el país.
“En este periodo de tiempo ha recibido diversas denominaciones y fue delineando su contenido y rol específico en el tratamiento de pacientes, llegando al punto actual del acompañante terapéutico como agente de salud de contención integral. Además vale resaltar que los y las acompañantes terapéuticos son agentes de salud mental que actúan en un marco interdisciplinario, para establecer o restablecer los lazos sociales del acompañado, principalmente en la familia, con la comunidad, incluso con los actores de su tratamiento para asegurar su efectividad. Los acompañantes terapéuticos contribuyen a fortalecer la autonomía y autodeterminación del acompañado”.
La pandemia ha hecho que sea imposible el desplazamiento para los y las profesionales, lo que genera también una necesidad de adecuar su acción para no interrumpir los tratamientos en proceso, y no cesar con su actividad profesional.
“La situación de la pandemia nos ha puesto cara a cara con alguna de las deudas que tenemos como sociedad, algunos puntos en los que tenemos que poder avanzar para lograr más justicia y mejor calidad de vida para todos. Creemos que es el momento histórico para asumir estos desafíos pendientes”, señalo Roberto Páez.