La Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de Mar del Plata (Uthgra) informó del cierre de dos restaurantes de reconocida trayectoria: La Caracola, ubicada en el centro comercial del puerto, y Málaga (25 de Mayo y Guido).
Desde el gremio expresaron su malestar por la realidad que atraviesa la gastronomía «que ha formado y forma parte de la historia de Mar del Plata, de los motivos por los cuales los turistas nos eligen, del motor central de la economía de la ciudad, se acaba».
Desde UTHGRA alertaron que «esta histórica situación mundial está también terminando con la historia de nuestra profesión, con las historias de vida y trabajo de muchos de nuestros afiliados…con la historia misma de la ciudad».
En esa línea, se indicó que «La Caracola y Málaga son dos nombres emblemáticos, pero sobre todo son decenas de trabajadores desocupados más que nos duelen, junto a los de Pehuen y tantos otros que ya hemos enumerado».
Al esgrimir los motivos que llevaron a estos cierres, desde el gremio manifestaron que responde a la insostenible situación a la que se llevó a los establecimientos gastronómicos de la ciudad con el retroceso a Fase 3.
«Lo dijimos hace poco más de 72 hrs: desde la noche del viernes muchos negocios cerraron sin saber si van a volver a abrir. Muchos que cumplieron con los protocolos solicitados por los gobiernos a rajatablas. Y no hablamos de los locales o empresarios: hablamos sobre todo de los trabajadores, que son los que tienen el contacto DIRECTO con el lugar en el que se encuentran, el alimento y ,sobre todo, con el cliente que eligió ese espacio. Ellos son los que más esfuerzo vienen haciendo desde que todo comenzó y los que día a día toman el coraje que les brinda llevar la comida a sus hogares, para poder salir a enfrentar el COVID, pero aún más a los irresponsables», señalaron.
En otro tramo del comunicado, no dejaron de destacar que son muchos los irresponsables que han llevado a esta situación en la ciudad, entre los que mencionaron a aquellos dueños de espacios gastronómicos que permitieron reuniones. «Sí, esos dueños, que por suerte son contados con menos de la mitad de los dedos de una mano, empañaron y se mofaron del trabajo y la salud de todos los gastronómicos y de todos sus colegas emprendedores y empresarios», sentenciaron.
Finalmente, plantearon que «el Municipio en estos días demostró que los controles pueden realizarse, quizás, de manera tardía para nuestro sistema de salud. Pero si existen las formas, si existen las medidas, si existen los cuidados y los protocolos, ¿por qué seguir enfrentando a más de 30 mil familias al fin de su actividad económica, al fin del motor de su bienestar?«.