Tras una jornada bochornosa que incluyó un enfrentamiento entre afiliados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Mar del Plata y sectores disidentes que dejó al menos tres personas heridas, no se registraron avances y se mantiene el conflicto salarial que mantiene a la ciudad sin colectivos.
Desde hace dos semanas se encuentra paralizado el servicio nocturno, de 22 a 6, por una retención de tareas convocado por la UTA y en las últimas horas se conoció que fue motorizado por el sector empresario encabezado por Juan Inza como forma de presión para que les otorguen más subsidios y se aumente el boleto.
Sin embargo, desde el viernes a la tarde un grupo de choferes nucleados en una agrupación disidente a la UTA resolvió bloquear las cabeceras de las principales empresas de colectivos en reclamo de salarios adeudados desde diciembre.
Desde entonces, no se presta el servicio en Mar del Plata y Batán.
La conducción sindical decidió presentar un amparo ante la justicia para que se pueda reanudar la actividad, sin lograr una respuesta hasta el momento.
Sin embargo, este lunes pasadas las 6 un grupo de afiliados de la UTA, asistieron al lugar para intentar desarmar la protesta.
Juan Mastromarino, integrante de la agrupación disidente, dijo a Télam: «Estábamos pidiendo pacíficamente que se nos pague el dinero adeudado desde diciembre y vinieron representantes de la UTA a enfrentarnos y atacarnos con armas».
«Nos atacaron con armas de fuego tumberas y con palos, eran 30 personas que se hicieron pasar por choferes y ahora tenemos tres compañeros heridos, uno con arma de fuego y los otros con golpes de palos en la cabeza», agregó.
Con el correr de las horas hubo reuniones informales entre Inza, la cúpula de la UTA y un representante de la agrupación disidente sin llegar a un entendimiento.
Mientras tanto, el arco político opositor exigió una intervención del gobierno del intendente Guillermo Montenegro para destrabar el conflicto.
Pero la respuesta oficial fue un tibio repudio a los hechos de violencia y a destacar las notificaciones labradas a las empresas por el servicio parcial que se venía prestando.