Keila tiene 11 años y más de la mitad de su vida la pasó en tres Hogares Convivenciales de la Provincia de Buenos Aires. Siempre agradece a las trabajadoras y trabajadores de los establecimientos que lo acompañaron y fueron parte fundamental de su crianza pero nunca dejó de anhelar una familia. 

Hoy, la situación de “Kei” como le dicen sus amigos, es diferente. Al igual que más de 500 niñas, niños y adolescentes, pasará mañana el primer Día del Niño con sus nuevos padres.

La historia de Keila (los nombres reales se preservan) es la de cientos de niños en la Provincia y en el país. Nacida en La Matanza, con el fallecimiento de su padre y graves problemas con su mamá biológica y su padrastro, la niña y sus dos hermanos menores Martín de 5 y Emilio de 8, tuvieron que ser separados de su hogar para pasar a establecimientos oficiales y Conveniados del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia.

Sin embargo, en mayo de este año y luego de una etapa de vinculación, llevada a cabo por los Servicios de Promoción y Protección (Locales y Zonales) se logró  vincular a los tres hermanos con una pareja anotada y evaluada previamente  por el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos, que aúna a todos los registros provinciales,  para darles a los chicos el derecho a tener una familia.

“En mayo de este año comenzamos a convivir. Todo es un proceso, pero hoy por hoy ellos y nosotros nos sentimos familia. Al principio, quizás a mi esposa le decían ‘tía’ o el nombre y de poco se fueron soltando y hoy nos dicen mamá y papá. De hecho pasé un hermoso día del padre donde me pusieron fotos de ellos cuando fueron los primeros encuentros”, relata Pablo, quien espera terminar el trámite de adopción para darle legalidad a su hermoso y nuevo rol.

Pablo agrega: “Este Día del Niño vamos a ver primero qué quieren hacer ellos. Nuestra idea, más allá de algún regalito, es pasar todo el día con actividades juntos. Salir a pasear, al pelotero y los juegos y tomar un helado, además de almorzar algo rico. Los más chicos ya estaban más acostumbrados, pero para Keila cualquier celebración o actividad fuera del hogar es una novedad y la verdad es que nos encanta poder darle esa chance”.

Pero Keila, Martín y Emilio no serán los únicos que pasarán su primer Día del Niño con una familia de guarda con fines de adopción. Un total de 525 chicos egresaron de establecimientos oficiales o conveniados con el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia para convivir con nuevas familias desde el 16 de agosto pasado, un día después de la fecha en que se celebró en 2021 el día de las niñeces. Estas cifras surgen del Registro Unificado Estadístico de Niñez y Adolescencia (REUNA). 

“Hemos registrado un leve aumento (de 496 a 525) en las guardas con respecto al mismo ciclo anterior. A pesar de que el número frío no parece significativo, para quienes trabajamos en esto, cada niño que logra un egreso por guarda y luego una adopción es una satisfacción enorme y un derecho que estamos restituyendo”, señala el director ejecutivo del Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia, Germán Urman.

De los 525 que se registra en los últimos 12 meses contando desde Día del Niño 2021 hasta hoy, son 264 niñas y adolescentes mujeres y 261 varones. Con respecto a las edades, 220 tienen de 0 a 5 años, 219 de 6 a 11 y apenas 85 de 12 a 17 años.

Sobre las diferencias en las franjas etarias, Urman asegura: “La adopción, que consideramos quizás el acto de amor más grande que existe, históricamente se rige por una cuestión que debemos trabajar junto con la sociedad entera: el deseo de los pretensos adoptantes de tener un bebé o un niño, que alcanza casi el 90 por ciento y por el contrario menos del 5 por ciento tienen disponibilidad adoptiva para un pre adolescente o adolescente”.

“Otro problema real a resolver es acortar los plazos, aunque también debemos desmitificar un poco el tema. Adoptar un niño o un grupo de hermanos tiene etapas que no pueden saltearse ni apurarse y además aquí no se trata de encontrar una chica o un chico para satisfacer los deseos de una pareja o de una persona adulta, por más que se trate quizás del acto de amor más grande del mundo. Por el contrario, lo que se busca es buscar la persona adecuada para cumplir con el anhelo y el derecho de los pibes a vivir en familia. Partimos del niño como sujeto de derechos y no al revés”, agrega el funcionario.

Los plazos de los que habla Urman se dividen en tres momentos clave.

Primero la construcción del vínculo entre la niña, niño y adolescente y la familia con encuentros temporales. El Sistema de Promoción y Protección de Derechos, a través de los Servicio Zonales y Locales, que coordina el Organismo cumple aquí uno de sus roles clave mediante el acompañamiento profesional. Los Servicios Locales cuentan con un equipo técnico con psicólogos, abogados, trabajadores sociales, entre otros. 

En una segunda etapa, en caso de que el juez así lo decida, se da inicio a la guarda donde los postulantes se encontrarán a cargo del cuidado y crianza de la niña, niño y adolescente.

Y por último, la finalización del juicio o trámite de adopción.

Lo cierto es que 525 niñas, niños y adolescentes como Keila y sus hermanos, festejarán este año un Día del Niño diferente, con el mejor regalo de todos: el amor de una nueva familia.


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