El artista y docente Julián Roura tuvo un problema de salud grave, del cual se está recuperando con éxito. A pesar de esto, va a estar en rehabilitación varios meses y sus amigos y familiares lanzaron una campaña solidaria.

Una tardecita, de los primeros días de agosto, Julián sintió que le costaba mucho mover las cosas. Cualquiera sea, desde un vaso a una llave. Pensó que era cansancio, intento descansar, pero sintió que todo empeoraba y cada vez se le hacía más difícil mover el cuerpo. Al otro día, estaba ya casi totalmente paralizado.

El rápido accionar de su pareja Macarena y su familia, lograron que Julián llegue al sanatorio Belgrano y sea rápidamente atendido. Luego de varias horas sin diagnóstico, los profesionales decidieron trasladarlo al HPC. Ahí entró en Unidad de Terapia Intensiva y pudieron dar con el diagnóstico correcto: Guillain Barré.

Aún la causa exacta de este síndrome se desconoce. Sin embargo, dos tercios de los pacientes aseguran haber tenido síntomas de infección en las seis semanas anteriores. Ocurre que los nervios no pueden enviar las señales de forma eficaz, por eso los músculos pierden su capacidad de responder a las órdenes del encéfalo y este recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo. De esta manera va perdiendo movilidad, pero el punto más critico son los músculos respiratorios. Por ende, una vez diagnosticado tuvieron que intubarlo para que pueda respirar.

Esta enfermedad se caracteriza por una escalada de paralizaciones, hasta un punto donde se realiza una ”meseta” y desde ahí comienza la mejoría. Para que esto ocurra hay dos tratamientos, uno es por inmunoglobulina, intravenosa y otro por plasmaféresis. Son tratamientos muy caros, pero IOMA, la obra social que tiene Julián por ser docente de la escuela Martin Malharro, cubrió toda la internación.

Fueron más de 20 días en terapia intensiva, muy duros donde, si bien la cabeza de Julián estaba en perfecto estado, su cuerpo no le respondía en absoluto. Pero luego de esa meseta, fue mejorando y empezando a sentir la musculatura de a poco. De ahí paso unos días a terapia intermedia y luego trasladado al INAREPS donde por varios meses continuará su tratamiento con la idea que vuelva a ser el mismo de antes: Un gran pintor, alfarero, dibujante y muralista de nuestra ciudad.

Un grupo de amigos tomaron la iniciativa, junto a su pareja y familia, de llevar esta campaña de “una mano para Julián” con la idea de una solidaridad activa para alguien que no puede generar recursos y necesita del apoyo de todos.

«Julián es una persona comprometida con el arte y con su ciudad. Podríamos decir que es parte de la identidad marplatense. Por eso, además de agradecerle por llenar de colores esta ciudad, nos comprometemos a darle una mano a él, que siempre esta dispuesto a brindar la suya», señalaron.

Para eso, estuvieron colocando un «alias» en cada mural que, junto con Macarena, su compañera, realizaron en la ciudad, el país y el mundo.

Alias para colaborar: *espiritudebarro* A nombre de Macarena kazmierczak.


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