Por: Roberto Garrone

Lejos de terminar, el Red Chamber/Profand/bienes de la ex Alpesca Gate en Chubut suma capítulos vergonzantes y damnificados cada vez menos relevantes, pero damnificados al fin, para tapar los desaciertos de un gobierno provincial que no escatima esfuerzos en arreglar errores no forzados con decisiones administrativas forzadas y arbitrarias.

Mientras todavía no se conocen todos los detalles del nuevo acuerdo que firmaron Nacho Torres y Andrés Meiszner con los apoderados legales de Red Chamber para el manejo operativo de los bienes de la ex Alpesca, sí ya hay señales de la reparación que Chubut hará a Profand por desalojarla de dichos bienes tras firmar un contrato por 20 años. Chubut, no lo entenderías…

A esta altura no queda claro si la empresa de capitales estadounidenses tiene filmado al Gobernador y al Fiscal de Estado pidiendo la coima de 6,5 millones de dólares como denunció el propio CEO de la firma, o realmente la abonaron, dados los acontecimientos de las últimas semanas, donde pasaron de ser los incumplidores seriales a reclamar dos permisos provinciales en el marco de sus nuevas inversiones en Trelew, a volver a ser los inquilinos de los activos en Puerto Madryn.

Los 60 nuevos empleados que había tomado Profand se mantendrían bajo el viejo/nuevo operador. Hasta la empresa de estibaje interno que maneja “Pepe” Díaz, el segundo de Luis Nuñez en el STIA, y que había desembarcado de la mano de los españoles, tiene presencia asegurada. Parece que escoba nueva barre bien.

Las que no saben qué hacer son dos Gerentes, una de Recursos Humanos y otra de Planta, contratadas por Profand en su proyecto de 20 años en Madryn. Una de ellas había renunciado a su trabajo en CAPA y mudado con su familia a la Patagonia para encarar el nuevo desafío laboral que duró dos meses. Historias mínimas detrás de los manotazos de un gobernador acorralado. Pero hay más damnificados en este boletín…

Ese acuerdo reparador para con la multinacional española ya está escrito e incluye la entrega de un permiso de pesca artesanal y 5 mil toneladas de merluza. El proceso comenzó el lunes de la semana pasada, apenas 24 horas después de haber firmado el corte unilateral del contrato de arrendamiento.

Si el Secretario de Pesca no podía dormir por esos días convulsionados en que tenía que tragarse todas las promesas incumplidas de Red Chamber, defender el regalo de los dos permisos, cortar el contrato con Profand, habilitar los barcos porque la empresa americana acababa de volver a disponer de los 5 permisos provinciales que incluye el paquete de la ex Alpesca, en esas horas de insomnio seguramente tuvo tiempo para diseñar parte del regalo reparador para Profand.

Hasta acá Andrés Arbeletche era una figura que había quedado a salvo de las manchas de barro que involucraban a Torres y a Meiszner en la novela de Red Chamber. Casi una víctima principal de la colección de desaciertos de sus superiores. Pero en este nuevo capítulo se parece mucho más a un victimario que a una víctima… Forzar la ley para tapar la colección de desaciertos de Torres ya lo pone en otro lugar.

La Resolución 690/25 firmada por el Secretario de Pesca revoca el permiso Tipo 1 otorgado al señor Julio Cesar Dominguez en razón de no haber justificado la inactividad comercial de dicho permiso. El armador lo tenía en uso hasta febrero de este año en el barco “Carlillo”, el cual naufragó a 17 millas de Rawson.

La Provincia cedió el permiso al nuevo buque que alquiló Dominguez pero en estos 286 días, según aclararon, no estuvo operativo. El permiso, según la propia Secretaría, contaba con una asignación de captura para langostino y variado costero.
Domínguez asegura todo lo contrario. Que siempre pescó langostino y nunca pidió la justificación de la inactividad porque solo pesca durante la zafra. ”SI me lo sacan a mi se lo tendrían que sacar a todos los otros artesanales”, dijo el armador.

Para avalar la decisión de quitarle el permiso, Andrés Arbeletche menciona una serie de irregularidades cometidas por Dominguez como llevar un polizón a bordo al momento del naufragio, tener multas impagas por pescar fuera de las 12 millas, haber sufrido una suspensión por parte de Pesca Nación, tener trabajadores en negro y una bodega cuyos metros cúbicos no coinciden con la declarada en el manual de carga.

Nada de todo esto justifica que le saquen el permiso de pesca a Domínguez, quien se transforma en la cabeza de turco, el que termina pagando los platos rotos de toda esta historia plagada de equivocaciones que lesionaron la seguridad jurídica.

Ya no hay Embajadas ni lobbystas influyentes ejerciendo presión con la difusión de videos comprometedores. Tampoco la multinacional gallega amenazando con juicios millonarios para recuperar todo lo invertido en los dos meses de arrendatarios en Madryn. El damnificado es un armador artesanal cuyo barco de menos de 10 metros se hundió el verano pasado. Hilo más delgado donde Arbeletche abusa de su poder, no se consigue.

Saber cómo hará el Secretario de Pesca para legalmente entregárselo a Profand, es la película que veremos esta próxima semana. El día que la merluza vuelva a ser negocio y alguien vaya a pedir, ya las tendrá asignadas Profand. Chubut tiene un Gobernador que reparte recursos naturales como si fuesen caramelos.

La transparencia en Chubut hace mucho que abandonó el grupo. Más allá que digan que Domínguez es poco menos que Satanás en los muelles de Rawson, que todo es fruto de la casualidad, nunca en los casi dos años de gestión de Arbeletche, hubo una decisión de este tipo con un barco de dicha flota. El Secretario ahora sí queda manchado con una decisión absolutamente arbitraria, forzada para que se ajuste a medida de las necesidades de su jefe político.

La teoría dice que cada nuevo permiso que dispone la Provincia debe salir a licitación y quedar en manos de la mejor oferta. A nadie sorprendería que entre los requisitos para adjudicarlo se establezca como condición indispensable haber alquilado dos meses en el último semestre los bienes de la ex Alpesca.

Arbeletche no había renunciado después de los primeros capítulos de la novela Red Chamber/Profand porque sentía culpa por los españoles en su manejo fugaz por los bienes de la ex Alpesca y quería llegar a un acuerdo de salida armonioso. Tapar cagadas ajenas con cagadas propias no parece cumplir el objetivo.

A Domínguez le queda poco margen de acción más que atarse al muelle, en una provincia cuyo Tribunal Superior de Justicia expide fallos a la carta del Gobernador y el SENASA habilita barcos en menos de 24 horas, un día sábado para que Red Chamber disponga de su flota costera alquilada. “Sé lo que tengo que hacer y qué puerta tengo que golpear”, me dijo el viernes a la tarde.

La vía administrativa marca la presentación de un recurso, el cual se descarta que será rechazado y el recurso jerárquico ante la propia Secretaría de Pesca, que lo refutará también sin miramientos. Nunca a nadie le quitaron un permiso por estos motivos. El dueño del “Carlillo” estuvo en el momento oportuno de Arbeletche, en el lugar equivocado.

Si Domínguez cree en la justicia, contratará un abogado para iniciar la demanda contra el estado provincial. El Fiscal de esa causa será Meiszner, el que movió la primera ficha de este dominó de la vergüenza en que se ha transformado la política pesquera de Chubut en este último año.

En el camino judicial Domínguez quizás se encuentre con alguna oferta de un permiso para pescar trucha arco iris en del lago Huechulaufquen o un food truck para la Fiesta Nacional del Asado que le quitaron a un almacenero de Cholila. Porque siempre en esta novela, el siguiente capítulo puede ser peor.Buen domingo.


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