Según el relevamiento mensual de precios de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), que realiza el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) en ciento veinte negocios de cercanía de los barrios populares de Mar del Plata y Batán.

En mayo hubo incrementos del 5,96% en el total de la CBA. Así, una familia de dos adultos/as y dos hijos/as menores que en abril necesitaba $36.730 para adquirir los alimentos indispensables, un mes después precisó sumar $2.188 más a su presupuesto para llevar los mismos productos a su hogar.

En los primeros cinco meses de este 2022, la CBA aumentó un 31,38%. En diciembre pasado, el valor de los alimentos básicos para la misma familia ascendía $29.623, mientras que en mayo pasado llegó a costar $38.918, lo que significó un incremento de $9.295.

El director del Isepci en Mar del Plata, Rodrigo Blanco, analizó: “Estos incrementos en los precios de los alimentos indispensables siguen marchando por encima de los aumentos de las remuneraciones mínimas. En diciembre el Salario Mínimo Vital y Móvil estaba fijado en $32.000, para abril y mayo llegó a $38.940; es decir, que en los cinco meses que el costo de la CBA aumentó $9.295, (+31,38%), el Salario Mínimo subió sólo dos tercios de ese valor: $6.940 (+22%).”

“También la Asignación Universal por Hijo quedó rezagada en la carrera contra los precios de los alimentos: en diciembre las familias cobraban $5.676 por hijo, en mayo recibieron $6.374, o sea que mientras que la CBA aumentó 31,38%, la AUH subió 12,29%.”

“Dentro de los valores de la CBA, los productos de almacén volvieron a repuntar y pasaron a encabezar nuevamente los incrementos por rubro: +37% desde diciembre, mientras los de verdulería llegaron a subir 29% promedio, y los de carnicería estuvieron en +26%, siempre en el período diciembre 2021 a mayo 2022.”

Este aceleramiento de los aumentos en los primeros cinco meses del corriente año a su vez eleva considerablemente el porcentaje de incrementos en el cálculo interanual. En mayo de 2021, según el relevamiento del IBP en General Pueyrredón el valor de la CBA para una familia de cuatro personas era de $24.110, incrementándose en +61,5% en un año, o sea que la misma familia necesitó $14.808 más para cubrir los mismos gastos. Dentro de los aumentos anuales de los productos de la CBA, los rubros  de almacén y carnicería estuvieron por encima del aumento promedio superando ambos el 63%, mientras que las frutas y verduras se incrementaron 50,76%.

Cae el consumo en los comercios de cercanía

A continuación, Blanco comentó una nueva iniciativa del instituto en la ciudad: “El pasado mes de mayo, desde el Isepci se llevó a cabo una encuesta a nivel local, a aquellos comerciantes que abren las puertas de su negocio para realizar el IBP mensualmente. La finalidad de este nuevo relevamiento es tener datos respecto a la percepción de las variaciones en las compras de los consumidores».

«Buscamos abrir un canal de escucha con quienes abastecen de alimentos y otros productos de primera necesidad a las familias de los barrios. Sabemos que muchas veces son los comerciantes quienes reciben las quejas por los aumentos de precios, pero es importante poner en debate a los verdaderos formadores de precios que, en la cadena de producción, tienen a las grandes cadenas de proveedores mayoristas como un núcleo de la concentración del mercado que debe ser controlado desde el Estado, expresó.

Blanco planteó que, según el INDEC en el primer trimestre del año los alimentos en mayoristas aumentaron el 25%. «Estos grupos mayoristas continúan afuera de los acuerdos de precios nacionales. Los pequeños y medianos comerciantes barriales, al igual que las y los consumidores, también son víctimas de los aumentos que luego deben reflejar en los precios de venta de los productos.”

Seguidamente, el referente de Libres del Sur Mar del Plata planteó: “En cuanto a los cambios en las formas de consumo, más del 90% de las y los comerciantes manifestaron haber observado en los últimos meses que las y los consumidores eligen marcas más económicas al momento de realizar sus compras».

«Asimismo, el 88% reconoció que sus clientes dejaron de comprar los alimentos por peso, y lo hacen muchas veces según la cantidad de dinero con que cuentan. Es decir, por ejemplo en lugar de pedir 1kg de carne picada o 1kg de zanahoria, piden una suma de dinero que saben que pueden costear del producto que necesitan. Complementariamente, un 60% de comerciantes consideraron que sus clientes realizan compras de menor volumen, llevando menos productos o menos cantidad que en los meses anteriores», añadió.

“Respecto a las compras realizadas por las y los comerciantes, nos encontramos con que, en comparación con los últimos meses, sólo el 31% mantuvo los volúmenes de compra a sus proveedores, mientras que el 69% restante tuvo que reducir el abastecimiento de sus comercios. Asimismo, el 34% cambió las marcas que solían adquirir para su negocio, optando por marcas más económicas. Por otro lado, el 85% de los comercios relevados no ofrece los ‘Precios Cuidados’”. 

En este sentido, Blanco concluyó: “Nos encontramos con datos alarmantes: no solo cambios en las formas de consumo, sino también una disminución drástica del consumo, lo cual refleja la pérdida del poder adquisitivo que se vive en los sectores populares, y que tiene como consecuencia menos comida y menor calidad nutritiva en la mesa de las familias. Es preocupante sabiendo todo el daño que produce una alimentación incompleta y limitada, tanto para las infancias y juventudes enformación como para las y los adultos.”


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