Las expectativas de la industria textil para 2022 son «muy buenas», tras un 2021 que fue mejor que 2019, según un relevamiento realizado por la Fundación Pro Tejer entre más de.80 empresas de la cadena de valor de todo el país.

«Ocho de cada 10 empresas estima que las ventas crecerán en este año, aunque muchas sostienen que la pérdida del poder adquisitivo podría actuar como limitante», señaló la entidad.

En esa línea, casi la totalidad de las empresas planea mantener o ampliar el uso de la capacidad productiva, siete de cada 10 realizar nuevas inversiones y cinco de cada 10 contratar nuevo personal.

«A mayor tamaño de empresas, se observan respuestas más positivas», destaca el trabajo.

Según Pro Tejer, «frente a una mayor producción, las empresas de los eslabones iniciales de la cadena prevén una mayor necesidad de aumentar importaciones de insumos no fabricados en el país».

En tanto, dentro de las principales limitantes al crecimiento de este año el trabajo menciona «la incertidumbre macroeconómica, presión tributaria y escasez de personal calificado».

Al relevar el desempeño productivo del año pasado, el trabajo consigna que «ocho de cada 10 empresas informan haber mejorado su desempeño y ventas respecto a 2019».

Sin embargo, advierte que «la falta de recuperación del poder adquisitivo y el consumo interno actuó como una limitante para el crecimiento del sector».

En particular, señala la situación de las pequeñas empresas, que fueron las que tuvieron «mayores dificultades para recuperarse luego de la pandemia».

En línea con esto, 83% de los establecimientos encuestados manifiesta haber alcanzado un uso de la capacidad instalada superior a 61%.

Un gran traccionador del desempeño del sector fue la inversión y, así, seis de cada 10 empresas invirtió en 2021 y nueve de cada 10 lo están haciendo en distintas tecnologías de la industria 4.0.

En cuanto al empleo, cinco de cada 10 empresas incorporaron nuevos trabajadores, superando los niveles registrados en 2019.

Las hilanderías, tejedurías, tintorerías y marcas fueron los segmentos que tuvieron un mayor dinamismo, mientras que la creación de puestos de trabajo en la confección estuvo más rezagada, precisó Pro Tejer.

Del total de las empresas encuestadas, 27% exportó durante 2021 y, de estas, 57% superó los niveles de 2019.

Entre las que no registraron ventas al exterior en los últimos años, el factor competitividad-precio surgió como el más influyente a la hora de lanzarse a la conquista de mercados; seguido por los costos de la logística internacional, sobre todo en empresas medianas.

En cuanto a las compras desde el exterior, seis de cada 10 empresas registraron importaciones y más de la mitad aumentó sus volúmenes importados con relación a 2019.

La mayor parte de las empresas (50%) concentraron sus importaciones en bienes iniciales, sobre los cuales la agregación de valor es mucho mayor; y 45% de la muestra informa que tuvieron dificultades para importar, principalmente obstáculos para acceder al mercado de cambios y girar divisas.

La muestra fue balanceada según segmento productivo (insumos textiles, hilandería, tejeduría, acabado, confecciones y marcas), con una participación repartida entre micro y pequeñas empresas (54%), mediana (39%) y de mayor tamaño (6%). (Telam)


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