Horacio Rodríguez Larreta inauguró su último período de sesiones en la Legislatura como jefe de Gobierno porteño con un discurso en el que ratificó su mensaje anti grieta, cuestionó a los sectores más duros del PRO al advertir que «el cambio no es gritar» y reivindicó los 16 años de gestión en la ciudad de Buenos Aires en un gesto a su antecesor y expresidente, Mauricio Macri.
«En la Ciudad también al principio nos dijeron que no íbamos a poder, que era imposible, que íbamos a fracasar. Y lo logramos. Nos animamos a transformar la Ciudad y ahora nos vamos a animar a transformar el país», aseguró Rodríguez Larreta en el recinto de sesiones.
Con tono presidencialista, el jefe de Gobierno llamó a «salir de la división y pelear juntos por el futuro que nos merecemos», consideró que «cuando salimos del griterío, de la chicana, del ruido que genera la política, aparece el cambio», y destacó que «no hay teoría política ni ideología partidaria que sea más importante que ser argentino».
«Nuestro legado es una Ciudad donde la educación es una prioridad. Donde la seguridad no se negocia. Donde la política social es generar trabajo. Donde la salud no es un privilegio. Donde la ley es igual para todos. Y donde hay futuro», agregó.
Rodríguez Larreta dejo inaugurado el último período de sesiones ordinarias como jefe de Gobierno ya que en diciembre finalizará su mandato frente al Ejecutivo.
En el recinto estuvo acompañado por funcionarios del Gabinete, así como representantes del Poder Judicial.
En tanto, los legisladores y las legisladoras del bloque del Frente de Todos, el principal de la oposición porteña, colocaron al frente de sus bancas carteles con la leyenda «Larreta es Mafia».
El posicionamiento alude a la situación del ministro de Seguridad en uso de licencia, Marcelo D´Alessandro, que es señalado por su participación en supuestos chats y audios en conversaciones con jueces federales, directivos del Grupo Clarín y empresarios que mantenían concesiones de servicios con el Gobierno porteño. (Telam)