Buenos Aires, 19 de agosto de 2024 – En el marco del Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico, que se conmemora hoy, lunes 19 de agosto, la Sociedad Argentina de Pediatría lanzó una campaña nacional de prevención y concientización sobre esta enfermedad que afecta principalmente a niños y niñas menores de 5 años.[1] En esta oportunidad se extiende la conmemoración de este día a una semana completa de actividades y campañas informativas, jerarquizando la prevención y el seguimiento con controles periódicos.

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una condición médica severa que se presenta con mayor frecuencia en la población pediátrica y es la principal causa de insuficiencia renal aguda en la infancia y la tercera causa de insuficiencia renal crónica y trasplante renal en Argentina.

En un documento elaborado por el Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría con motivo de la campaña, se explica que el SUH es un cuadro provocado principalmente por la infección con Escherichia coli, bacteria productora de la toxina Shiga (STEC) y se caracteriza por anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia y daño renal agudo.

“La transmisión se da principalmente a través del consumo de alimentos y agua contaminados. Las carnes mal cocidas, lácteos no pasteurizados, las verduras crudas mal lavadas la contaminación cruzada (al usar la misma superficie o utensilios para lo crudo y lo cocido), el uso de agua no potable, las manos contaminadas (contagio de persona a persona) y bañarse en aguas contaminadas son las principales vías de infección”, especificó el Dr. Miguel Liern, médico pediatra y nefrólogo infantil, integrante del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Por ello, la campaña se centra en educar a la comunidad sobre prácticas seguras de manipulación de alimentos y medidas de higiene esenciales: “es fundamental cocinar bien las carnes hasta que no queden rosadas, lavarse las manos antes de comer, manipular alimentos y después de ir al baño, así como también usar superficies y utensilios distintos para alimentos crudos y cocidos y consumir lácteos pasteurizados”, detalló la Dra. Ana Paula Spizzirri, médica nefróloga pediatra y prosecretaria del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

“No existe todavía un tratamiento específico para el Síndrome Urémico Hemolítico, por lo que la prevención es fundamental así como también es crucial el seguimiento médico regular para los niños y niñas que desarrollan SUH, ya que pueden presentar complicaciones severas a largo plazo. Los controles periódicos con un nefrólogo pediátrico son esenciales para monitorear y prevenir cualquier deterioro de la salud renal”, informó el Dr. Lucas Lucarelli, médico nefrólogo pediatra y también miembro del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP)”.

Entre los principales síntomas que permiten sospechar la enfermedad, el documento de la SAP refiere a la diarrea con sangre, dolor abdominal y vómitos. También se puede presentar palidez, alteración de la conciencia y disminución en la eliminación de orina y convulsiones. Ante cualquiera de estos síntomas la recomendación es siempre acudir al pediatra o al centro de salud más cercano y evitar la automedicación. También se aclara que no hay tratamiento específico para la enfermedad, sino que se tratan los síntomas y el compromiso de los órganos afectados. Incluso si llega a producirse una insuficiencia renal aguda, se indica diálisis.

Desde la SAP reconocen que el SUH tiene un gran impacto en la salud infantil: puede llegar a ser fatal hasta en el 3% de los casos, y dejar secuelas renales crónicas posteriores en el 50% de los sobrevivientes.

El documento también se encarga de advertir las potenciales complicaciones a futuro: “Los niños que tuvieron SUH en la infancia pueden presentar complicaciones a largo plazo como hipertensión, proteinuria (pérdida de proteínas por orina) y disminución de la función renal, lo cual puede requerir diálisis o trasplante renal en casos severos. Es importante destacar que estas complicaciones a veces pueden manifestarse años después del episodio inicial y la enfermedad o daño renal no produce síntomas. Por esta razón, es fundamental realizar controles regulares con un nefrólogo pediátrico para monitorear la salud renal hasta la adultez y poder actuar preventivamente ante cualquier signo de deterioro”.

“Como parte de la campaña, se realizarán actividades informativas y educativas a través de medios masivos de comunicación y redes sociales para alcanzar a un público más amplio. También habrá charlas y actividades con expertos en pediatría y nefrología en distintos puntos del país, así como actividades interactivas con la comunidad para resolver dudas y brindar información crucial sobre la prevención y el manejo del SUH”, completó el Dr. Alejo de Saraqueta, médico nefrólogo infantil y vocal del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría.


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