Por: Roberto Garrone
Comparado con las últimas ediciones, la Conxemar 2025 que se desarrolló esta semana en Vigo tuvo otra cara para las empresas pesqueras argentinas hasta desde lo climático. La lluvia del año pasado le dejó lugar al sol y la caída del precio del langostino entero no solo se revirtió, sino que tocó valores que hace un largo par de años no se alcanzaban en algunos nichos de mercado.
Cómo hacer para mantener estos precios en una pesquería con un esfuerzo pesquero completamente sobredimensionado es el gran desafío que viene por delante. La pelea por delante será determinar quién termina resignando capturas en pos de mantener los valores vigentes.
La unidad del bloque empresario tangonero congelador, que tan buenos frutos les dio para torcer la voluntad sindical y aplicar un plan de poda en los valores de convenio para los oficiales y una quita del 9% del salario en los marineros, se extendió en Vigo y alcanzó al precio mínimo de venta.
“Cuando el langostino estaba garantizado, y eso hacemos nosotros pescando casi todo el año, los clientes ponían el precio. Ahora que nadie tenía stock, lo pudimos manejar nosotros”, resumió un empresario con intereses en casi toda la cadena productiva.
El tiempo dirá si esa unión se mantiene cuando en marzo/abril brote la chance de pescar langostino al norte del área de veda, con una demanda ya bastante satisfecha por la zafra de aguas provinciales de Chubut.
En Vigo se vislumbraron las intenciones de Solimeno y Moscuzza por mover los barcos ni bien puedan. La idea de los próceres marplatenses sería compensar la segura caída de precios con la reducción de salarios de sus tripulaciones. Justo “Tony” que coqueteó firmar el “Acuerdo Fernet” con los gremios de la marinería marplatense en varios capítulos de la novela.
En el SIMAPE adelantarán las elecciones para enero como para cuando llegue la hora de retomar negociaciones, quien resulte elegido tenga plana representatividad. Trueba va por la continuidad. En el SOMU la puja se dirime antes de fin de año y esta semana hubo algunas tensiones entre oficialismo y oposición.
Ahí florece otro interrogante. Desde CaFACH ya marcaron la cancha y anticiparon que la zafra arrancará el 1 de noviembre. Las desavenencias con el SOMU son apenas detalles y nadie pone en duda el inicio de la prospección para los próximos días.

Algunos analistas ya advierten los riesgos que enfrenta el anhelo de pescar menos y facturar más, manteniendo el precio por arriba de los 7 dólares, si se repite la súper temporada pasada en Rawson, con desembarques que superaron las 100 mil toneladas.
Ese modelo de record tras record le sirve a la flota amarilla, que no detiene su proceso de renovación y exhibe sus múltiples caras en formato docuserie. Los seis capítulos de la primera temporada de “Captura Salvaje” los emitirá Amazon Prime en Estados Unidos y Europa, y en los países de la región por Mercosur Flow.
Más allá de la solidez argumental, visual y técnica de cada capítulo, hay que entenderla como parte de una estrategia que busca diferenciar al langostino argentino del camarón de cultivo y reubicarlo en el mapa de los principales mercados a partir de sus ventajas sustantivas.
Pero el modelo de la zafra super abundante en provincia tiene que servir también a los frigoríficos. Y este año profundizaron su trabajo a pérdida; tanto que que no pudieron siquiera saldar la deuda generada con los barcos que les entregaron materia prima. A ese producto premium podrían pagárselo más de 2 dólares si no hubiese tanta oferta.
La racionalidad en la captura no puede ser más que gradual. No pescar 215 mil toneladas por año ni tampoco 160 como posiblemente termine el número general de este año. No solo por la salud financiera de las empresas sino también por la suerte de los trabajadores.
Lo anticipé este año en medio del fragor de las negociaciones y cuando “Castor” Zapata le sumaba efusividad a sus bases de Madryn. Nunca fueron claros con los relevos y ni les avisaron que a la minizafra la verían desde el muelle. El modelo de pesquería más rentable que se busca consolidar para el año que viene debe incluir a los trabajadores.
De todas maneras, algunos ajustes parciales contribuirían a dosificar el volumen general, según aunaron los CEOs reunidos en paralelo a la feria. En ese nuevo mapa que imaginan, la zafra de Rawson podría acotarse a cuatro meses; se debería tachar la zafra al norte, eliminar el 20% del by catch XXL que obtuvo la flota fresquera fuera de la veda y cortar la zafra de nación a mediados de septiembre para no impactar en el reclutamiento de juveniles de merluza.
Que el gobierno incluya a las exportaciones pesqueras e la quita de retenciones implicaría un envión adicional. Hay que tomar con pinzas las recientes declaraciones de Alejandro Carrancio, referente de la LLA en Mar del Plata, y candidato a diputado nacional por Buenos Aires, de que la gestión libertaria lo haría el próximo año. Parece más una promesa de campaña a dos semanas de las elecciones que a una certeza revelada.
Ese sería el escenario ideal que piensan algunos empresarios para resetear el GPS de la pesquería. Pescar menos para pescar mejor. Hablando de los fresqueros de altura, este año hubo una menor participación de barcos y su aporte al número general se recortó 17% en relación al año pasado.
Las cámaras del fresco en Mar del Plata ya resolvieron la cuestión paritaria con los sindicatos para el tramo final del año. No con todos… Capitanes todavía no firmó. En Armadores y CaIPA se negaron a darle a Frías lo mismo que le habían dado las cámaras que agrupan a los tangoneros congeladores.
Recordemos que las empresas adheridas a CAPIP, CaPeCa y CEPA aportaron una cuota solidaria de 10 mil dólares por barco para sostener la obra social, la escuela de capacitación, y posiblemente pagarle los viáticos que lo trasladaron a Vigo.
Tal vez Garcia Luchetti y Rivera rechazaron el pedido porque no le pidieron que firme nada a la baja.
Para la flota congeladora, pescar la mitad de lo faenado el año pasado (45 mil toneladas al pasado 7 de octubre, contra 90 mil en el 2024) en dos meses de temporada provoca un sabor agridulce.
Saben que no hay estructura de negocio que aguante pescar solo dos meses aunque se venda por sobre los 9 dólares.
Encontrar la cifra del equilibrio será el gran desafío para el sector. Qué flota resigna porción de la torta es una discusión tan compleja como la cuotificación. Habrá (buenas) noticias sobre el proceso de certificación de la pesquería de aguas nacionales mucho antes que eso ocurra.
Buen domingo