Por: Roberto Garrone

Si alguien esperaba alguna medida de auxilio al sector pesquero de la boca de Juan Antonio López Cazorla desde el palco del Foro PescAR 2025 que se realizó el jueves en Puerto Madryn, se fue tan decepcionado como con el sonidista que casi no pudo dar en la tecla al funcionamiento de los micrófonos durante toda la jornada.

El Subsecretario de Pesca repasó un power point que ni siquiera estaba actualizado con el último aumento de la CMP de merluza hubbsi y como único logro de gestión, además de la recuotificación tarifada, detalló el sumario a un potero extranjero que había ingresado 50 metros dentro de nuestra zona económica exclusiva.

Los únicos que se fueron contentos de Madryn fueron los organizadores del Foro, que juntaron a más de 700 personas un jueves laborable para darle visibilidad a los problemas y desafíos de la pesca, y los armadores que habían perdido la cuota de merluza por responder su aceptación fuera de término. Como lo anticipamos en alguna columna previa, salió a jugar Juan “Salvador” López Cazorla.

El CFP, que se reunió en uno de los salones del Rayentray Gran Hotel para darle forma al Acta 6, autorizó su devolución a través del Fondo de Reasignación y de la reserva social de la autoridad de aplicación para el “Margot”, “Mellino I”, “Nddanddu”, “Maria Rita” y “Messina”.

Por si hacía falta otro botón de muestra, en el Foro quedó expuesta la falta de interlocutores válidos que tiene la pesca y la industria naval con el gobierno nacional. López Cazorla es un holograma bonachón que oficia más de dique de contención que de facilitador de las respuestas que necesita la industria, como su inclusión en la rebaja de los derechos de exportación, incremento de los reintegros al valor agregado o la eliminación del impuestazo que aplicaron con el DUE.

El único modo que encuentra la gestión López Cazorla para ayudar es mirar para otro lado. Aplicar la receta que tanta prosperidad política la dio a Felipe Solá… “con la palanca en boludo”. En ese cambio las autoridades dejan que se alimente la caja de recaudación en el Distrito Pesca Mar del Plata.

En esa marcha avanza la flota congeladora y sus coeficientes de conversión que nadie controla, la anarquía en la fiscalización de los puertos santacruceños y las bodegas ampliadas de la flota artesanal y costera de Rawson donde el caso “Carlillo” lo dejó expuesto. El que no tiene la suerte de poder circular por la banquina para capear esta tormenta perfecta, se fundirá trabajando.

Esta semana faltó merluza en las mesas de corte de varias fábricas. Incluso un armador que acomodó las cuentas con sus obreros quiso convocarlos a trabajar y no consiguió quien le venda. Tuvo que llamar al capitán de su barco para que regrese incompleto a Mar del Plata.

No es que desapareció la merluza de la zona de pesca. Los barcos fresqueros están viniendo con mucho más langostino que el 20% permitido como by catch en esta época del año al operar al norte de la zona de veda permanente de juveniles de merluza.

“Si van a merluza quedamos parados; los números no dan por ningún lado”, reconoció un armador. La merluza, con suerte, se la pagan a 750 pesos más IVA. Al langostino que van a buscar casi como especie objetivo se lo llegaron a pagar 2800 pesos.

Es tal la oferta que ahora bajó a 2400 pesos por kilo y algún comprador que hace cola en bloque para exportación especulaba con poder comprarlo a 2200 a partir de esta semana.

La estadística oficial marca que hasta la semana pasada se habían declarado 804 toneladas de langostino en Mar del Plata. La cifra representa un incremento del 134% en comparación con el año pasado. Pero en realidad ese número debería multiplicarse por tres o por cuatro.

El incremento no se visualiza en los datos oficiales, pero sí se cristaliza en las fábricas de tierra. Esta semana Marcelo Rodríguez, el referente de la precarización absoluta de mano de obra en el puerto marplatense con su cooperativa “Los Rodríguez” y sus innumerables variantes se encargó de ofrecer empleo temporario en los estados de su whatsapp.

En cuatro avisos donde informaba la dirección de la planta o el frigorífico, Rodríguez sumó más de 500 puestos de trabajo con pago al finalizar. Así de impune se maneja el heredero de “Pomelo” Guerrero y uno de los mayores gerenciadores de empleo temporario precario en la industria pesquera local.

Impune para Secretaría de Trabajo de Nación, SENASA, Pesca Provincia e Inspección General de la Municipalidad, de la que ahora depende el Departamento Pesca, quienes podrían intervenir para frenar la explotación laboral o fiscalizar las condiciones administrativas y sanitarias de algunos establecimientos. Hacerse el boludo por conveniencia es una ley no escrita en la pesca y el puerto marplatense.

Buen domingo


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