Por: Carlos A. Bozzi – Abogado – Sobreviviente de la Noche de las Corbatas carlosbozzi@hotmail.com Instagram: bozzi.carlos facebook: carlosbozzi

Será penado con arresto de 10 a 30 días el que se entregare a la vagancia o no tuviere medios lícitos de vida, siendo capaz de trabajar, sin que mediaran causas justificadas.- Antiguo Código de Faltas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Art.67.

La realidad actual, exige lanzar una mirada sobre una tierra, en un principio extraña, aunque pero presentida por la mayoría de los argentinos. Quizás entrelineas, sea posible detectar el presentimiento de tener que enfrentar una realidad: lo que fuimos y lo que somos. Tal vez también sea posible explicar de un modo sencillo las cosas, pero en este presente en que nada es verdad ante esta crisis de incertidumbre, la tarea se vuelve ciclópea. En medio de un paisaje compuesto por todas y cada una de nuestras verdades, el más pequeño, posiblemente, el más insignificante de los hechos, se constituye en algo revelador, en un eco sonoro de la verdad que merece ser escuchada. Y eso es lo que se pretende con estas simples líneas.

Todo lo anterior viene a cuento a raíz del sistema implementado por la Actual Administración en su plan, en principio de ACHICAR AL ESTADO y por último, DESTRUILO, como así lo ha afirmado el actual Presidente Javier Milei. Pero, para eso, primero , hay que desmantelarlo. Y desmantelarlo, significa el DESPIDO MASIVO de miles de personas contratadas por ese mismo Estado Nacional, que según promesas de campaña electoral, serían re-distribuidas en otros empleos, aunque por el momento, se ignora donde y como. Se olvida o se ignora deliberadamente, que el Estado esta constituido también por seres humanos.

Jocoso, el vocero presidencial Manuel Adorni, diariamente , informa como aumenta el número de despidos en la administración pública, como si tal espantoso detalle, fuese un logro republicano y democrático , en beneficio de una parte de sociedad, que el fondo detesta. Seguidor vernáculo de Joseph Goebbels, responsable del Ministerio de Educación y Propaganda, creado por Adolf Hitler en 1933, quién fuera el impulsor de “Los 11 Principios de la Propaganda” , cuyo punto 6 dice: Principio de orquestación: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad». Y el sigue al pie de la letra, dicho axioma, en especial cuando afirma y reafirma, que el costado de todos los males económicos del país, son solo los empleados estatales.

La actuación de este Adorni, que inunda las pantallas de televisión diariamente, no es solo impúdica sino también sádica. Ante la DESVINCULACIÓN –como dicen medios periodísticos – , de 685 personas, que prestaban servicio en el disuelto Ministerio de la Mujer, con mucho beneplácito en su Conferencia de Prensa habitual, utilizó la siguiente frase: “SE ELIMINARON 685 personas, del ex Ministerio de la Mujer”, obviando que detrás de cada trabajador hay una familia, un proyecto de vida. Este frase: “Se eliminaron”, lo dice todo y no merece comentario alguno por su intrínsica crueldad.

Y retomo lo que pretendo significar con el título de este artículo: “La Noche de los Despidos”. Durante el siglo XX, las mayores atrocidades contra los Derechos Humanos, fueron ejecutadas bajo el amparo de la nocturnidad.

El sistema se inauguró entre el 30 de junio y 1° de Julio del año 1934, cuando el reciente canciller de Alemania, Adolf Hitler, ordeno exterminar a sus tropas de asalto, mas conocidas como “S.A.”. El suceso se bautizó como “La Noche de los Cuchillos Largos”. Cuatro años más tarde (9 al 10 de Noviembre de 1938), continuó con “La Noche de los Cristales Rotos”, suceso en el cual se arrestó a más de 50 mil judíos alemanes, destruyendo e incendiando sus propiedades. Y concluyó, con el famoso decreto del 7 de Diciembre de 1941, cuando dicta la conocida disposición llamada “Noche y Niebla” («Decreto Nacht und Nebel» en alemán: Nacht und Nebel-Erlass, de Nacht noche y Nebel, niebla, es decir, a escondidas), con el objeto de producir la desaparición forzada de personas, disidentes con su régimen.

En la República Argentina, el sistema fue incorporado por el Proceso de Reorganización Nacional o Dictadura Cívico Militar de la década del 70. Sobre eso, el informe de la “Comisión Nacional sobre Personas Desaparecidas” (Conadep), dice: “ Noctunidad. Anonimato”….deducimos que dentro de la metodología del secuestro como forma de detención, los operativos, se realizaban a altas horas de la noche o de madrugada, generalmente en días cercanos al fin de semana, asegurándose así un lapso antes que los familiares pudieran actuar…..Previo al arribo de la “patota”, solía producirse en algunos casos, el “apagón” o corte del suministro eléctrico de la zona, en que se iba a realizar el operativo…”.

Con anterioridad al Proceso de Reorganización Nacional, en la República Argentina, el sistema debutó con la llamada “Noche de los Bastones Largos”, desalojo producido por parte de la Dirección de Orden Urbano de la Policía Federal Argentina, el 29 de Julio del año 1966, de cinco Facultades de la Universidad de Buenos Aires. El caso fue bautizado así por el periodista Sergio Morero, autor de un libro homónimo, publicado en el mismo año 1966.

Le sigue “La Noche del Apagón”, hecho acontecido en la localidad de Ledesma, Provincia de Jujuy, cuando las fuerzas del Estado, cortaron el suministro de la Usina “Libertador San Martín” , que proporcionaba energía a la localidad mencionada. Con la complicidad de la empresa Ledesma, en ese momento a cargo en su presidencia del señor Carlos Pedro Blaquier, se secuestraron 400 personas, de las cuales 55 continúan desaparecidos. Blaquier falleció impune y la fecha del hecho fue entre el 20 al 27 de Julio de 1976.

El próximo acontecimiento, fue la “Noche de los Lápices”, secuestro masivo de estudiantes secundarios producido el 16 de Septiembre del 1976 en la ciudad de La Plata. Y el último antecedente histórico , data del 6 de Julio de 1977, cuando se produce el secuestro masivo durante unos 7 días de 11 personas, entre ellas cinco abogados, lo que se bautizo, como “La Noche de las Corbatas”.

Siguiendo esta metodología, la Actual Administración, implementó un sistema de despidos o desvinculaciones de trabajadores del Estado, mediante correos electrónicos o mensajes de WhatsApp, remitidos en horas de la noche, de manera de neutralizar cualquier reacción por parte del receptor. Implementó, cruel e impiadosamente , “La Noche de Los Despidos”, algo nunca visto desde el advenimiento de la democracia en la República Argentina, por el enorme desprecio a la dignidad de las personas.

En la “Revista Lote”, Abril 1999, Numero 22, se explicó claramente el fenómeno del “trabajo”, en el siglo XX: “ Nos tocó en suerte una época extraña. En los últimos dos siglos el trabajo fue el cimiento de nuestra civilización y por ende, de nuestras vidas. Se lo transformó en un fin en sí mismo y no en un medio. Se lo convirtió en un valor moral, en nuestro tabú más sagrado La escritora, Viviane Forrester está lejos de ser la primera en plantear el tema, pero su libro “El horror Económico” tiene la virtud de haberlo sacado de las manos de los “especialistas” (economistas y políticos) para trasladarlo, con una franqueza casi brutal, al espacio público, a la gente. “Vivimos en medio de una mentira descomunal, en un mundo desaparecido que se pretende perpetuar mediante políticas artificiales -escribe Forrester-. Un mundo en el que el concepto de trabajo (y por ende, desempleo) carecen de contenido…”

“En el país, ningún político honesto puede prometer “pleno empleo”, salvo a escala de pequeña aldea. Pero ya se los escucha anunciando los puestos de trabajo que no aparecerán. ¿Es posible hacer algo más que estar dispuesto a esperar en condiciones desastrosas, los resultados de promesas que no se concretarán? ¿Algo más que aguardar en vano, sumidos cada vez más en la miseria, el retorno del trabajo, el crecimiento de los empleos? ¿Dignificar la vida con el Plan Trabajar? ..”.

Sin piedad alguna, al amparo de la nocturnidad, el destino de miles de personas es destruido. Personas, que tienen derecho por un tiempo indeterminado, acaso sin otro límite que la muerte, a la miseria o su amenaza próxima, con frecuencia a la pérdida del techo, de la consideración social e incluso de la autoestima. Sólo pueden aspirar a la angustia de la inestabilidad o el naufragio de la propia identidad, sintetiza la autora citada.

“Se los acusa de aquello, de lo cual son víctimas. Se los juzga, con la mirada de quienes los juzgan, adoptan esa mirada que los ve culpables y a continuación se preguntan, qué incapacidad, qué vocación de fracaso, qué mala voluntad, qué errores los arrojaron a semejante situación. Se reprochan -como se les reprocha- por llevar una vida miserable o estar al borde de ella. Una vida con frecuencia «subsidiada» (por lo demás, por debajo de un umbral tolerable)”

Y concluye: No se necesita ser autor de novelas de ciencia ficción, para imaginar lo que nos espera: al lado de miles de personas definitivamente excluidas del mundo laboral, veremos a otros miles de esclavos modernos, recibiendo migajas de empleos, aceptando cualquier trabajo en cualquier condición: contratos por un día, una semana, un mes, tres meses. Luego tendrán que soportar periodos de inactividad, sin salario, durante los cuales deberán estar siempre disponibles, a la espera de nuevas limosnas de trabajo…”

Quién nos asegura, que como colofón de este escenario, a algún ilustrado economista no se le ocurra reflotar el decreto policial que encabeza esta nota: sin trabajo y a la cárcel.

En fin: “La Noche de los Despidos” está en marcha, sin que se conozca su final.


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