La medicina prepaga aumentará nuevamente, un 4,5% en abril y un 5,5% en mayo, luego de que el sector llegara a un acuerdo por la cláusula de revisión de paritarias, trascendió.
Así, las subas que deben ser notificadas a unos 4 millones de afiliados se sumarán al incremento aplicado a partir de marzo, equivalente a un 3,5%, indicaron fuentes del sector.
En diciembre se había autorizado un ajuste del 7% para febrero, pero 24 horas después el presidente Alberto Fernández ordenó derogarlo.
La decisión tomó por sorpresa a los prestadores, que en el momento realizaron consultas informales y luego mantuvieron reuniones con el jefe de Estado.
Los próximos aumentos ya fueron anunciados por el Gobierno a las empresas, pero resta que se oficialicen.
Para aplicar las actualizaciones, los afiliados deben tener la notificación treinta días antes, por lo que es posible que deban ser abonadas en mayo con retroactivos incluidos.
El ajuste al alza estipulado para los dos meses responden al aumento salarial otorgado en el sector ante el acuerdo de revisión paritaria por inflación.
La Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) pautó con las cámaras empresariales una recomposición salarial total para 2020 que llega al 36,1%.
A su vez, el segmento reclamaba desde el año pasado aumentos en la cuota de las prepagas para «compensar la inflación» y había advertido que la medicina privada afrontaba una «crisis de financiamiento».
La Confederación Unión Argentina de Entidades de Salud advirtió que la medicina prepaga tuvo sólo un alza del 13,5% en un contexto en el que la inflación fue de 36,1%.
Ante esa situación, representantes del rubro incluso habían alertado sobre los problemas de funcionamiento que podrían tener para la atención al público los sanatorios en medio de la pandemia por ese motivo.
Por la falta de acuerdo, la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina puso en marcha medidas de fuerza mediante asambleas, lo cual ahora quedó sin efecto por el nuevo incremento.
Al oficializar la última actualización, el Gobierno había argumentado que «al observar la variación que sufrieron los costos en salud, resulta necesario contemplar que los mayores costos del sector y la valiosa y necesaria inversión que han debido realizar los prestadores para hacer frente a la pandemia y evitar el colapso del sistema sanitario».
El aumento en las prepagas no será el único que se deberá afrontar entre abril y mayo, dado que también pondrán más presión a la inflación los combustibles, la tarifa de subte, así como también la luz y el gas.
A ello se debe sumar el descongelamiento de los alquileres frente al vencimiento del DNU en medio de la segunda ola de coronavirus, que ya fue confirmada por la administración de Alberto Fernández.
De ese modo, la meta de inflación del 29% se encuentra comprometida, según advierten economistas, que llegan a pronosticar un 50% para este año. (NA)