La salud de Thiago Joel Franco vuelve a ser noticia esta semana tras confirmarse nuevas complicaciones y ser trasladado al Instituto FLENI de Buenos Aires.
A fines de enero le descubrieron una Leucopenia: una enfermedad de la sangre producida por la baja producción de leucocitos o glóbulos blancos. “Los estudios de rutina cada vez nos dan menos esperanzas de evolución porque siguen apareciendo secuelas. Ahora el diagnóstico de una leucopenia, que por el momento es moderada, nos preocupa porque si sigue empeorando lo llevaría a necesitar un trasplante de médula que Thiago no podría resistir”, escribió su mamá, Rocío Dusek, en el grupo de Facebook “Todos por Thiago Joel Franco”.
Rocío Dusek lleva adelante a lo largo de todo este tiempo una tenaz lucha por mejorar la calidad de su hijo, así como en todo momento intentó que se hiciera justicia.
El 29 de marzo de 2014 Ramos embistió con su vehículo marca Mercedes Benz al Chevrolet Corsa en el que iba el pequeño con su familia, en el kilómetro 19 de la ruta 226, a la altura del paraje La Gloria de la Peregrina, cerca de Sierra de los Padres.
A raíz del impacto, Thiago-que en ese entonces tenía 5 años- sufrió triple fractura de cráneo y debió ser internado en el Hospital Interzonal Especializado Materno Infantil (Hiemi).
Como consecuencia de esa lesión, el niño padece hemiplejía, síndrome postconcusional, epilepsia y síndromes epilépticos sintomáticos relacionados con localizaciones y trastorno de la conducta sociable, que se traduce en inestabilidad emocional, ansiedad, falta de concentración, crisis de furia e irritación.
Por el hecho, Eduardo “Lalo” Ramos fue condenado en 2017 a dos años y seis meses de prisión en suspenso y quedó inhabilitado para manejar por cuatro años.